Donde duerme Totoro

Vaya, hoy se acaba el año, y qué año. Un año de nuevas amistades, de mentiras, de lágrimas, de demasiado desamor y puede que un poco de amor, de pérdidas y rechazos, de besos y palabras escondidas, de enfados sinsentido (sí, va junto) y cariño sin dueño, ha sido un año como ningún otro por lo curioso que ha tenido, por cómo hemos cambiado y personalmente por lo fuerte (a mi modo de ver) que puede hacerte sufrir. No ha sido un mal año (de septiembre para abajo), tampoco bueno, y yo soy feliz. Feliz último año de nuestras vidas según algunos; feliz 2012 según otros; feliz año que viene y en el que espero pasen cosas absolutamente espectaculares porque para eso seremos un año más viejos y, como dice mi profesora de lengua, la veteranía es un grado.

-Señora presidenta, la tengo que maquillar así que coja su presidente trasero y muévase hacia el cuarto de baño.  El antes, el make-up de la cuestión. Y con cierta ironía comenzó la que puede describirse como la mejor cena de pijos fingidos de la historia. Un año y cuatro meses después, volvieron los vestidos perfectos incrustrados en nuestros imperfectos cuerpos, pero aun así conseguimos parecer personas adultas. Sombra de ojos por aquí, pintalabios por allá, fotos que no salen bien por no tener flash... un caos total. Milagrosamente la cena fue lo más normal del mundo, con un camarero digno de ver y unas pizzas que se salían del plato. Las fotos no faltan, aunque sí alguno de los comensales por abuso de luz. Volvemos y nos faltó tiempo para ponernos el pijama (iríamos divinos pero los tacones no hay quien los aguante).   El después, con la freidora a la que mis amigos idolatran. En las siguientes ocho horas me di cuenta de lo monotemáticos que pueden llegar a ser cuat

Estaba frustrada, desde hacía unas semanas no conseguía recordar un sólo sueño que hubiera tenido. Cierto era que tampoco lo entendía pues pese a su mala memoria selectiva siempre tuvo facilidad para acordarse de lo que había soñado la noche anterior con todo lujo de detalles. Aquello le comía por dentro, ya podía dormir en la mejor cama del mundo en la mejor casa de Sevilla que no conseguiría recordar un simple sueño. ¿Qué había pasado?¿De repente su mente había decidido que después de aquellas dos inconcluentes semi pesadillas era mejor olvidar y sentirse vacía al despertar? Por mucho que intentara encontrarle sentido no era fácil entender porqué de un día para otro había cambiado todo así. Bien es cierto que tenía muchas otras cosas de las que preocuparse pero aquello le estaba quitando el sueño por momentos. Ironías de la vida...

Cuando estaba un poco desesperada por encontrar alguien a quien amar, pensaba que lo haría perfecto, sería como una película de Hollywood, todo tan plasticoso y tan empalagoso que hasta a la persona más ñoña del mundo le pareciera repelente nuestra relación. Sin embargo me he dado cuenta de que jamás podré demostrar afecto de esa manera (milagro será que en algún momento consiga demostrarlo). Aun así, hace unos meses escribí una entrada basada en uno de esos anuncios de movistar con el que sólo pretendía recordarme a mi misma como es ser una buena novia. La cosa es que sigo sin serlo ni pretendo cambiar, pero si quieres verlo no te apliques el cuento .

Este año no he sido muy buena que digamos, pero todo ha sido consecuencia de cómo lo he pasado y creo sinceramente que el karma me debe un favor.

-Que no, hombre, que yo quiero seguir como hasta ahora. +No te lo crees ni tú, que estás desesperada por volver a lo de antes. -Já, con lo a gustito que estoy yo ahora mismo voy a cambiarlo por el sin vivir de hace tanto tiempo que ni me acuerdo. +Admítelo, te gustaba ese sin vivir, te gustaba esa manera de vivir con sus rutinas y sus cortes continuos, te gustaba ponerlo de los nervios y así te ha ido, piensas que ahora puedes intentar cambiar pero lo cierto es que repites el mismo esquema. Él era el único capaz de soportarte y aun así todo acabó, piensa cuanto vas a durar esta vez. -Duraré lo que queramos que dure. Sí, es cierto, me gustaba ir cada día a verle y comer lentejas todos los viernes en su compañía, pero aunque te cueste creerlo, también me gusta como estoy ahora. También es cierto que no es comparable... o sí, y la verdad es que el ahora lo supera con creces, de la actitud tan sumamente egoísta y cerrada que tenía él a... bueno, él, creo que no hacen falta más explicac

Anoche vino Papá Noel a casa de mi tía Carmen. Era un Papá Noel curioso, tenía una extraña melena negra cayéndole por la espalda, una barba algo doblada para un lado, una barriga un pelín deforme y la voz algo menos varonil que de costumbre. De todas formas, cogió uno por uno a todos mis primos por orden de edad, desde el más pequeño hasta el más mayor antes que yo, preguntándoles insistentemente si habían comido lentejas. Nunca me gustó que Papá Noel nos visitara, me daba mucha vergüenza tener que acercarme a que me diera un regalo que nunca me gustaba mientras toda, absolutamente toda mi familia me observaba para gritar en cuanto hubiera cogido el paquete (porque claro, como se lleven más de cinco segundos sin pegar un grito yo creo que explotan). En fin, que por algún extraño motivo anoche deseaba que llegara mi turno, poder reírme a carcajadas cuando me preguntara si había comido lentejas y, sobre todo, que me diera un regalo que no me gustara y hacerle toda la fiesta del mundo. S

Esta noche es nochebuena. Y mañana navidad, como diría la canción. Estoy falta de espíritu navideño, eso salta a la vista, pero lo cierto es que me gusta la navidad. O al menos lo que ella supone. Por supuesto estaría mejor si nevara y estuviera todo cubierto de blanco y tuviéramos que ir tapados hasta las orejas, pero el ver a todo el mundo corriendo de un lado para otro comprando compulsivamente es algo que me encanta, y por supuesto el olor a castañas asadas y taparse por las noches hasta arriba con el edredón, todo es genial. Los gorros, las bufandas, las palomitas, las mantas y la escasa lluvia. En realidad creo que lo que menos me gusta de la navidad es la navidad (soy así de ilógica). Tengo que comprarme unos pantalones de pana. Y muchos, demasiados regalos. Además esta navidad tengo la sensación de que va a ser especial, y no solo para mí. Lo sé, el iba con h duele...

Las notas. Esas notas por las que me han quitado el "castigo" que me habían impuesto durante toda la semana. Sin embargo vuelvo a estar en mi casa como si fuera un día corriente salvo porque es mucho más temprano que de costumbre. Ahora estaría dando física y química, de la que nos hemos librado sólo por ser navidad. Pero lo cierto es que estoy algo (no mucho) deprimida. Puede que sea eso de que en un principio iba a venir pero después no y que me puede el orgullo y no le digo que se venga y bla, bla, bla... resumiendo, soy una estúpida, una estúpida que al final terminará llorando como una cría por perder lo que no supo querer, porque no consigo mentalizarme de que tengo que intentar, aunque sea por una vez, no ser la viva imagen de ese puto dicho (uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, dicen las malas lenguas), pero no, ¿cómo voy a hacer yo lo correcto por una vez?¿Puede ser posible que no me equivoque en algo? Pues claro que no, está claro que lo mío es estar sola.

Lo malo es que nos conocemos desde hace poco. Lo más malo es que me echan la bronca por bailar con él sin venir a cuento. Lo malo malísimo es que nos vemos muy poco (algo raro teniendo en cuenta que sólo nos separan dos metros de altura...). Lo bueno es que es un chaval con el que por ahora parece que me entiendo, lo cual últimamente me está costando mucho, y aunque no dé mucho tema de conversación por el tuenti, no parece ser un tío de esos tontos de los que tanto abundan en los institutos. Algún día secuestraré a sus baquetas y pediré un rescate a cambio, entonces tendrá que hacer lo que yo le pida, muajaja... pero qué malvada soy cuando quiero. En fin, resumiendo, que bueno estás tú.

Ella tenía razón, méchant es la palabra que mejor te define, qué persona tendría que ser para enamorarte de esa forma en tan poco tiempo (y después dice Paco que los flechazos no existen). Enamorarse, ¿realmente sé lo que significa eso? Supongo que sí, el resfriado se me estará pegando al cerebro y deliro un poco, es normal... o no. Me duele la cabeza, me duele el estómago, no puedo respirar por la nariz y podría hacer un huerto de pañuelos a mi alrededor, y lo peor de todo, no puedo dejar de pensar en ti. Bueno, sé que no es lo peor pero querría pensar en otra cosa para variar un poco en estas últimas semanas. Méchant , sal de mi cabeza por unas horas, déjame tranquila con mi sueño, o al menos ven para que no sea todo un simple fruto de mi escasa imaginación. Me paso medio año intentando buscar a alguien de quien enamorarme tan sólo para poder olvidarle; ahora que no me hacía falta apareces. Cariño, tienes que ajustar la hora que si sigues así llegarás siempre tarde.

Los finales de trimestre son curiosos. Te pasas los tres meses (de ahí la palabra trimestre) que dura quejándote de los deberes que nos ponen, de lo mucho que tenemos que estudiar, y sin embargo la última semana antes de navidad hasta echas un poco de menos tener que atender a alguien hablar. Te quedas sin absolutamente nada que hacer. Tampoco es malo, podría pasarme el resto del curso así, pero no... así, como ahora mismo. Pero qué miedo da todo.

