Donde duerme Totoro

Ella lloraba, allí, en aquel paisaje marrón y azul con algunas pinceladas de verde que aún se defendían del frío del otoño. Lloró después de mucho tiempo queriendo hacerlo, lloró porque ya no era capaz de continuar, porque todo su mundo, sus reglas, sus leyes, su rutina se había roto y no había sido consciente de ello hasta que fue demasiado tarde. Así que lloró para no ahogar su alma en lágrimas, lloró para no morir de pena, lloró por necesidad. No sirvió de nada, porque él no era consciente de su sufrimiento, él sólo la veía como la chica que había cambiado, la que lo había echado todo a perder, sólo era una chica. Nada más. Ya nada más.

Let's turn forever you and me...

"¿Qué es poesía? Dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas? Poesía es ver tu cara mientras te corres." -Turista En Tu Pelo.

Hoy me limitaré a decir "felicidades", porque ya no hay más que decir.

Ya no me siento yo misma. Tengo la sensación de haberme perdido, de no tener rumbo, de no saber adónde ir. Y es que ahora mismo todo carece de sentido, no entiendo nada de lo que ocurre a mi alrededor, sólo sé que quiero huir y no volver jamás, porque ésto no me merece la pena. Decimos que volverá a ser lo mismo, siempre queremos volver a lo de antes porque toda época pasada a nuestro parecer fue mejor. ¿Por qué?¿Y si es el ahora lo mejor?¿Y si sólo tenemos que darnos cuenta de eso para ser capaces de disfrutar lo que más tarde echaremos de menos? Yo llevo haciéndolo toda la vida... llegó un momento en el que sólo era feliz recordando, rememorando momentos pasados, vivía en una burbuja de la que no era capaz de salir. Era cómodo, por supuesto, pero estaba viviendo una mentira, una mentira agradable y reconfortante, que me hacía pensar que podría volver a todo lo anterior en algún momento, pero ¿de qué me iba a servir si luego no iba a poder disfrutarlo? Eché de menos tanto... tanto...

Lo peor de todo es que me están empezando a gustar los ojos azules .

Parece divertido, Cuatro brazos, cuatro manos Cuatro piernas, dos puertas Una llave... y un amigo.

Jamás me arrepentiré de nada. Y eso me hace llorar.

Llevo dos días soñando lo mismo. Tú y yo, reconciliándonos. ¿No es de lo más irónico, teniendo en cuenta que no tenemos nada que perdonarnos? Bueno, puede que tú sí tengas que perdonarme por haberme marchado, pero me dijiste que cambiaría y fuiste tú el que cambió. Supongo que era lo que querías, no que yo fuera tu amiga. Entonces resuenan en mi cabeza tus palabras, contigo me lo paso mejor que con cualquier tío, y yo me sentí la chica más especial del mundo porque tenía la relación más especial del mundo con quien yo creía la persona más amable, sincera y divertida del mundo... Hasta que él llegó. Ahora sólo puedo echarte de menos y preguntarme si algún día pensarás en mí, si recuerdas nuestras tardes jugando al guitar hero, si aún deseas el restaurante que entre los dos sacaríamos adelante. Supongo que no, es demasiado pedir, por eso me conformo con soñar contigo y un idílico y algo incómodo reencuentro, en el que te abrazo con todo mi corazón y pese a estar bastante confuso, me cor

Just give me a reason, just a little bit's enough. It's been written in the scars of our hearts. My dear, we still have everything and it's all in your mind. It used to be so easy, you and me. Si el sol dice que te desenamoras, si dice que te olvide, vida mía... Pregúntale si es cierto que nadie le ve sonreír. I can't remember when it was good. Al final, dos heridos graves.

Supongo que esperabas un te quiero por mi parte, que siempre lo has esperado, deseabas que te amara como el primer día, un amor infantil, imprudente, puro y simple. Un amor que nunca pensé que se correspondería. Ni siquiera en ese momento yo esperé un te quiero , estaba tan ensimismada en mis propios sentimientos y daba tan por hecho que tú jamás sentirías nada por mí que nunca me hice ilusiones. Lo malo es que de ilusiones se vive, ¿no? Entonces yo, que por no tener no tengo ni ilusiones, ¿se me puede considerar viva? Me gustaría pensar que sí, que en el fondo todo es una cuestión de confianza, que se arreglará, pero tengo miedo. Miedo a estar contigo y que vivamos una mentira. Nunca sería capaz de perdonarme el poder hacerte daño. Y tengo miedo a perderte, a no tener la oportunidad de recuperarte después, cuando me haya arrepentido, y sé que eso es inevitable. En cualquier caso, te echo de menos, pese a no ser capaz de decirte que te quiero.

