Donde duerme Totoro

Puede que tenga miedo, que esté aterrorizada, que sienta que ya no queda más que hacer, pero sé que no es así, que siempre hay algo, algo que puede hacerte volver, algo que va a sacarme de aquí y que hará que vuelva a ser la misma. Cierto es que muy posiblemente sea el hecho de que te hartes de mí, porque "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde". Entonces estaremos como al principio, tú siendo adorable conmigo, intentando comprenderme, pero siempre desde la distancia, mientras yo muero por tus huesos, por tus besos y por ti en general, porque amaba cada centímetro de ti, cuando tú no me querías. Después, bueno, supongo que nunca fui capaz de hacerme a la idea de que podías sentir algo por mí, te había visto siempre como un amor imposible, como algo pasajero, un encaprichamiento momentaneo que me permitía tener momentos de delirio en los que todo era muy bonito, idílico y maravilloso, precisamente por eso nunca pensé que pudiera ser real, todo tenía un tono demasiado f

Ya no recordáis nada, ni yo tampoco. Por no recordar, no recuerdo sus voces, sus aromas, sus formas (de querer). Sólo una oveja en miniatura y las muchas cartas que te escribí me recuerdan que fuiste alguien en mi vida, que realmente exististe. De ti puede que tenga algo más, una carta, un cuadro, una canción, y tú te llevaste parte de mi corazón lejos de aquí, para algún día poder devolverlo personalmente, o eso espero. Y de ti, me queda una camisa y mucha ansia, muchas preguntas sin resolver, mucha incertidumbre al fin y al cabo. Lo cierto es que no sé qué me pasa, sólo sé que quiero volver a perderme en Venecia.

Nos vamos y yo tengo miedo. A la repetición, a lo que pueda ocurrir después, al futuro. Pero esta vez es diferente, todo es diferente.