Todo por no perder un amigo. Todo... por no dar nuestro brazo a torcer. Sé que soy una orgullosa pero tú también lo eres. Te he llamado tres veces y las tres estaban comunicando, no voy a llamarte más, en este momento sólo quiero atravesar un espejo y perderme en el País de las Maravillas. Cómo si fuera verdad que te puedo olvidar en momentos determinados, ¿no? Y dices que me conoces, y crees conocerme. Ojalá lo hicieras, ojalá fueras capaz de entender que te quiero con toda mi alma y que por mucha sarta de gilipolleces que pueda decir nada va a cambiar. Ahora bien, él también es mi amigo y tampoco quiero perderlo. Llámame egoísta, pero ya perdí a muchos por culpa del amor y no quiero perder a otro más. En fin, ya que no estás dispuesto a coger el teléfono ni tengo valor como para mandarte un mensaje o decírtelo todo a la cara, simplemente, lo siento, de nuevo.

El invierno está cerca. Un año más llega navidad, año nuevo, reyes... qué ilusión. En realidad me da igual, estoy de un apático que no es normal, supongo que será la regla. Todos los años hago dos cartas a los reyes, una con las cosas materiales que quiero y otra con los deseos que quiero que se cumplan, y por supuesto el uno de enero escribo en un trozo de papel mi deseo más primordial y lo escondo en un sitio que nadie conoce. El año pasado no lo hice, y aunque deseé con todo mi corazón que se cumpliera el deseo que no escribí, supongo que no era suficiente, o que el universo quería darme una lección por algo privándome de todo lo que amaba. O simplemente sabía que no era lo correcto estar donde estaba, y tan sólo tenía que darme cuenta yo sola. Misterio. En fin, este año pediré... no sé lo que pediré, o sí, el caso es que esas cosas no pueden decirse porque sino no se cumplen y quiero... necesito incluso que se cumpla. De todas formas, este año sólo quiero una cosa.

Ahora te echo de menos. Supongo que por el misterio de que puedas no venir en lo que queda de día. Me pongo a pensar y termino recordando la conversación de ayer, ¿y si te has suicidado? Jamás me lo perdonaría. Sé que no te has suicidado pero tampoco estás aquí, así que como consecuencia te echo de menos. Por esa estúpida idea que se me ha metido en la cabeza de quererte. Y quería hablar contigo. Y escucharte. Hablar y tocar. Después de tanto tiempo volver a estar allí donde ambos estamos a gusto. ¿Cómo demostrarte que te quiero si tan sólo muerto por dentro cuando no estás aquí? Claro que eso no importa pues no puedo demostrártelo ya que si tuvieras manera de estar de cuerpo y alma presente no escribiría esto, no me haría falta, sólo te miraría de vez en cuando y observaría tu cara risueña para sentirme feliz por estar simplemente en la misma sala que tú.

Acabo de borrar tu número de la agenda del teléfono fijo. Creo que era la última prueba que quedaba (aparte de mis innumerables cartas contándote mi vida, pero como realmente no hablo de ti no sirven) de que pasaste por mi casa. Acabo de sentirme genial conmigo misma.

Hablando de coronas, yo quiero una de repuesto para perderla en la infinidad del mundo y quedarme luego con la verdadera a gustito en mi sofá viendo una película con ella. Si saliera mal con la auténtica no me lo perdonaría. Claro que sólo son unas estúpidas coronas.

Tú con carrera en el amor y yo en primero de la ESO para estudiar el primer beso que me diste. Y aparte de la pata, el corazón de madera también, para no sentir, para no padecer. Simplemente se quedó dormido, dejen que descanse, que descanse en paz. We are young, we are strong, we're not looking for where we belong. So I am, still waiting, for this world to stop hating. Yo sólo busco que me tiemblen las piernas. You talk about me, you talk about you. 'Cause we belong together now. Te vas pensando en volver. It's so cold, so cold... Just look at me.

Acabo de leer la entrada de una amiga en su blog y me he acordado de una historia que escribí hace un par de años como trabajo para lengua. Nos hicieron leerla y recuerdo el miedo al rechazo que tuve en ese momento, pues todos escribían sobre cuentos fantásticos acerca de niños que encontraban a los Reyes Magos y yo no lo hice así. Fuera como fuere, aquí está. Seguía siendo veinticuatro de diciembre, y por mucho que él pensara en ello no conseguía que el tiempo pasara más rápido. Odiaba ese día, y odiaba esas fechas en general. Todos los años lo mismo... Era mediodía y ya estaba deseando que llegaran de nuevo las clases, aunque no estudiaba mucho que digamos. Esa misma noche tendría que ir a cenar con su familia, sintiéndose completamente solo entre tanta muchedumbre, comida y villancicos. Siempre pensó que al año siguiente lo dejarían quedarse en su casa o salir a la calle, pero el día antes de la cena le volvían a obligar a hacer la maleta y a entrar en el coche, año tras

Escucho una canción de Pereza que tiene de estado una chica en el tuenti. Házmelo, dice. Cualquiera pensaría mal pero no, por una vez no es una canción semi porno de esas que tienen ellos. Hace unos cuantos meses habría escuchado esa canción y me habría puesto a llorar, citando sus letras en las que dicen " pero qué bien te veo desde que ya no estás conmigo" o " yo sólo puedo superarlo cuando estoy dormido". Já, diría que yo no podía superarlo ni cuando estaba dormida, ya que soñaba con sus besos, pero ahora... me río de esas canciones, melodías tan alegres escondiendo letras tristes, aunque esta parezca una entrada deprimente no lo es, soy feliz por primera vez desde hace más tiempo del que quiero recordar y también quiero demostrarlo. Así que aquí estoy, renovada y contenta, ahora en vez de estar depresiva y en momentos determinados volverme relativamente alegre, soy alegre y esporádicamente deprimente.

-Ahora eres tú la que está respirando fuerte. -Es eso o arrancarte la camiseta de cuajo.- claro que esto último fue producto de mis pensamientos, ¿cómo iba a decir yo algo así? Qué mundo de locos...

Hoy estoy nostálgica. Acabo de escuchar de fondo la canción de Sunday Girl y he tenido una sensación muy rara. Además estaba viendo las fotos de Cristina y había una en el patio del instituto donde sale por detrás Laura, lo cual me hizo pensar que si hubiera estado allí lo más probable es que hubiéramos terminado las dos encalomadas en la foto. Los echo de menos. Sé que aunque estuviera allí aún no habría cambiado nada y siempre estaríamos las chicas por un lado y los chicos por otro pero no puedo evitarlo, querría, aunque fuera por un día, estar en una clase de nuevo con ellos. Oh, ¿pero qué más da? Ahora lo único que hacen es criticar y criticar y... ah, sí, criticar, qué repetitivo. No debería tenerles cariño, pero aquí a repetitiva no me gana nadie.

Me planté delante del coche con la misma expresión de desesperación con la que me había dejado allí, pero también con una firmeza que segundos antes había necesitado y no conseguía encontrar. -Vamos, atropéyame, mátame, ¿qué más te da? Yo ya no tengo nada por lo que vivir, mi corazón le pertenece y como consecuencia nada ocurriría si le pasara algo a mi cuerpo. Ahora tan sólo quiero liberarme de este inmenso dolor que me oprime el pecho, un dolor que había olvidado, que creí no volvería a sentir. ¿Pero por qué?¿Tan malo es que ya no esté él?¿Tan importante es en mi vida como para que sólo pueda pensar en estar con él a todas horas? Supongo que sí, de no ser así no estaría plantada frente a un coche dispuesta a ser arrollada en medio de la calle... -pensé, pero el coche ya me había esquivado sin ninguna dificultad y proseguía su camino como si no hubiera estado a punto de cumplir la meta de mi vida en estos instantes.

En julio nos iremos a visitar Europa con el InterRail. Cogeremos a Javi y a Eduardo, una maleta con dos bragas, una chaqueta, las gafas, la cámara de fotos y unos cuantos condones del Mercadona y lo dejaremos todo atrás. Tendremos el título de la E.S.O. así que podremos trabajar cuando a Eduardo le duelan los dedos de tanto tocar el piano para pedir dinero, estaremos un mes por ahí y cuando se nos acabe el pase de tren cogeremos el primer autobús que pase y dará igual adónde nos lleve. Haremos el bachillerato a distancia y ahorraremos para comprar una furgona de esas hippies a la que le pondremos nombre, huiremos de la guardia real que querrá llevarnos de vuelta a casa, ¿pero qué mejor casa que esa? Todo es tan perfectamente perfecto, lo haremos, sólo hace falta hablar con los susodichos chicos, y si para julio ya los odiamos, pues nos vamos las dos y a la mierda todo, no nos hacen falta más personas para buscarnos la vida. Sólo nos falta algo de dinero y después todo será coser y cant

He leído una conversación del veintiséis de julio (um, ¿de qué me suena esa fecha?). Aquel día íbamos a ir a la velá, aquel día era la chica más feliz del mundo. Hablé con quien antaño fue alguien importante en mi vida, alguien por quien habría matado a quien hiciera falta si me lo pedía. Ese día nada podía estropearlo, pero él lo consiguió dando a entender que aún me guardaba rencor por cambiarme de instituto, alegando que cambiaría, que no volvería a ser la misma... por aquel entonces no entendía porqué decía eso, ni siquiera comprendía porqué le importaba tanto que me cambiara, pero me dolió tanto que dijera aquello cuando en el fondo sabía que si todo seguía igual nada cambiaría. Al final sí cambió un detalle pero, ¡sorpresa!, no fui yo quién cambió sino él, quién intentaba convencerme de que tanto cambio no era bueno porque repercutiría en nosotros al final tuvo razón, pero no fue capaz de aplicarlo a si mismo pues las personas no se dan cuenta de cuanto cambian en cuestión de se

Por un momento deseé que fuera él; todo era igual, sólo cambiaba él. Abrí los ojos pensando que nada había cambiado, esa tarde iríamos a ver a Pereza y seríamos felices juntos, pero en su lugar me encontré con sus ojos y su sonrisa. En ese momento me di cuenta de cómo había cambiado todo, en un año había pasado de confesarle a un chico que quería acostarme con él a estar en sujetador tirada en una cama al lado de una virgen y dos angelitos. No, nada volvería a ser como antes, no podía hacer nada por cambiar el pasado, pero también era cierto que en ese momento no quería que nada cambiara, no pondría en su lugar a alguien que no fuera él, porque él tenía que estar allí y nadie más, porque después de todo, por muy mal que lo haya pasado, por muchas lágrimas que haya derramado por gente que no lo merecía, por muchos intentos desesperados de buscar amor donde no lo había, éste no está siendo un mal año (al menos de septiembre para abajo) y pese a que ahora no tenga a quien mandar un mensaj

Hablemos de blogs, en concreto de éste, pues a veces recibo ciertas quejas anónimas sobre los temas tan variopintos (sarcasmo) que tengo. Lo siento, no puedo hacer nada, no tengo otro tema (ni siquiera voy a decir interesante, porque éste tampoco lo es) sobre el que hablar y ciertamente un blog está para escribir sobre lo que se quiera y yo quiero hablar de esto, principalmente porque no tengo otros problemas. Triste pero cierto. Siento los problemas que puedan acarrear mis entradas pero, ¡joder!, ni siquiera estamos saliendo, aunque se me pasara por la cabeza hacerlo no sería ponerte los cuernos. Uy, se suponía que eran quejas anónimas...