Aquí estamos, prácticamente como el primer día. Es curiosa la forma que adoptan las cosas en... ¿tres años? Cómo puede cambiar todo por una simple decisión, cómo ves pasar amigos a tu lado que ya no lo son, cómo eres capaz de reconciliarte con las personas que más daño te han hecho, y sin embargo no eres capaz de mirar a los ojos a aquellos que en su momento lo fueron todo para ti. Ya me tocaba mi dosis de nostalgia, últimamente se acentúa más y me siento peor. Esa confianza que medíamos en "Migueles", esos besos en el callejón y con un chaquetón rosa fosforito reflejándose al final de él, todas las tardes llorando en la azotea escuchando canciones que no eran ni mucho menos para llorar... bueno, éso no lo echo de menos, pero sí el porqué de esas lágrimas, el porqué lloraba por una persona que era feliz sin mí. Me torturaba aceptando que era lo mejor, me hacía daño yendo a verlo desde la lejanía a la salida del instituto, pero en cierto modo era mi forma de vida, lo que nec

Supongo que no es normal, pero es lo que hay, o lo tomas o lo dejas, pero no te quedes a la mitad preguntándote si es lo correcto.

¿Dónde está mi corazón ahora? Ah, ya veo, así que lo tienes tú... Está bien, pero por favor, ten cuidado, no le hagas más daño del estrictamente necesario, ya sufrió demasiado en su día, incluso sufrió por ti cuando tú aún ni sabías de su existencia. Prométeme que no lo dañarás como tantos otros hicieron, que lo protegerás cuando haga falta, es fuerte, pero a veces se queda sin fuerzas para continuar y piensa que no merece la pena vivir. Dale  Dame una razón para vivir, para levantarme cada mañana, para no pensar que ésto no es más que una rutina absurda. Dime que hay algo más en el futuro, que no todo es tan malo como lo pintan, que en el fondo sólo se trata de ver el vaso medio lleno. A cambio no puedo prometerte gran cosa, ni una relación larga, ni estabilidad, ni siquiera puedo prometerte que seas feliz a mi lado, pero sí puedo decirte que estaré ahí cuando me necesites, que te querré (aunque no siempre lo demuestre) y haré todo lo que sea posible para que seas feliz... aunque pro

¿Para qué voy a decirte lo que debes hacer? Sólo digo lo que yo intento hacer. Nuestro presente de repente se convirtió en pasado, incluso cuando aún estábamos juntos. Y desde entonces nada ha vuelto a ser lo mismo. ¿Que más quieres?... mejor dicho, ¿qué más quieres de mí? Ya te lo di todo y no fuiste capaz de mantenerlo, lo siento pero no estoy dispuesta a arriesgarme una vez más para ver como todo acaba en desastre. No quiero llorar de nuevo, entiéndelo. (Nada es seguro, todo es posible). Y por encima de todo ten presente que aún te quiero, después de todo, pero no quiero que ello vuelva a trastocar mi vida. Quizás dentro de unos cuantos años, cuando ambos seamos capaces de ser felices sin el otro.

Puede que tenga miedo, que esté aterrorizada, que sienta que ya no queda más que hacer, pero sé que no es así, que siempre hay algo, algo que puede hacerte volver, algo que va a sacarme de aquí y que hará que vuelva a ser la misma. Cierto es que muy posiblemente sea el hecho de que te hartes de mí, porque "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde". Entonces estaremos como al principio, tú siendo adorable conmigo, intentando comprenderme, pero siempre desde la distancia, mientras yo muero por tus huesos, por tus besos y por ti en general, porque amaba cada centímetro de ti, cuando tú no me querías. Después, bueno, supongo que nunca fui capaz de hacerme a la idea de que podías sentir algo por mí, te había visto siempre como un amor imposible, como algo pasajero, un encaprichamiento momentaneo que me permitía tener momentos de delirio en los que todo era muy bonito, idílico y maravilloso, precisamente por eso nunca pensé que pudiera ser real, todo tenía un tono demasiado f

Ya no recordáis nada, ni yo tampoco. Por no recordar, no recuerdo sus voces, sus aromas, sus formas (de querer). Sólo una oveja en miniatura y las muchas cartas que te escribí me recuerdan que fuiste alguien en mi vida, que realmente exististe. De ti puede que tenga algo más, una carta, un cuadro, una canción, y tú te llevaste parte de mi corazón lejos de aquí, para algún día poder devolverlo personalmente, o eso espero. Y de ti, me queda una camisa y mucha ansia, muchas preguntas sin resolver, mucha incertidumbre al fin y al cabo. Lo cierto es que no sé qué me pasa, sólo sé que quiero volver a perderme en Venecia.

