Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2011

Mañana más pero no mejor porque será otro año

Vaya, hoy se acaba el año, y qué año. Un año de nuevas amistades, de mentiras, de lágrimas, de demasiado desamor y puede que un poco de amor, de pérdidas y rechazos, de besos y palabras escondidas, de enfados sinsentido (sí, va junto) y cariño sin dueño, ha sido un año como ningún otro por lo curioso que ha tenido, por cómo hemos cambiado y personalmente por lo fuerte (a mi modo de ver) que puede hacerte sufrir. No ha sido un mal año (de septiembre para abajo), tampoco bueno, y yo soy feliz. Feliz último año de nuestras vidas según algunos; feliz 2012 según otros; feliz año que viene y en el que espero pasen cosas absolutamente espectaculares porque para eso seremos un año más viejos y, como dice mi profesora de lengua, la veteranía es un grado.

Una cena digna de nosotros

Imagen
-Señora presidenta, la tengo que maquillar así que coja su presidente trasero y muévase hacia el cuarto de baño.  El antes, el make-up de la cuestión. Y con cierta ironía comenzó la que puede describirse como la mejor cena de pijos fingidos de la historia. Un año y cuatro meses después, volvieron los vestidos perfectos incrustrados en nuestros imperfectos cuerpos, pero aun así conseguimos parecer personas adultas. Sombra de ojos por aquí, pintalabios por allá, fotos que no salen bien por no tener flash... un caos total. Milagrosamente la cena fue lo más normal del mundo, con un camarero digno de ver y unas pizzas que se salían del plato. Las fotos no faltan, aunque sí alguno de los comensales por abuso de luz. Volvemos y nos faltó tiempo para ponernos el pijama (iríamos divinos pero los tacones no hay quien los aguante).   El después, con la freidora a la que mis amigos idolatran. En las siguientes ocho horas me di cuenta de lo monotemáticos que pueden llegar a ser cuat

Sueña que sueña la estrella

Estaba frustrada, desde hacía unas semanas no conseguía recordar un sólo sueño que hubiera tenido. Cierto era que tampoco lo entendía pues pese a su mala memoria selectiva siempre tuvo facilidad para acordarse de lo que había soñado la noche anterior con todo lujo de detalles. Aquello le comía por dentro, ya podía dormir en la mejor cama del mundo en la mejor casa de Sevilla que no conseguiría recordar un simple sueño. ¿Qué había pasado?¿De repente su mente había decidido que después de aquellas dos inconcluentes semi pesadillas era mejor olvidar y sentirse vacía al despertar? Por mucho que intentara encontrarle sentido no era fácil entender porqué de un día para otro había cambiado todo así. Bien es cierto que tenía muchas otras cosas de las que preocuparse pero aquello le estaba quitando el sueño por momentos. Ironías de la vida...

Querido presente tú

Cuando estaba un poco desesperada por encontrar alguien a quien amar, pensaba que lo haría perfecto, sería como una película de Hollywood, todo tan plasticoso y tan empalagoso que hasta a la persona más ñoña del mundo le pareciera repelente nuestra relación. Sin embargo me he dado cuenta de que jamás podré demostrar afecto de esa manera (milagro será que en algún momento consiga demostrarlo). Aun así, hace unos meses escribí una entrada basada en uno de esos anuncios de movistar con el que sólo pretendía recordarme a mi misma como es ser una buena novia. La cosa es que sigo sin serlo ni pretendo cambiar, pero si quieres verlo no te apliques el cuento .

Queridos Reyes Magos:

Este año no he sido muy buena que digamos, pero todo ha sido consecuencia de cómo lo he pasado y creo sinceramente que el karma me debe un favor.