Es extraño (ya empezamos...) , quiero mirarle. Desde aquella tarde hiciste algo que ahora no consigo entender, ahora, después de haberte evitado durante las dos primeras semanas de clase, lo único que quiero es que volvamos a ser los mismo de antes, desconocidos que de vez en cuando congeniaban, personas que hablaban de todo, amores incondicionales a profesores de biología... absurdo, todo es absurdo, raro, extraño (por dios, esto parece la canción de Maldita Nerea) y no quiero quería que cambiara, ¿quién me mandaría a mí confesarte mi supuesto amor pasado, y mucho menos querer, o hacerme la vana ilusión de estar contigo? Yo quería quererte, después de todo me hice tantas falsas esperanzas al saber que seguiríamos juntos. Evidentemente, no sirvió de nada, y ahora te veo con el pañuelo palestino verde, tu perilla y tus pendientes y me pregunto si en alguno de esos múltiples encuentros casuales en medio del pasillo me mirarás. Al final terminaré chocándome contigo y no me reconocerás,

No nos hacían falta espías, no necesitábamos vuestros consejos. ¿La verdad? Que aquel que os dijimos ser nuestro primer beso no es del todo cierto. Beso, sí; pero no el primero. El primero fue esta tarde, en un lugar indefinido entre el parque de María Luisa y los Remedios, después de una tarde basada en mentiras a parientes cercanos sobre identidades y la búsqueda sin ímpetu resultado de Imaginary. Pero todo daba igual, estábamos los dos y todo era perfecto, perdón por decir esto, no os digo que desprecie lo que hicisteis, sólo que no era necesario, aunque no fuera el día D, siguió siendo perfecto porque después de todo estábamos allí y aún quedaba mucho tiempo que estar dando vueltas sin sentido por Triana.

Tu bi as aganst de guorld. Y escondido tras las playas duerme mi primer amor . Te quiero . "Puede que ya sea tarde, pero... [venga, di que quieres quedar conmigo, di que aún me quieres] siento haberte dejado". Bueno, eso también vale, ya tengo al mío. Ey, chico, estoy aquí, ¿me ves? Yo a ti te veo todos los días aunque no lo sepas. Soy esa chica a la que una vez le pediste salir. Oye... ¿no eras tú el que estaba enamorado de mí? ¿No eras tú el que pasaba de mí cuando intentaba comportarme como una persona normal? Sé que no fue culpa tuya, pero es que he visto tu imagen en el reflejo de un cristal de una foto que tenía en el móvil, tan sonriente, y no he podido evitar recordarte. Hay que ser torpe . Sueña que sueña la estrella . ¿Sabes que después de todo no te guardo rencor? Te quería, como quise a todos los demás... bueno, no, a ti te quise más que a ninguno, ahora mismo no podría compararlo con nadie, pero todo a su tiempo, no hay prisa ninguna. Por un momento me d

-Es curioso.-dijo él. -¿El qué?-pregunté yo. -Ayer dije que no nos íbamos a liar nunca...- empezó a decir, pero se quedó callado de repente. -¿Y? -Que ahora me están entrando ganas. No pude ver la expresión de su rostro, pues quería seguir con los ojos cerrados aferrándome a su cuello pasara lo que pasase, pero de alguna manera hizo que me conmoviera el tono con el que dijo aquella frase. De alguna manera le comprendía, sentía el mismo deseo apoderándose de mí, claro que jamás dejaría que unas burdas cosquillas en el cuello llevara a una acción de la que después nos arrepentiríamos. Pero qué injusta soy, sólo porque quería permanecer un poco más de tiempo del mismo modo... Y después de todo un simple pico hace que se me acelere el corazón, eso no puede ser bueno.

Se sintió tan mal como el día que leyó sus palabras... quería llorar, quería gritar, quería desaparecer de aquel mundo de césped verde y hojas marrones, un regalo material que por un momento imaginó tener muchos significados inmateriales estaba desaparecido en la inmensidad de aquel prado finito y no pudo encontrarlo por mucho que deseó hacerlo. Ahora lee de nuevo esas frases que escribió en un momento indeterminado, sintiéndose una persona horrible porque después de todo lo era, no sabía querer y lo sabía, era una orgullosa sin corazón y lo sabía, mentiría antes que demostrar sus sentimientos y aunque le dolía lo sabía, lo peor de todo era que no podía hacer nada por evitarlo. No debería estar así, simplemente no debería estar, lo mejor que podía hacer era desaparecer para no hacer sufrir más a las personas que quiere, no quiere hacerlo, todo empieza como un simple juego de "sí, no, sí, no" y terminamos viéndola llorando en la azotea desconsoladamente por una nueva relación

Pues el caso es que anoche yo era feliz hablando de mi futura pérdida de la virginidad y llamando a este muchacho medio fumado (por no decir enteramente). Espiamientos, mensajeamientos, ¿pero es que no teníais nada mejor que hacer? En fin, yo era feliz hasta que soñé contigo. Contigo, no con él, contigo, un sueño en el que todo parecía un día normal, tú pasabas de mí y yo intentaba llamar tu atención. Nunca había soñado contigo, ¿por qué tenía que cambiar? Ahora tengo miedo. Ayer fue un día distinto, un día de cambios, con mensajes subliminales en los -0' 3 3 periódico, árboles por los que me echan la bronca, ayer fue el día en el que todo ha cambiado, fue veintiséis, y los veintiséis son especiales.

Después de haber pasado una de las mejores noches de mi vida (digo noche porque la tarde no se pudo considerar buena ya que estuvo basada en vampiritos y lobitos), la bronca de mi madre por no haber guardado la ropa y todo ese estrés, sólo quise ducharme. Pero la ducha parecía un asesinato surrealista, con chorreones morados cayéndome por todo el cuerpo, pensé que después de esa maldita hora en la peluquería todo aquel tinte era una farsa. Claro que al mirarme al espejo comprobé que todo seguía donde tenía que estar. El morado con el marrón y el marrón con el morado. Pero el susto me lo llevé igualmente. Además quería que se quedara a dormir, después de todo hoy es veintiséis...

Al final fue lo mismo. Eché de menos tu felicitación. Cosa demasiado absurda como para tener explicación, ¿qué es lo que echo de menos de ti, si casi ni te conozco? Pero yo te quiero, a ti y a nadie más, ¿quiénes son ellos en mi vida, si ni siquiera están en ella? Te veo en la rotonda, te veo en el pasillo, pero qué guapo estás, me agobias con tanto abrazo y tanta expulsión que después me sienta mal, no tiene sentido. Me hablas, ¿y por qué no me hablas? Quiero que me hables, quiero escucharte, quiero... ¿estar contigo? Que de preguntas que no puedo responder, encima las escribo sin saber muy bien el porqué, no sirve de nada, estoy loca, el violeta no ayuda a que las pocas neuronas que tengo vayan más rápido. Te quiero, ¿a quién? A ti, evidentemente.

Todo empezó siendo un día normal. Me levanto, me visto, desayuno, me lavo la cara, los dientes y nos vamos al instituto. En cuanto Pilar se enteró de que era mi cumpleaños, me dio un beso y un abrazo, nada fuera de lo común. Muchos "felicidades" y cosas por el estilo, todo normal. Hasta que llegó él con un collar. Un collar con una llave que representa la de su corazón, pero qué tontería. Pues no acababa ahí, después un clavel, una boina, una caja de Ferrero Rocher y dos tabletas de chocolate blanco marca Mercadona. "Este chaval no está normal" fue lo único que se me ocurrió pensar. ¿Había alguien que no supiera que era mi cumpleaños? Si lo había dejó de vivir en la ignorancia cuando en mitad de la clase de inglés apareció con una tarta de chuches y dos velas encendidas. Fuuuum, la clase entera mirándome, diciéndome que le diera un beso por todo, creía que iba a morirme, qué ataque de pánico más tonto. Cumpleaños feliz en francés, en inglés y en español, unas palabr

No siento que mañana vaya a ser un día especial. Bien es cierto que no lo es, así que da igual.

Mientras mamá y el abuelo discuten sin parar sobre la putrefacta comida de la residencia, me he puesto a mirar esa pésima revista de cotilleos llamada Pronto, datada de principios de septiembre. En ella, entre la duquesa de Alba y Belén Esteban, había un reportaje sobre la visita del papa a España. En un principio no me llamó la atención lo más mínimo, pero quería contrarrestar los gritos de mi madre así que me puse a leer los pies de foto con el fin de reírme un poco de esos pobres desgraciados que no tenían nada mejor que hacer que amontonarse para no ver a un señor al que no se le entiende ni una sola palabra. De repente vi un nombre, un lugar, Cuatro Vientos, ¿de qué me sonaba a mí ese sitio? Claro, él había estado allí junto a todos esos pobres desgraciados, allí conoció a la persona con la que ahora se me compara. Todos tenemos alguien con quien comparar, él con ella, yo con él, no tengo otra opción. Necesita sentirse querido, yo no sé querer, pero pese a todo... estoy empanada

Oh, me guarda rencor. Oh, ya no soy lo que en un momento de mi alocada vida fui para él. Oh, ya no es lo que desde hace meses quiero que siga siendo para mí. Ahora, después de tantos años, después de tantos secretos y tantos abrazos, volvemos a ser extraños el uno para el otro. Y me duele, pero es lo que hay, la gente cambia y no voy a volver a vivir una ilusión sólo porque sea más fácil que admitir la realidad.

Tengo un paraguas amarillo. Y es verdad, por primera vez en mi triste vida tengo un paraguas amarillo. Es muy especial, me comprende, cuando queremos podemos ser uno solo. Me resguardará del frío y siempre querrá cuidarme, estoy segura. Por supuesto tendremos peleas y enfados por culpa de su rigidez o de mi locura, pero son todo minucias sin importancia. Me costó encontrarte, pero al fin lo hice... bueno, teóricamente fue gracias a mi madre pero el caso es que estamos juntos. Gracias por un regalo de cumpleaños adelantado tan especial, supongo que te habrás pateado toda Sevilla para encontrar un paraguas amarillo pollo y que no te tomen por loca. Tengo un paraguas amarillo chillón plegable y además un chubasquero amarillo que hace juego, soy la chica más feliz del mundo.

Me piden que te olvide. ¿Cómo voy a olvidarte si ya lo he hecho? Puede que no sea feliz en la soledad, pero tampoco se sufre. Está él, está él, está él... tantos ellos. Disfrutar de sus frías y húmedas calles con mi chubasquero amarillo (a falta de paraguas amarillo). Y sin embargo sigo teniendo la sensación de que todo esto es un juego macabro. Al final terminaré hecha blandiblú chungao. Se sigue prefiriendo la guitarra. Vestidos de terciopelo negro guardados castigados sin amigos. Seamos emos... o mejor no.

Hay gente que habla de un mundo personal alejado de la Tierra que todos tenemos. Un mundo en el que cada uno puede ser como quiera. Algunos dicen que serían felices en ese mundo si lo compartieran con otra persona especial, alguien que dice ser su alma gemela, con la que tienen tanto en común que pueden compartir hasta el más mínimo detalle de sus vidas. Ahora me pregunto, ¿quiero estar con alguien en ese mundo fantástico del que dudo su existencia? Lo más probable es que sí, pero aún no lo he encontrado y en el momento en que lo haga dará igual, pues él no querrá compartir su mundo conmigo. Él , nótese el género, supongo que es ley de vida, quieres compartir algo importante con alguien a quien realmente amas, y excepto para los homosexuales, siempre es alguien del otro sexo. Me parece algo inútil, los amigos (los de verdad) no te traicionan, no te mienten, ¿por qué entonces nos empeñamos en sufrir, en pasarlo mal? Supongo que es cuestión de tradición, de seguir cometiendo los mismo

Simple, puede, pero no quería coger un vídeo en el que se viera lo mucho que se quieren Edward y Bella, para eso ya está el cine y personalmente no me gusta esa saga, pero sí la canción, y con ella un perdón que no quiero ni puedo esperar a mañana para decir, aparte de que seguramente no sería capaz por vergüenza, no orgullo, de eso no tengo desde hace mucho tiempo ni falta que me hace. Es extraño cómo me sentí. Principalmente estúpida por no haberme dado cuenta de que no lo había dicho. Estúpida, sí, esa palabra podría definirme, y odiosa también, es algo que llevo (como diría mi profesora de lengua) a jierro en el brazo. Se me acaba de pasar por la cabeza escribir lo siento en muchos idiomas usando el google traductor, pero me parece una cosa bastante deplorable e inútil, después de todo lo único que quiero decir es lo siento, y no hace falta escribirlo en muchos idiomas para que parezca más verídico, teniendo en cuenta que casi nada de lo que escribo o digo parece verídico.

Hoy te he visto. Supongo que habrá sido a causa del shock emocional que estaba sufriendo en ese momento pero por un momento el mundo se tambaleó al ver tu sonrisa borrosa y tu chaleco verde con rayas de un color indefinido. En fin, pasado el momento, sólo me hizo falta reconstruirme de nuevo, cosa que aún estoy intentando conseguir.

He aquí una canción curiosa. Una canción que en un principio aborrecí y después amé para después volver a aborrecerla pues con ella venía siempre el llanto estridente del despecho. Me recorrían unas ganas inhumanas de acabar con todo cada vez que la escuchaba. Una canción que en un momento nos describió, que era perfecta para ambos, pues cada uno superaba el orgullo del otro; era nuestra canción al fin y al cabo. Esa canción hizo que volviéramos a estar unidos después de aquel peculiar tres de diciembre, me pregunto si alguna vez la escuchas, yo intento no hacerlo porque si por un casual aparece y no la quito empiezo a llorar como si nada hubiera cambiado. Por eso estoy escribiendo esto, porque por un casual ha aparecido, no la he quitado y se me han caído dos lágrimas y un corazón como si nada hubiera cambiado. No os confudáis, no me gusta pereza, nunca me ha gustado.

Me gustaría hablarte. Es estúpido, I know , pero me gustaría volver a lo que éramos de vez en cuando el año pasado, a esos mensajes respaldándonos en nuestra mutua compañía para no sentirnos solos cuando empezara el curso, a los dos besos esporádicos sin tiempo para entablar una mínima conversación, a tus palabras y mis oídos, quiero verte por el pasillo y saludarte, no hacer el ademán de clavarte un cuchillo por la espalda, querría que dejaras de evitarme, de intentar no encontrarte con mis ojos, sólo quiero olvidar lo que pasó aquella tarde... Está claro que tú no me perdonarás nunca por mi supuesta lentitud, algo que no entiendo del todo, ¿de verdad pasaría algo entre nosotros si hubiera sido más rápida, si te hubiese dicho "sí, quedemos... me encantas"? No lo creo, relaciones serias, relaciones contentas, relaciones al fin y al cabo, y no era lo que querías, yo sólo quería estar más tiempo contigo, quizás si nos lo hubiéramos planteado de otra forma todo habría sido dist

 Después de todo, es mi canción. You got burned, but I'm the real loser...

Definitivamente soy la excepción que confirma la regla. Y decían que a la tercera iba la vencida, ¡pues no!, fíjate qué raro viniendo de mí (nótese el sarcasmo). ¿Adónde han ido esas promesas que hice a principios de curso?¿Ya las he olvidado? Cómo se nota que tengo una memoria algo estrambótica. Pero da igual, es algo a lo que ya me he acostumbrado, con razón no tengo otro tema del que hablar. Ya está, punto final, o seguido, o coma, o punto y coma, algo, cosa extraña que se pone cuando no se sabe qué poner, estoy sin inspiración.

Hoy es uno de esos días en los que me parece que lo mejor que podría hacer sería morir, un día en el que lo único que quiero es encerrarme a oscuras en mi habitación y escuchar sin parar canciones de Extremoduro y Pereza, aburrirme de todo, llorar, quiero llorar, llorar hasta deshidratarme y tener una unión simbiótica con alguna canción triste y horrible que ni siquiera me guste, para dejar al resto de la humanidad sin mi presencia porque no quiero estar aquí, no quiero estar con nadie, sola yo con mi tristeza y mi desesperación por algún motivo extraño que ni siquiera yo conozco. Laura volverá a reñirme por estar depresiva y volverá a sacarme una sonrisa, pero en el fondo seguiré igual, porque es algo que mis amigos no pueden arreglar por mucho que lo intenten, sólo quiero estar sola, y a poder ser durante mucho tiempo, cuanto más mejor.

Que tengas una buena última noche con tus trece años... siento mucho no poder irme contigo mañana, pero en fin... te quiero, mucho, así que ya habrá más cumpleaños en los que estaremos juntos. Hacer limpia en el móvil tiene sus pros y sus contras, entre los cuales están esos mensajes que me hacen pensar en cómo han cambiado las cosas en tan relativo poco tiempo, en qué pasará el año que viene volviéndote a ver unas cuantas horas al día, si todo mi mundo volverá a tambalearse por tu culpa después de tantos meses buscando algo parecido a la tranquilidad emocional, porque si ya conseguiste que me enamorase hasta la saciedad de ti, ¿quién dice que no podrías volver a hacerlo? En fin, ahora mismo no importa, ya arreglaremos las cosas en el hipotético caso de que pase algo en un futuro algo lejano.

Aún no ha acabado el día, aún puede acabarse el mundo, eso no me lo había planteado. Si lo hiciera, ¿estaría contenta con lo que he hecho esta tarde? En realidad no me arrepiento, pero sí me arrepiento, y perdón por escribir sobre esto pero total, si al final hay un cataclismo todo dará igual. Necesito recomponerme después de lo que ha pasado hace menos de media hora, o más bien de lo que no ha pasado, o de lo que ha pasado mal, no lo tengo claro. Absurdo , todo se contrae en esa palabra, después de todo las personas más o menos ebrias terminan llevando razón. Pregunta qué problema tengo. Aish, esa manía que tengo por guardarme las cosas va a terminar pasándome factura. De ellos no estoy enamorada; de él, cada vez estoy más segura de que sí. ¿Pero qué prisa hay? Me asusté, sí, tengo miedo, suele pasarme, es algo normal, y como dicen las malas lenguas, quería encontrar el momento perfecto , y aquél no lo era.