Querré volver a quererte porque querer se me da bien (que no confundir con demostrar afecto)

-Que no, hombre, que yo quiero seguir como hasta ahora. +No te lo crees ni tú, que estás desesperada por volver a lo de antes. -Já, con lo a gustito que estoy yo ahora mismo voy a cambiarlo por el sin vivir de hace tanto tiempo que ni me acuerdo. +Admítelo, te gustaba ese sin vivir, te gustaba esa manera de vivir con sus rutinas y sus cortes continuos, te gustaba ponerlo de los nervios y así te ha ido, piensas que ahora puedes intentar cambiar pero lo cierto es que repites el mismo esquema. Él era el único capaz de soportarte y aun así todo acabó, piensa cuanto vas a durar esta vez. -Duraré lo que queramos que dure. Sí, es cierto, me gustaba ir cada día a verle y comer lentejas todos los viernes en su compañía, pero aunque te cueste creerlo, también me gusta como estoy ahora. También es cierto que no es comparable... o sí, y la verdad es que el ahora lo supera con creces, de la actitud tan sumamente egoísta y cerrada que tenía él a... bueno, él, creo que no hacen falta más explicac

Hoy es Navidad y ayer fue Nochebuena

Anoche vino Papá Noel a casa de mi tía Carmen. Era un Papá Noel curioso, tenía una extraña melena negra cayéndole por la espalda, una barba algo doblada para un lado, una barriga un pelín deforme y la voz algo menos varonil que de costumbre. De todas formas, cogió uno por uno a todos mis primos por orden de edad, desde el más pequeño hasta el más mayor antes que yo, preguntándoles insistentemente si habían comido lentejas. Nunca me gustó que Papá Noel nos visitara, me daba mucha vergüenza tener que acercarme a que me diera un regalo que nunca me gustaba mientras toda, absolutamente toda mi familia me observaba para gritar en cuanto hubiera cogido el paquete (porque claro, como se lleven más de cinco segundos sin pegar un grito yo creo que explotan). En fin, que por algún extraño motivo anoche deseaba que llegara mi turno, poder reírme a carcajadas cuando me preguntara si había comido lentejas y, sobre todo, que me diera un regalo que no me gustara y hacerle toda la fiesta del mundo. S

Hearts explode

Imagen
Esta noche es nochebuena. Y mañana navidad, como diría la canción. Estoy falta de espíritu navideño, eso salta a la vista, pero lo cierto es que me gusta la navidad. O al menos lo que ella supone. Por supuesto estaría mejor si nevara y estuviera todo cubierto de blanco y tuviéramos que ir tapados hasta las orejas, pero el ver a todo el mundo corriendo de un lado para otro comprando compulsivamente es algo que me encanta, y por supuesto el olor a castañas asadas y taparse por las noches hasta arriba con el edredón, todo es genial. Los gorros, las bufandas, las palomitas, las mantas y la escasa lluvia. En realidad creo que lo que menos me gusta de la navidad es la navidad (soy así de ilógica). Tengo que comprarme unos pantalones de pana. Y muchos, demasiados regalos. Además esta navidad tengo la sensación de que va a ser especial, y no solo para mí. Lo sé, el iba con h duele...

The loneliest kind of lonely

Las notas. Esas notas por las que me han quitado el "castigo" que me habían impuesto durante toda la semana. Sin embargo vuelvo a estar en mi casa como si fuera un día corriente salvo porque es mucho más temprano que de costumbre. Ahora estaría dando física y química, de la que nos hemos librado sólo por ser navidad. Pero lo cierto es que estoy algo (no mucho) deprimida. Puede que sea eso de que en un principio iba a venir pero después no y que me puede el orgullo y no le digo que se venga y bla, bla, bla... resumiendo, soy una estúpida, una estúpida que al final terminará llorando como una cría por perder lo que no supo querer, porque no consigo mentalizarme de que tengo que intentar, aunque sea por una vez, no ser la viva imagen de ese puto dicho (uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, dicen las malas lenguas), pero no, ¿cómo voy a hacer yo lo correcto por una vez?¿Puede ser posible que no me equivoque en algo? Pues claro que no, está claro que lo mío es estar sola.

Ese chico al que le dan dos palos y se vuelve loco

Lo malo es que nos conocemos desde hace poco. Lo más malo es que me echan la bronca por bailar con él sin venir a cuento. Lo malo malísimo es que nos vemos muy poco (algo raro teniendo en cuenta que sólo nos separan dos metros de altura...). Lo bueno es que es un chaval con el que por ahora parece que me entiendo, lo cual últimamente me está costando mucho, y aunque no dé mucho tema de conversación por el tuenti, no parece ser un tío de esos tontos de los que tanto abundan en los institutos. Algún día secuestraré a sus baquetas y pediré un rescate a cambio, entonces tendrá que hacer lo que yo le pida, muajaja... pero qué malvada soy cuando quiero. En fin, resumiendo, que bueno estás tú.

Méchant

Ella tenía razón, méchant es la palabra que mejor te define, qué persona tendría que ser para enamorarte de esa forma en tan poco tiempo (y después dice Paco que los flechazos no existen). Enamorarse, ¿realmente sé lo que significa eso? Supongo que sí, el resfriado se me estará pegando al cerebro y deliro un poco, es normal... o no. Me duele la cabeza, me duele el estómago, no puedo respirar por la nariz y podría hacer un huerto de pañuelos a mi alrededor, y lo peor de todo, no puedo dejar de pensar en ti. Bueno, sé que no es lo peor pero querría pensar en otra cosa para variar un poco en estas últimas semanas. Méchant , sal de mi cabeza por unas horas, déjame tranquila con mi sueño, o al menos ven para que no sea todo un simple fruto de mi escasa imaginación. Me paso medio año intentando buscar a alguien de quien enamorarme tan sólo para poder olvidarle; ahora que no me hacía falta apareces. Cariño, tienes que ajustar la hora que si sigues así llegarás siempre tarde.

Opfu

Los finales de trimestre son curiosos. Te pasas los tres meses (de ahí la palabra trimestre) que dura quejándote de los deberes que nos ponen, de lo mucho que tenemos que estudiar, y sin embargo la última semana antes de navidad hasta echas un poco de menos tener que atender a alguien hablar. Te quedas sin absolutamente nada que hacer. Tampoco es malo, podría pasarme el resto del curso así, pero no... así, como ahora mismo. Pero qué miedo da todo.

Decir "je t'aime" al oído

Todo por no perder un amigo. Todo... por no dar nuestro brazo a torcer. Sé que soy una orgullosa pero tú también lo eres. Te he llamado tres veces y las tres estaban comunicando, no voy a llamarte más, en este momento sólo quiero atravesar un espejo y perderme en el País de las Maravillas. Cómo si fuera verdad que te puedo olvidar en momentos determinados, ¿no? Y dices que me conoces, y crees conocerme. Ojalá lo hicieras, ojalá fueras capaz de entender que te quiero con toda mi alma y que por mucha sarta de gilipolleces que pueda decir nada va a cambiar. Ahora bien, él también es mi amigo y tampoco quiero perderlo. Llámame egoísta, pero ya perdí a muchos por culpa del amor y no quiero perder a otro más. En fin, ya que no estás dispuesto a coger el teléfono ni tengo valor como para mandarte un mensaje o decírtelo todo a la cara, simplemente, lo siento, de nuevo.

Winter is coming

Imagen
El invierno está cerca. Un año más llega navidad, año nuevo, reyes... qué ilusión. En realidad me da igual, estoy de un apático que no es normal, supongo que será la regla. Todos los años hago dos cartas a los reyes, una con las cosas materiales que quiero y otra con los deseos que quiero que se cumplan, y por supuesto el uno de enero escribo en un trozo de papel mi deseo más primordial y lo escondo en un sitio que nadie conoce. El año pasado no lo hice, y aunque deseé con todo mi corazón que se cumpliera el deseo que no escribí, supongo que no era suficiente, o que el universo quería darme una lección por algo privándome de todo lo que amaba. O simplemente sabía que no era lo correcto estar donde estaba, y tan sólo tenía que darme cuenta yo sola. Misterio. En fin, este año pediré... no sé lo que pediré, o sí, el caso es que esas cosas no pueden decirse porque sino no se cumplen y quiero... necesito incluso que se cumpla. De todas formas, este año sólo quiero una cosa.