Quizás debería plantearme eso de que me esté enamorando... No, me da pereza.

Ayer vi el último capítulo de Glee (sí, todos tenemos gustos que no tienen que ver con nuestra personalidad, el mío es ése) y me hizo replantearme mi vida. Lo cierto es que llegué a la conclusión de que no quiero ser más la viva imagen de aquel estúpido dicho, no quiero desaprovechar más las oportunidades sólo porque tenga miedo de no ser perfecta en todo. Que sí, pues sí; que no, pues no, a la mierda las pajas mentales y las paranoias para analizar una mísera frase, no merece la pena. Seamos impulsivos y atrevidos por una vez, tanto mal no puede hacer; y si lo hace, pues que lo haga, ¿qué más da? Sé que me retractaré y que terminaré siendo igual que antes, analizando las palabras hasta la saciedad, pero al menos así puedo leerlo de vez en cuando y recordarme que en algún momento me prometí ser diferente, y puede que algún día lo consiga y dejaré de sufrir tanto por todo, de mientras yo soy feliz, o me lo digo para intentar creérmelo. Hola, soy La Maga (según algunos de Baviera) y

Sólo quiero sentir lo mismo que cuando estaba con él, ¿es mucho pedir? Sólo quiero tener la certeza de que todo lo que me importa en este mundo está mirándome sonriente cada vez que le vea. Quiero ir cogida de su mano y que la gente se extrañe por vernos juntos. Quiero llorar como una cría porque los planes se me vayan a la mierda y quiero escribir folios y folios en los que básicamente le diga que le quiero. ¿Dónde estás? Futuro tú, como dicen algunos, futura persona que me quitará el sueño, como sea, me da igual, sólo quiero que me busques y ya de paso que me encuentres, a ser posible en un corto periodo de tiempo, esto no puedo hacerlo yo sola... Continúa en  un blog algo más privado  porque a causa de una petición anónima no puedo escribir ciertas cosas aunque no tengan mucho que ver.

Ojalá pudiera entenderle. En realidad eso es algo que dejé de intentar hace ya cierto tiempo, sólo quiero saber quién soy para ti (¿te suena?) porque me da la sensación de que ni tú mismo lo tienes claro, te contradices de una manera inimaginable y a mí que no hace falta nada para liarme no entiendo lo que dices, ni mucho menos lo que escribes. Si al menos por una vez fueras algo prosaico en lo que a tus sentimientos se refiere en vez de tantos quebraderos de cabeza todo sería más sencillo. O no. En realidad estando yo ya es complicado, pero... en fin, ya no sé ni lo que digo, sólo sé que no me gusta enfadarme, y menos que se enfaden conmigo, y menos menos (sí, me repito) que tú te enfades conmigo.

Trastorno. ¿Podría decirse que es eso lo que siento? A cada minuto que pasa me voy dando cuenta de lo mucho que le temo a esa maldita palabra, la palabra que me hizo ser feliz para después arrebatármelo todo sin derecho a rechistar. ¿Amor? No, el amor es algo que nunca me ha dado miedo porque ya estoy acostumbrada a vivir con él; eso sí, siempre a escondidas y mejor cuando ni yo misma sé que lo siento. Relación. No la relación que tienen todos los seres vivos con el medio en el que viven, sino ese contrato que se hace con otra persona en el cual declaran que quieren estar juntos por un tiempo indefinido. ¿Cómo son capaces de hacerlo, si posiblemente no se conozcan el uno al otro?¿Cómo van a saber lo que quieren o cómo hacer feliz a la otra persona? Las relaciones son para gente atrevida, sin miedo a experimentar nuevas experiencias, y ese, sencillamente, no es mi caso. Quizás lo sea algún día, cuando pierda la vergüenza y el pudor, pero por ahora lo único que quiero es pasear agarrada

No se enamoró de él, se enamoró de su forma de tocar el piano, era otra persona, y aunque temblaba cada vez que se acercaba más de lo acordado, escucharle allí hizo que todo lo demás dejara de tener sentido. Claro que después recordó de quién estaba hablando y decidió guardar sus sentimientos para la próxima vez que encontrara a alguien a quien querer.

Estoy aquí, esperándote (yo y mi manía de llegar temprano), estoy tan asustada que casi no puedo escribir de lo mucho que me tiemblan los dedos. ¿Pero esto qué es?¿Qué significa para ti? Sinceramente, tampoco sé lo que significa para mí, sólo sé que llevo temblando desde ayer cada vez que me acordaba de que hoy hemos quedado y tengo miedo porque no quiero cagarla y sé que lo voy a hacer, tengo miedo de que me cojas asco y no vuelvas a hablarme, tengo miedo a estar aquí una hora y no aparezcas, me parece que el corazón se me va a salir del pecho y no creo que sea bueno pero tampoco puedo evitarlo, estoy demasiado asustada como para poder controlarme, lo único que me tranquiliza es la música que no me deja oír nada más, así me creo que estoy sola y que todo lo que hay a mi alrededor son sólo imaginaciones mías. Doy vueltas a la columna gris y sucia esperando por un momento encontrarte al otro lado, después cambio de opinión y deseo que no vengas. No, no vengas, no salgas, no hagas que me

Acabo de perderle todo el cariño a la persona de la que una vez estuve enamorada y para variar, me rompió el corazón. Y todo por ver su nombre, qué fáciles y simples pueden ser las cosas de vez en cuando.

Hoy he tenido el sueño más raro de mi vida. Sueños dentro de sueños, clases mezcladas, la casa de mi abuela, un intento de beso, lentillas con pentagramas, la calle Pagés del Corro, ¿hay algo que tenga relación con otro algo? No. Y lo único que se me ocurre pensar al despertarme es que ya querría robarme algo importante el de Origen.

Estoy rara. Demasiados sentimientos, supongo. Salgo corriendo, te miro, me rompes el corazón, conversaciones vía folio, las entradas estas típicas que te hacen replantearte tu vida, ¿quedamos como novios o como amigos? Dame el boli después, ¡mentira!, tengo que prepararme el discurso que le diré a mi madre, espero que seas feliz, qué fuerte, prrrrrr prrrrrr mac, creo que estoy desequilibrada emocionalmente, algún día te diré que te quiero y lo diré en serio, y tú saldrás corriendo dejándote bolis por el camino.

Dice ella que tiene un algo especial. Todos se quedan mudos, pero sabía a qué se refería, de alguna forma, no sé, la entendía. ¿Estoy loca? Puede, pero me da igual. Prometí que jamás de los jamases me enamoraría, a no ser, claro, que fuera el amor de mi vida, y sé que él no lo es. ¿Entonces por qué cada vez tengo la sensación de que me gusta más? Él no siente nada por mí, tengo que dejarme de gilipolleces y centrarme por una vez en los estudios. Olvídalo, haz caso por una vez a tu cabeza y deja de crearte falsas ilusiones. Olvídate de tu regalo de cumpleaños. No seas estúpida, ¿es que no lo has pasado ya suficientemente mal? Además está con ella, no hacen falta más pruebas para demostrar que no tienes nada que hacer, aléjate, sabes que es lo mejor aunque por supuesto no me harás caso, te enamorarás, llorarás y todo volverá al principio con la excepción de que tendrás un amigo menos. No entiendo lo que dice, ni sé de él, y... puf, en realidad ahí se acaba todo, o al menos todo lo qu

Te veo salir, te veo entrar, te veo irte cuando no quieres estar, sin importarte nadie más que tú. Me suena tan raro que me digas que me quieres, aunque no sea cierto, me resulta extraño. Llámame loca, pero es así. ¿Yo te quiero? No, ya sabemos como soy, terminaré enamorada de ti en el supuesto de que tú me quieras de verdad y después me dejes tirada, porque no tengo remedio y además sé que tú no sientes nada por mí, si acaso el poco cariño que puede sentirse por alguien con quien hablas desde hace dos semanas y media mal contadas. Dios, ¿por qué siempre termino hablando de lo mismo?¿Es que mi vida es tan aburrida como para no tener nada mejor que hacer que hablar de un puñetero amor inexistente? Supongo que sí, debería suicidarme.

Yo... es que... soy más de Nesquik, aunque con algo de retraso, tenía que decirlo.

Después de tantos meses elaborando planes absurdos, después de tantos meses intentando olvidar aquellos planes absurdos, necesito creer que van a cumplirse. No hace falta que estés en ellos, en realidad preferiría que no estuvieras, pero quiero pensar que en algún momento tendré ese final feliz antes de volver a llorar. Quiero hacerme la pasota cuando me inviten a salir, quiero ver escenas de nuestra vida con música de fondo, quiero esos encuentros "casuales" y quiero que por muchas peleas que haya, pueda llamar a la puerta de tu casa y tener la certeza de que volverás a estar a mi lado, quiero un Fin que dure para siempre, quiero querer a la misma persona el resto de mi vida, quiero... que las comedias románticas tengan algo de cierto, si no voy a terminar mal.

Dimos miedo, dimos risa, la noche fue lo mejor, la noche siempre es lo mejor. ¿Dónde está tu pijama? Quién lo supiera... Debería haber estado allí vestido de vampiro, le pegan los vampiros. ¡Necesito salir de aquí a respirar H20! ¿En serio estáis adorando a mi grifo? Lo vuestro es grave... Hagamos fotos, tenemos que mantener el recuerdo de este día para el resto de la eternidad, ha sido demasiado genial como para pasarlo por alto. En realidad no tengo inspiración. Ninguna. Feliz post-Halloween.

Esta noche es Halloween. Una noche en la que, según algunos, sacamos nuestro verdadero yo a la luz. Si alguien se disfraza de vampiresa, es una vampiresa putilla, si se disfrazan de médico, es médico putilla, y así para cualquier disfraz. Sin embargo esta va a ser una noche como otra cualquiera, sólo cambia el atuendo, porque para variar están enfadados conmigo, lo que no saben es que me da igual, la vida es demasiado corta como para pasársela enfadada y si ellos quieren hacerlo, que lo hagan, pero a mí que no me metan. Ya estoy harta de tanta indecisión, de tanta hipocresía, por dios, que se supone que somos un grupo, tanto rencor no puede ser bueno, y no estoy dispuesta a tolerar que podáis cambiar así porque sí de decisión y que todos nos tengamos que adaptar a lo que hagáis. No mandáis sobre nada, y tú no tienes ningún derecho a decirme que yo me estoy luciendo por no dejaros venir cuando desde un principio ambos os negabais rotundamente a asistir a lo que se suponía que iba a se

Explícame una cosa... ¿por qué sigues leyendo mi blog? Si tan sólo escribo lo que no me atrevo a decir, o digo pero luego me arrepiento, o me arrepiento de no decir... Nunca quise hacerte daño, pero tardo tanto en hacerme a la idea de una cosa que cuando me mentalizo de ello ya es otra. Evidentemente seguiré escribiendo sobre ti, e incluso puede que te hable algún que otro día, pero no volveré a pedirte que quedemos, ni que nos veamos ni nada, sé que no quieres hacerlo y no quiero que te sientas culpable. Me olvidaré de ti como lo hice de él, aunque sinceramente espero no volver a llevarme seis meses deprimida. Si es que soy gilipollas, no tiene otra puta explicación, y encima el cambio de hora me trastorna más de lo que ya lo estoy.

Y dicen por ahí que soy impulsiva, que no pienso las cosas antes de hacerlas. Já. No es que siempre lo haya sido, es que antes me tiraba meses y meses para decidir una gilipollez y no me fue bien que digamos, así que quería cambiar. ¿La sorpresa? Que ahora tampoco me va bien, así que creo sinceramente que el problema soy yo, que no valgo para esto. Al menos has abierto los ojos dice él. ¿Por qué todos los tíos me tratan como si fuera una niña que acaba de empezar a vivir? Estas cosas me afectan más de lo que todo el mundo piensa, y quien crea que ahora mismo estoy bien es que no me conoce. No voy a dejar de creer en el amor, eso es algo que está ahí y siempre lo estará, simplemente no es algo que cuadre conmigo, no estoy hecha para ser feliz con una persona a mi lado, y aunque me duela todo al admitir que es cierto, sé que es mejor hacerme ahora a la idea, aún me quedan muchas noches que soñar contigo y no quiero pensar cosas sin sentido al día siguiente.

¿Y ahora yo que hago?¿Finjo que no me importa?¿Sigo escribiendo entradas sobre mis amigos porque no quiero acordarme de él? En realidad esto me parece una absurda pérdida de tiempo, pero lo deja todo tan abierto que no consigo dejar de pensar que a lo mejor... quepo en ese grupo, aún no te has olvidado de mí. Te echo de menos, y algún día te llamaré para sentirme realizada y aunque lo más probable es que hayas quitado esa (K) de mi nombre, lo curioso es que yo no he quitado los puntos suspensivos, por eso de que ahora me ha dado por ser optimista, aunque cada vez me duele más verte conectado y tener la certeza de que no vas a hablarme, y me pregunto si en algún momento piensas en mí, aunque en el fondo de mi corazón sé que ya no significo absolutamente nada para ti.

Las cosas y los cosos de unas y otros Así piensa Belver Mis historias de colores De Diario de Mr McCoy: Es, como dijo una vez Laura B, una chica peculiar. ¿Algo que me jode de ella? esa facilidad para encontrar amantes. Y digo yo, pero, ¿que es lo que tiene para que todos se enamoren de ella? no lo sé. ¿tan guapa es? ¿que tiene?... mi propia pregunta del millón... De ¿El paraíso existe?: Era y podria seguir siendo mi mejor amiga pero no soy su mejor amigo por lo que noseras la mia. Dices que soy muy pesado y a veces me insultas y m jode mas que cualquier otro insulto de otra persona, sea cual sea. Pero eres muy pero que muy simpatica y cada vez que me que estoy contigo me siento bien. Eres estupenda y aunque digas lo contrario me pareces guapisima sino porque te quise y te quiero un poco, ¿no dices que soy guapo? si fueras tan fea los chicos guapos no se fijarian en ti.

Después de tantos años (tres, es una eternidad) sin hablarnos, ahora que por fin volvemos a ser tú y yo, tenemos que serlo en todos los sentidos, no me importa nada mientras que podamos entendernos, porque esa cualidad nos describía y de nuevo vuelve a hacerlo, sabíamos cómo se sentía la otra. Cierto es que hemos cambiado (de llorar por no tener los deberes de francés a llamar zorra a tu profesora de artística) pero en el fondo seguimos siendo las misma personas marginadas y tímidas, que en el recreo jugaban a las brujas y hacíamos el telediario "Noticias Esquimales" aunque estuviéramos a junio. Ahora más que nunca nos necesitamos, nos comprendemos y cuando nadie nos quiere escuchar podemos hablar de lo mismo sin aburrirnos porque para eso nos pasa lo mismo, maquinemos planes malvados basados en tiza para torturar al amor perdido, hagamos que se sientan mal, finjamos querer al primero que pase por delante para sentirnos bien con nosotras mismas, seamos más impulsivas de lo q

¿Ves? No es tan complicado, y no te has muerto. Claro que ya plantarse ante la realidad de que has causado el desequilibrio emocional de una persona es otra historia, todo a su tiempo, ¿no?

Dices que todo el mundo pasa de ti. Qué ironía, teniendo en cuenta que al menos por mi parte, te lo buscas tú solito. Ahora mismo si me hablaras, te respondería, pero cariño, no puedes pretender que el mundo te eche cuenta cuando eres el primero que le da la espalda al mundo. Me dicen "llámale" y quiero hacerlo, o simplemente hablarte por el chat, en realidad lo hago de una forma indirecta, torturándome al darle para abajo mientras me pregunto si dejarás de estar ausente en algún momento, si te dignarás a dirigirme la palabra antes de desconectarte. Claro que nunca pasa eso. Me dicen "llámale" y por un momento creo que todo ha acabado porque no soy capaz de hacerlo, pero es que me da miedo lo que me digas, si no me lo coges, si me quedo bloqueada y no soy capaz de hablar, si me dices que te deje en paz, todo me da miedo, así que por ahora me limito a lo que se me da bien, que es escribir un rollaco sin sentido alguno esperando que tanta desesperación por leer te ll

Y jamás podrás negármelo, he conseguido sacarte un tema de conversación durante cada día de las dos últimas semanas, me has regalado una pulsera (a la que he decidido hacerle un ritual para quitarle lo que se supusiera que tenía de los rollos católicos) e hice que no llevaras las lentillas verdes durante una semana (ya sé que te voy a regalar por tu cumpleaños) así que, por si te acuerdas de la dirección y algún día lees esto, deja de engañarte a ti mismo y relaciónate, que tienes mucho que ofrecer y poco que perder. Ah, y deberías probar eso de estar un tiempo estable con una chica...

-¿Qué?¿Qué ha pasado? -*Pip, pip, pip* -¿Celia?¡¡¡CELIA!!! Tenía que llegar fuera como fuera, no podía quedarme allí sin hacer nada, no podía quedarme impasible ante la idea de que mi mejor amigo fuera a morir, claro que al despertarme empapada en sudor dejé claro de que sí me había quedado sin hacer nada, aquello me creó un trauma, tenía que hablar con él, en el fondo de mi ser tenía la extraña sensación de que su vida corría peligro. Nada, no le vi, era una gilipollez, ¿cómo iba él a estar mal por un estúpido sueño? Tenía razón, y lo corroboré el lunes, pero no por ello me alegré menos de verle. Raro como una vaca verde con los cuernos amarillos, gira en una órbita completamente distinta al resto de la humanidad, cosa que hace de él una persona admirable. Esa afición por no dejarme quedarme con sus cosas que sólo es comparable a la mía por quitárselas, pero es que me fascina que todo tenga un significado para él y quiero formar parte de ello. Tienes que teñirme

¡Ay, au, afuuu! Duele, ciérrate, agujero negro, no quería volver a verte por aquí, no tenía porqué volver a verte, pero aquí estás, oprimiéndome el estómago y haciendo que una vez más se me acelere el corazón por una falsa ilusión. Decía Juan que yo tenía esperanza, pero con esas palabras ya no pude más, aunque siga teniendo la dedicatoria, aunque siga poniendo esa frase por la que mataría, ya no es a mí, se acabó y ¿sabes qué? Me da igual, ¿por qué no ser felices? Sé que dije que no volvería a escribirte pero necesito que me leas ya que no quieres escucharme. Ahora mismo estás en la misma maldita situación que yo, ¿por qué no intentas arreglarlo?¿Por qué te empeñas en pensar que todo es horrible? Todo tiene su parte buena y su parte mala, y, vale, para qué nos vamos a engañar, no nos dio tiempo a tener parte buena... o puede que sí, después de todo, no me arrepiento de haber ido aquella noche a tu casa obligada, no me arrepiento de haberte dicho que te quiero... eso sí, de lo único qu

Según mi profesora de lengua, cuando sueñas con algo o alguien es que realmente tienes un problema con ese algo/alguien. Quién sabe, yo he soñado con muchas cosas/alguienes y no tenía problemas. O a lo mejor los tenía pero no me daba cuenta, estas cosas nunca se me han dado bien...