No has venido

Ahora te echo de menos. Supongo que por el misterio de que puedas no venir en lo que queda de día. Me pongo a pensar y termino recordando la conversación de ayer, ¿y si te has suicidado? Jamás me lo perdonaría. Sé que no te has suicidado pero tampoco estás aquí, así que como consecuencia te echo de menos. Por esa estúpida idea que se me ha metido en la cabeza de quererte. Y quería hablar contigo. Y escucharte. Hablar y tocar. Después de tanto tiempo volver a estar allí donde ambos estamos a gusto. ¿Cómo demostrarte que te quiero si tan sólo muerto por dentro cuando no estás aquí? Claro que eso no importa pues no puedo demostrártelo ya que si tuvieras manera de estar de cuerpo y alma presente no escribiría esto, no me haría falta, sólo te miraría de vez en cuando y observaría tu cara risueña para sentirme feliz por estar simplemente en la misma sala que tú.

Cepillos de dientes, números, ovejas...

Acabo de borrar tu número de la agenda del teléfono fijo. Creo que era la última prueba que quedaba (aparte de mis innumerables cartas contándote mi vida, pero como realmente no hablo de ti no sirven) de que pasaste por mi casa. Acabo de sentirme genial conmigo misma.

Coronas y diamantes

Hablando de coronas, yo quiero una de repuesto para perderla en la infinidad del mundo y quedarme luego con la verdadera a gustito en mi sofá viendo una película con ella. Si saliera mal con la auténtica no me lo perdonaría. Claro que sólo son unas estúpidas coronas.
Tú con carrera en el amor y yo en primero de la ESO para estudiar el primer beso que me diste. Y aparte de la pata, el corazón de madera también, para no sentir, para no padecer. Simplemente se quedó dormido, dejen que descanse, que descanse en paz. We are young, we are strong, we're not looking for where we belong. So I am, still waiting, for this world to stop hating. Yo sólo busco que me tiemblen las piernas. You talk about me, you talk about you. 'Cause we belong together now. Te vas pensando en volver. It's so cold, so cold... Just look at me.

Cuento de Navidad

Acabo de leer la entrada de una amiga en su blog y me he acordado de una historia que escribí hace un par de años como trabajo para lengua. Nos hicieron leerla y recuerdo el miedo al rechazo que tuve en ese momento, pues todos escribían sobre cuentos fantásticos acerca de niños que encontraban a los Reyes Magos y yo no lo hice así. Fuera como fuere, aquí está. Seguía siendo veinticuatro de diciembre, y por mucho que él pensara en ello no conseguía que el tiempo pasara más rápido. Odiaba ese día, y odiaba esas fechas en general. Todos los años lo mismo... Era mediodía y ya estaba deseando que llegaran de nuevo las clases, aunque no estudiaba mucho que digamos. Esa misma noche tendría que ir a cenar con su familia, sintiéndose completamente solo entre tanta muchedumbre, comida y villancicos. Siempre pensó que al año siguiente lo dejarían quedarse en su casa o salir a la calle, pero el día antes de la cena le volvían a obligar a hacer la maleta y a entrar en el coche, año tras