Por lo visto lo dijiste sin pensar. Por lo visto soy una repetitiva, pero si no sé hablar de otra cosa que no sea mi creciente depresión no puedo hacerle nada. Lo siento, no es mi intención aburrirte, aunque tampoco lo es que leas lo que escribo, eso lo decides tú, yo sólo pretendo hacerte partícipe de cómo me siento, en realidad podrías mirar las entradas de febrero, marzo o abril y sería más o menos lo mismo cambiando la persona que hace de mí un caos psicológico. No pretendo aburrirte, no pretendo hacerte sentir mal, no pretendo que te replantees tu decisión (bueno, puede que un poquito sí pero tú no me hagas caso). Sólo quiero hacerte saber que me hubiera gustado conocerte lo suficiente como para que no digas que estás harto de mí por criticarte, y ya de paso haber intentado hacerte feliz, aunque por supuesto no lo consiguiera. No escribiré más sobre ti, si quieres hablar, háblame, y si crees que es necesario que me digas lo que tengas que decirme a la cara, pues que

¿Te crees que soy una cría?¿Te crees que no sé lo que pasa? Oh, por dios, que aunque tú hayas tenido más novias, yo he vivido más desgracias y sé reconocer un adiós cuando lo veo. Pero bueno, de todas formas debo darte las gracias, me has ayudado a tomar una decisión crucial en mi vida con la que poca gente estará de acuerdo pero me da igual, es mi decisión y mi vida, y aunque lo más probable es que el viernes cambie de idea, por ahora me reafirmo en lo que creo, y no necesito del cariño o del amor de una persona para sentirme feliz y bien conmigo misma. Lo siento por lo que me pueda suponer esto, ya sea depresión, mala cara y llantos ahogados. Además de lo mucho que diré de ti estos días. Gracias por el blog y por lo perfectamente gilipollas que fuiste, que ya me conozco demasiado bien ese dicho de uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde y no quiero que me vuelva a pasar ni que te pase a ti. No te agobiaré, no te saludaré, no te volveré a mandar un mensaje ni inte

Escribo demasiado, me acabo de dar cuenta. Esta ya sería la quinta o sexta entrada del día, pero es que quiero decir tantas cosas... que por supuesto al final no digo porque no quiero cargarme las pocas relaciones que tengo. Querría decir que el corazón me da un vuelco en el mal sentido cada vez que te conectas. Pienso "genial, se ha conectado, voy a saludarle... ah, no, no puedo" y no es que no pueda, es que me lo he prohibido aún no sé muy bien porqué. Querría decir que el ser tolerante no es una de mis cualidades, y que por mucho que diga que no me pone celosa algo, ese algo me pone celosa, y mucho, demasiado... en fin. Querría decir que quiero verte, de alguna forma has creado un vínculo que ahora no consigo romper y me hace daño, más del que puedas imaginarte, pues no me merece la pena sufrir tu ignorancia, pero tampoco puedo evitarlo. Querría decir que has hecho que esté loca por ti y que a la vez planee cómo torturarte, y es una jodida putada que parezca que no existo

Crrk, clank, fshhhh, glp, ñeeek, plop, glin, glin, glin... Sonidos de un corazón desesperado por hablar que sabe que no tiene labios para poder hacerlo, ni valentía, ni modo de encontrar las palabras, ni oídos que lo escuchen.

En algún rincón de su perturbada mente pensó que, por algún casual, podría sentir lo mismo de nuevo. Volvería a ser feliz y contagiaría a los demás con su felicidad. La vida le volvería a sonreír y lloraría de nuevo para después consolarse pensando que podría verle un día más. Haría de nuevo una vida con futuro, sin casamientos, un/a hijo/a y un restaurante de alta cocina, previa universidad en Italia/Dublin/París/Nueva York. Planificaría cada día porque era lo que le gustaba, imaginar planes que después eran sustituidos por otros mejores, y prepararía de nuevo pasteles a rebosar de chocolate blanco en un intento desesperado de llamar su atención. Se empeñaría en querer demasiado, hasta la saciedad, porque era la única forma de la que sabía querer. Se deprimiría un día y otro por no poder verle por la tarde, le presentaría a sus amigos y él le presentaría a los suyos, serían felices juntos y harían un vídeo con sus voces jugando a matar gente. Claro que sólo fue un pensamiento, la rea

No me importa, no me importa, no me importa, no me importa, no me importa, no me importa, no me importa, no me importa, no me importa, no estoy hiperventilando, no le necesito, no me duele, no tengo la regla, no es importante, me da igual, no tengo ganas de llorar, no tengo ganas de gritar, no estoy llorando, me merece la pena, no lo estoy pasando mal, es una idiotez, puedo pasar de todo igual que lo hacía antes, no soy una niña chica, estoy tranquila, soy feliz, no estoy tiritando, no tengo escalofríos, la historia no se repite, no es lo mismo, es horrible, todo su ser es horrible y yo soy la mejor tía del mundo. Sequierotese, quítale el se y léelo al revés. No me importa, nada me importa, y quiero vivir así.

Algún día me daré cuenta de que sólo soy una estúpida necesitada de cariño y de tinte azul para el pelo, pero como ahora no consigo mentalizarme, he cambiado de estrategia. Todo, absolutamente todo, me da igual. Me da igual si quedamos, si no quedamos, si hablamos o no hablamos, si te enfadas o te dejas de enfadar. Me da igual comer, beber, la ropa que lleve puesta o los deberes que tenga que hacer. No me importa lo que pienses de mí, ni lo que me digas, nadie va a ser relevante en mi mundo a partir de ahora. Me da igual si te follas a un camión en medio de un desierto, o si encuentras la Atlántida, no me importas, nadie me importa, dejaré de crear mi vida alrededor de alguien y empezaré a no dejar que la gente construya la suya a mi alrededor. No quiero tener pactos con nadie, ni promesas, juramentos o contratos. No hay nada en esta vida que importe lo más mínimo, y a los que piensen lo contrario, bien por ellos si viven felices en la ignorancia. Ahora ni siquiera creo que merezca l

Y yo como una idiota deseando decirte hola , pero después de lo que ha pasado (de lo cual ya ni me acuerdo) no creo que sea lo más adecuado, así que miro tus mil quinientas fotos (chispa más o menos) de lo que era y sigue siendo tu vida sin mí. Me reconfortaba tanto mirarte, era como si así pudiera conocerte algo más de lo que tú me cuentas, con esas fotos en las que tú no salías, los montajes ñoños de "el juego del amor", eras tan sensibleras... pero no sé si lo sigues siendo, o si soy yo la que no te deja serlo, porque yo no aguanto que me hagan una foto en rosa llena de corazoncitos, o que nos peleemos por decir que el otro sale más guapo. Soy feliz con que me digas hola cuando te conectes, aunque después no sigamos hablando, aunque se me rompa el corazón por no poder quedar contigo un día más, aunque sólo quiera que estés conmigo y no sea posible, me da igual, sólo quiero que me saludes. Así que, sólo me queda por decir, que qué bien hicieron en ponerte brackets.

Sí, me enfado por todo. Sí, soy una quejica. No, ahora mismo no soy capaz de decir que soy feliz. No, no podría haberla cagado más. No, aún no sé cómo se pide perdón. Sí, debería plantearme eso de aprender. Sí, estoy enamorada de ti. Sí, me molesta casi todo y no puedo evitarlo. No, la mayoría de las veces que estoy contigo no te aguanto. No, jamás seré capaz de no enfadarme cuando algún plan se vaya a la mierda. No, si no quieres, no tienes que aguantarme. Sí, hazte a la idea, nunca seré una buena novia/rollo/amiga con privilegios/etc. Ni intentaré serlo.

Por mí puedes irte a la mierda. ¿Te crees que todo es una broma, que no voy en serio? Otra cosa no, pero cuando se supone que estoy en una relación todo lo hago en serio. No puedes pretender salir conmigo y que te de cosa ver a mis amigos, no muerden (no todos). ¿Crees que a mí no me daba vergüenza quedar con tus amigos mañana? Claro que sí, pero me daba igual porque quería estar contigo y ya de paso hacía amistades. Pero por mí como si te lías con la primera tía que veas en el sitio ese. No diré que me da igual, no me gusta mentir, pero no pretendas que yo te devuelva un beso cuanto tú sólo quedas conmigo si estoy sola, no voy a dejar de lado a mis amigos por ti, ni me enamoraré de gente que no quiere compartir lo que me gusta porque tenga demasiados prejuicios.

Te vas. Te vas porque no tienes ganas de nada y no puedo evitar pensar que esto me suena demasiado familiar y no me apetece volver a pasarlo igual de mal. Por supuesto no es culpa tuya que tenga memoria selectiva especializada en los malos momentos y que cada vez que me pasa algo, aunque sólo se parezca en un minúsculo detalle, me venga abajo. Claro que no es culpa tuya, ¿tú qué vas a saber, si no sabes nada de mí, si no conoces mi historia ni eres consciente de mi estado de ánimo altamente desequilibrado? Sólo somos dos desconocidos que por una equivocación terminaron haciéndose una foto cani. Ni siquiera quería volver a verte. No quería conocerte, no quería saber nada de ti, no quería volver a sentir nada por nadie, me da demasiado miedo tener que sufrir de nuevo, no creo que me lo merezca. Sin embargo no puedo evitarlo, mi manía por analizarlo todo una y otra vez no me lo permite. Ni tampoco el hecho de no saber lo que siento y los ataques suicidas/homicidas que esporádicamente toma

Ojalá me dieras alguna prueba para saber que aún existo para ti. Una mirada, un roce, algo, lo que sea, sólo quiero tener la certeza de que sabes que no me he muerto para no tener que planear las posibles e infinitas formas de matarte, no quiero tener que hacerlo. Pero está claro, has hecho tu vida y yo sólo fui una frase sin sentido perdida por ahí que el editor eliminará en cuanto lea tu autobiografía, y aún estoy planeando si matarte a pedradas o meterte en un cuenco gigante con un rallador y ponerme a rallar tiza hasta que te ahogues y te asfixies, porque te guardaré rencor durante el resto de mi triste y monótona vida por hacerme creer momentáneamente que sentías algo por mí.

Quizás, quizás, quizás... no haya valido la pena, todo sea una pérdida de tiempo, no nos merezcamos. Quizás deberíamos plantearnos pensar en todo, reflexionar sobre lo que de verdad queremos, en vez de estar la tarde diciendo que nos queremos cuando puede que no sea cierto. Me dolió lo que hiciste, nunca he sido romántica, ni me gusta especialmente el contacto físico, cualquiera puede probártelo, y sé que tú no eres como yo ni mucho menos, así que por un momento intenté parecerme a lo que de verdad querías que fuera, pero se ve que lo hago demasiado mal, o que no soy suficiente para ti. Nunca me enfado, lo he dicho y lo diré, pero eso no quiere decir que no sienta las cosas que pasan a mi alrededor.

Entonces dijo: -Yo he quitado la palabra imposible de mi vocabulario, es una palabra que no sirve. -Usa siempre improbable, es mejor. -¿Verdad? Es que imposible no suena bien.

Hoy no aguanto a nadie. Ni a mi madre, ni a la profesora de francés, ni al de tecnología. Tampoco a Rafael y sus continuas disputas con los vecinos de la calle, ni quiero mirar hacía la izquierda cuando paso por la farmacia para saludar a Juan. No quiero comprar el pan en el horno san Miguel, no quiero discutir si quiero o no ir a un parque de atracciones por Halloween, porque no aguanto a los que están en mi contra y, a decir verdad, tampoco a los que están a mi favor. No aguanto a Irene y sus peleas de almohadas a cámara lenta, y ni por un momento me hace ilusión subir a buscarle un disfraz. No aguanto el aburrimiento que me supone estar toda la tarde encerrada en casa, ni el hastío que conlleva ni a mi madre diciéndome que meriende. No aguanto a mi madre, sus comentarios que no vienen a cuento, sus continuas preguntas-indirectas, su manía de darme de comer hasta la saciedad, su excesiva preocupación cada vez que me ve algo menos normal de lo que debería estar y, sobre todo, no aguan

Tras esta reflexión de dictador he decidido irme al Polo Norte con La Maga y morirme allí de frío, acurrucadito con ella. Y a mí no me importaría, sino fuera porque por una vez no quiero morir, no quiero sufrir, ni quiero pasarlo mal. Ahora mismo sólo quiero vivir, y me da igual si es en  Dublín, en Roma, en París, en el Polo Norte o en Sevilla, pero sólo vivir, mejor si es acompañada, pero comprenderé que no queráis uniros a mí, soy una friki que sólo sabe hablar de series. Ahora bien, si somos felices, ¿qué más da si hay tema de conversación? No quiero morir, pero sí estar acurrucada, contigo o con quien quiera.

No sé. Ahora mismo más deprimida no podría estar. Tampoco es culpa de nadie, sólo de mis paranoias internas, pero necesito salir de aquí y no tengo con quién. Me siento una estúpida, toda la tarde dándole por saco a mi madre para que me dejara salir y cuando lo consigo no hay nadie con quien salir. Mi vida es una desgracia tras otra...

Marcas inolvidables, expresiones que hacen que se te salten las lágrimas, frases que no las entiende ni dios, canciones tristes, canciones alegres, canciones sin sentimientos, gafas con huellas, mensajes irrepetibles, cojines que huelen, folios que sienten, vestidos y más vestidos... Laura previendo futuros amores, la peste negra, calabazas, resplandores, facebook, libros que no consigo pasar de la página veintiséis, clases aburridas escribiendo hojas y hojas intentando esconderme de las miradas ajenas, cariño despilfarrado, amor olvidado, daño irreversible e incurable. Lentillas de gato amarillas, Lauren y un proyecto de vida inacabado.

Estoy alterada, estresada, nerviosa, puede que incluso me coma alguna uña... y creo que es en el buen sentido.

Quiero que la vida se parezca a lo que era antes. Sentir no sólo su recuerdo, sino esa inmensa sensación de emoción que lo abarcaba todo al pensar que el día siguiente iba a ser un día especial. Puede que después me llevara una desilusión, pero merecía la pena por sentir de nuevo aquel nudo en el estómago al imaginar las cosas que iban a pasar cuando me despertara. No, ya no siento nada, por no sentir no siento ni frío ni calor, estoy a cero grados, no soy feliz, tampoco desgraciada, la vida es toda una monotonía que parece no acabar nunca, y eso me duele en lo más profundo de mi ser. Todo es una sarta de absurdas horas, minutos y segundos que se mezclan entre sí y hacen pensar que después va a pasar algo inesperado. No, para mí no, ya no siento nada, soy una persona a la que una vez le atribuyeron un corazón de hielo, y cada vez estoy más segura de que tenía razón, por no sentir no siento ni la brisa acariciando mi piel ni las heridas que tengo. Ni el frío de la hoja de acero que un

Creo... que necesito una idea. Si quiero participar en el concurso de literatura, tengo que encontrar algo de qué hablar. No tengo imaginación, ¿así cómo voy a conseguir una maldita idea para escribir un texto más o menos largo? Quiero ganar ese concurso, quiero escribir una historia con su principio, su en medio y su final, pero sé que si no me inspiro pronto jamás lo conseguiré, y soy la menos apropiada para hablar de inspiración así que... se admiten sugerencias para posibles temas que den algo de sí.

Canciones que no se sabe si son tristes o alegres pero que irremediablemente te traen recuerdos tristes.

Una vez tuve un profesor. Era profesor de francés, el mejor que he tenido nunca, tanto en su materia como en general. Cuando estábamos en 1º de E.S.O. entró él, y al final de curso nos dio un discurso. Aún recuerdo cómo se me aceleraba el corazón cuando dijo que quería tenernos durante toda nuestra trayectoria a lo largo del instituto y bachillerato, y cuando entráramos en la universidad, él se jubilaría (nunca he sabido su verdadera edad, pero gira en torno a los cincuenta y tantos). Aquella idea hizo que me cambiara la forma de ver el instituto, no sólo era un sitio al que tenías que ir por obligación, quizás también pudieras pasártelo bien allí después de todo, y él era mi ídolo, le admiraba, tanto por su ímpetu como por la forma de dar clase. Ponía la vida en ello, quería que aprendiéramos más que nada en el mundo, aunque hubiera ciertos individuos que se lo ponían muy difícil. En 2º también nos cogió, pero la sobrecogedora idea de que lo más probable fuera que al año siguient

Es extraño cómo cambian los papeles en cuestión de días. Antes me asustabas cuando me encontrabas en el pasillo, me dabas dos besos de mientras que yo intentaba hablar contigo y te ibas. Lo cierto es que más de una vez intenté evitarte, quién sabe porqué, el caso es que ahora tú eres el que me rehuye, aunque yo no sea capaz de mirarte a los ojos sin que se me rompa el corazón. Ya lo séeee, soy una exagerada, ¿cómo ha podido ir todo tan rápido? Pues no lo sé, pero es lo que hay y te vas a tener que aguantar igual que yo. De todas formas, ¿ qué ha ido tan rápido? Porque sinceramente no ha pasado nada, ni falta que hace, y aun así el estómago me hace grrrr cada vez que creo verte por las escaleras. No es normal, eso lo sé con toda certeza, pero tampoco puedo hacer nada por evitarlo, al fin y al cabo es culpa tuya.

En realidad no sé si es verdad. En realidad no sé si es lo que siento, o si es lo correcto. Sí, lo correcto es, de eso estoy segura, pero he de admitir que estoy confusa, como siempre. Puede que haya sido un simple ataque de locura o de desengaño y puro hastío. Lo necesitaba. Estoy harta de que todo me salga mal, ¿qué hay de malo en sentirse bien por una vez? Pero ni aun así me siento bien, o al menos feliz conmigo misma. No. Mi vida gira en torno a los desastres amorosos en todos los sentidos, y ahora lo único que quería era estar bien durante un periodo más o menos indeterminado de tiempo, ¿pero es con él?, porque no consigo quitármelos de la cabeza, aunque sé que es él el único con el que puedo y debo estar. De todas formas, ¿qué es la vida sin el amor platónico?

Él la quiere. Ahora está claro, aún está enamorado de ella, pero ¿qué voy a decirle yo, que lo único que sé hacer bien es escuchar? No he podido decirle nada coherente, que pudiera hacerle sentir mejor, y eso me remuerde las entrañas. No soy capaz de verle pasarlo mal, y ni siquiera le estaba viendo. Jamás seré ella, nunca se me podrá comparar, pese a que intento por todos mis medios hacer sentir bien a la gente, sé que nunca lo conseguiré, por eso hoy quiero decir, simplemente, siento no ser suficiente.

Soy una puta. Y a mucha honra. ¿Aún estás enamorado de aquella a la que dedicas esa entrada de finales de mayo? No te guardaría rencor, incluso podría perdonarte eso de que no supieras quién es Barney Stinson. Pero mira que eras cani. Y exageradamente malhablado. El cole, el cole... ¿Quién iba a pensar que te dedicaría una entrada después de lo mal que me caíste cuando nos conocimos? Era un odio incluso irracional, no creo que fuera normal, sinceramente me parece que fui una envidiosa, porque conocí a alguien más friki que yo y eso siempre me ha molestado mucho. También es verdad que a mí me molesta casi todo... Pero, claro, lo malo es que hasta donde yo sé, tú no lees mi blog, y estoy en contra de los tablones del tuenti... ¡para eso está el blog, que encima es más bonito! Vale, lo sé, estoy empezando a delirar.