Mis sentimientos van en chándal y los tuyos visten de Dior

Escucho una canción de Pereza que tiene de estado una chica en el tuenti. Házmelo, dice. Cualquiera pensaría mal pero no, por una vez no es una canción semi porno de esas que tienen ellos. Hace unos cuantos meses habría escuchado esa canción y me habría puesto a llorar, citando sus letras en las que dicen " pero qué bien te veo desde que ya no estás conmigo" o " yo sólo puedo superarlo cuando estoy dormido". Já, diría que yo no podía superarlo ni cuando estaba dormida, ya que soñaba con sus besos, pero ahora... me río de esas canciones, melodías tan alegres escondiendo letras tristes, aunque esta parezca una entrada deprimente no lo es, soy feliz por primera vez desde hace más tiempo del que quiero recordar y también quiero demostrarlo. Así que aquí estoy, renovada y contenta, ahora en vez de estar depresiva y en momentos determinados volverme relativamente alegre, soy alegre y esporádicamente deprimente.

Serían las tres y media de un miércoles

-Ahora eres tú la que está respirando fuerte. -Es eso o arrancarte la camiseta de cuajo.- claro que esto último fue producto de mis pensamientos, ¿cómo iba a decir yo algo así? Qué mundo de locos...

Close your eyes, Sunday Girl

Hoy estoy nostálgica. Acabo de escuchar de fondo la canción de Sunday Girl y he tenido una sensación muy rara. Además estaba viendo las fotos de Cristina y había una en el patio del instituto donde sale por detrás Laura, lo cual me hizo pensar que si hubiera estado allí lo más probable es que hubiéramos terminado las dos encalomadas en la foto. Los echo de menos. Sé que aunque estuviera allí aún no habría cambiado nada y siempre estaríamos las chicas por un lado y los chicos por otro pero no puedo evitarlo, querría, aunque fuera por un día, estar en una clase de nuevo con ellos. Oh, ¿pero qué más da? Ahora lo único que hacen es criticar y criticar y... ah, sí, criticar, qué repetitivo. No debería tenerles cariño, pero aquí a repetitiva no me gana nadie.

Teatro, lo tuyo es puro teatro

Me planté delante del coche con la misma expresión de desesperación con la que me había dejado allí, pero también con una firmeza que segundos antes había necesitado y no conseguía encontrar. -Vamos, atropéyame, mátame, ¿qué más te da? Yo ya no tengo nada por lo que vivir, mi corazón le pertenece y como consecuencia nada ocurriría si le pasara algo a mi cuerpo. Ahora tan sólo quiero liberarme de este inmenso dolor que me oprime el pecho, un dolor que había olvidado, que creí no volvería a sentir. ¿Pero por qué?¿Tan malo es que ya no esté él?¿Tan importante es en mi vida como para que sólo pueda pensar en estar con él a todas horas? Supongo que sí, de no ser así no estaría plantada frente a un coche dispuesta a ser arrollada en medio de la calle... -pensé, pero el coche ya me había esquivado sin ninguna dificultad y proseguía su camino como si no hubiera estado a punto de cumplir la meta de mi vida en estos instantes.

450 euros y seremos libres

En julio nos iremos a visitar Europa con el InterRail. Cogeremos a Javi y a Eduardo, una maleta con dos bragas, una chaqueta, las gafas, la cámara de fotos y unos cuantos condones del Mercadona y lo dejaremos todo atrás. Tendremos el título de la E.S.O. así que podremos trabajar cuando a Eduardo le duelan los dedos de tanto tocar el piano para pedir dinero, estaremos un mes por ahí y cuando se nos acabe el pase de tren cogeremos el primer autobús que pase y dará igual adónde nos lleve. Haremos el bachillerato a distancia y ahorraremos para comprar una furgona de esas hippies a la que le pondremos nombre, huiremos de la guardia real que querrá llevarnos de vuelta a casa, ¿pero qué mejor casa que esa? Todo es tan perfectamente perfecto, lo haremos, sólo hace falta hablar con los susodichos chicos, y si para julio ya los odiamos, pues nos vamos las dos y a la mierda todo, no nos hacen falta más personas para buscarnos la vida. Sólo nos falta algo de dinero y después todo será coser y cant

Miguel ya no es mi Miguel

He leído una conversación del veintiséis de julio (um, ¿de qué me suena esa fecha?). Aquel día íbamos a ir a la velá, aquel día era la chica más feliz del mundo. Hablé con quien antaño fue alguien importante en mi vida, alguien por quien habría matado a quien hiciera falta si me lo pedía. Ese día nada podía estropearlo, pero él lo consiguió dando a entender que aún me guardaba rencor por cambiarme de instituto, alegando que cambiaría, que no volvería a ser la misma... por aquel entonces no entendía porqué decía eso, ni siquiera comprendía porqué le importaba tanto que me cambiara, pero me dolió tanto que dijera aquello cuando en el fondo sabía que si todo seguía igual nada cambiaría. Al final sí cambió un detalle pero, ¡sorpresa!, no fui yo quién cambió sino él, quién intentaba convencerme de que tanto cambio no era bueno porque repercutiría en nosotros al final tuvo razón, pero no fue capaz de aplicarlo a si mismo pues las personas no se dan cuenta de cuanto cambian en cuestión de se

Posiblemente la mejor noche de mi vida

Por un momento deseé que fuera él; todo era igual, sólo cambiaba él. Abrí los ojos pensando que nada había cambiado, esa tarde iríamos a ver a Pereza y seríamos felices juntos, pero en su lugar me encontré con sus ojos y su sonrisa. En ese momento me di cuenta de cómo había cambiado todo, en un año había pasado de confesarle a un chico que quería acostarme con él a estar en sujetador tirada en una cama al lado de una virgen y dos angelitos. No, nada volvería a ser como antes, no podía hacer nada por cambiar el pasado, pero también era cierto que en ese momento no quería que nada cambiara, no pondría en su lugar a alguien que no fuera él, porque él tenía que estar allí y nadie más, porque después de todo, por muy mal que lo haya pasado, por muchas lágrimas que haya derramado por gente que no lo merecía, por muchos intentos desesperados de buscar amor donde no lo había, éste no está siendo un mal año (al menos de septiembre para abajo) y pese a que ahora no tenga a quien mandar un mensaj

Bla, bla, bla...

Hablemos de blogs, en concreto de éste, pues a veces recibo ciertas quejas anónimas sobre los temas tan variopintos (sarcasmo) que tengo. Lo siento, no puedo hacer nada, no tengo otro tema (ni siquiera voy a decir interesante, porque éste tampoco lo es) sobre el que hablar y ciertamente un blog está para escribir sobre lo que se quiera y yo quiero hablar de esto, principalmente porque no tengo otros problemas. Triste pero cierto. Siento los problemas que puedan acarrear mis entradas pero, ¡joder!, ni siquiera estamos saliendo, aunque se me pasara por la cabeza hacerlo no sería ponerte los cuernos. Uy, se suponía que eran quejas anónimas...

Personas mayores frikis de la informática

Es extraño (ya empezamos...) , quiero mirarle. Desde aquella tarde hiciste algo que ahora no consigo entender, ahora, después de haberte evitado durante las dos primeras semanas de clase, lo único que quiero es que volvamos a ser los mismo de antes, desconocidos que de vez en cuando congeniaban, personas que hablaban de todo, amores incondicionales a profesores de biología... absurdo, todo es absurdo, raro, extraño (por dios, esto parece la canción de Maldita Nerea) y no quiero quería que cambiara, ¿quién me mandaría a mí confesarte mi supuesto amor pasado, y mucho menos querer, o hacerme la vana ilusión de estar contigo? Yo quería quererte, después de todo me hice tantas falsas esperanzas al saber que seguiríamos juntos. Evidentemente, no sirvió de nada, y ahora te veo con el pañuelo palestino verde, tu perilla y tus pendientes y me pregunto si en alguno de esos múltiples encuentros casuales en medio del pasillo me mirarás. Al final terminaré chocándome contigo y no me reconocerás,