Nos vamos y yo tengo miedo. A la repetición, a lo que pueda ocurrir después, al futuro. Pero esta vez es diferente, todo es diferente.

Iba caminando como todas las mañanas hacia el instituto, escuchando música en ese MP3 que tenía desde hacía muchos años. De repente saltó esa canción, cigarettes, esa canción me hacía sentirme feliz, cada vez que acababa volvía a ponerla, quería llegar frente a ti y que me vieras siendo abducida por la melodía, que me preguntaras que estaba escuchando y ser feliz porque te habías fijado en mí. Llegué escuchándola, pasé por tu lado y ni siquiera me miraste, como cada mañana, esa no iba a ser diferente. Cada día tenía alguna excusa para que me hicieras caso, cada mañana a las ocho y veinte lo único que deseaba es que me miraras, que supiera que tenías algún tipo de interés por mí. Pero eso nunca pasó, ni siquiera cuando admitiste que me querías, ni cuando salimos, ni mucho menos cuando me dejaste. Ahí ya hacía tiempo que había perdido toda esperanza.

Parece que te echo más de menos de lo que imaginaba, ahora todos los recuerdos se me antojan antiguos, como si no hubiera sido yo quien los vivió. Ya no recuerdo tu olor, pero recuerdo que era lo que más me gustaba de ti, aparte del lunar debajo del ojo derecho. Por no recordar, ya casi ni recuerdo tu voz, tu sonrisa o tu forma de andar, pero recuerdo esas camisetas heavys que te marcaban los músculos que te ponías con el bañador blanco con dibujos a modo de pantalón, y lo suaves que tenías las manos. Recuerdo tus abrazos y tu peculiar forma de quererme, los planes de siesta y el calor que siempre te agobiaba. Tu supuesto hipertiroidismo y tu manía por fumar que tanto daño causó. Puede que recuerde más cosas de las que quiero recordar, pero también hay muchas que querría recordar y soy incapaz, por eso de compensar y ser algo objetiva. Está claro que el suelo aún tiene alguna idea sobre ti.

Ha sido una noche complicada aquí, en Albanta. Lo que parecía ser una simple disputa entre dos reinos acabó siendo una descarga de ira incontrolada, llantos y dolor. La princesa, atemorizada en sus aposentos, intentaba ahogar el ruido del ejército del reino que intentaba penetrar en el suyo. ¿Qué otra cosa podía hacer? El ejército continuaba con su estrategia cada vez más alarmante, la princesa se preguntaba cuántos heridos podría causar aquella estúpida guerra, si no sería más civilizado llegar a un acuerdo. El estrepitoso ruido acabó hace poco, la princesa ya no teme, ya no siente nada, ya no sabe qué sentir, pues tampoco sabe que pasará ahora. Ha sido una noche complicada aquí, en Albanta, y mientras todos consiguen dormir, la princesa se desvela a causa de las pesadillas que la atormentan esta y otras mil noches.

Como todo el mundo sabe (o debería saber), significa mantequilla voladora.

Deja algún recuerdo en Roma para que pueda verlo cuando vaya, y así recordarte y saber que has pensado en mí en una de las ciudades más bonitas del mundo. Es una estupidez, lo sé, pero no tienes ni idea de lo feliz que me haría.

Todo se reduce a eso, melodías y letras, algunas veces con significado; otras, no tanto. ¿Por qué hacen tanto daño entonces?¿Por qué duelen cada vez que las escuchamos?¿Por qué dan ganas de llorar el recordarlas?¿Por qué somos tan estúpidos que nos torturamos atribuyendo a momentos concretos una canción, quizás la que escuchabas de fondo, quizás la que te hizo enamorarte de esa persona, quizás la que hizo que cambiara algo en la relación? Sólo sirve para recordarlo luego y llorar, llorar hasta deshidratarnos, hasta tal punto que no te queda ni alma que llorar. Una vez me prometí que olvidaría cuando una canción no me recordara a una persona, pero si fuera cierto, nunca podría olvidar. Ya es algo que va a estar ahí para siempre, cada vez que escuche esa maldita canción te recordaré en la boca de incendios junto a mí, recordaré ese mensaje que te mandé al día siguiente del concierto y recordaré lo mucho que significaste para mí. Aprendida la lección, la segunda vez decidí no escuchar

Y es que leo esa entrada y no puedo evitar llorar por lo que nunca fue, porque nunca quise que te fueras, y siempre te dije que lo hicieras, porque cuando se quiere a alguien, tienes que pensar en su felicidad por encima de la tuya, ¿no? Pues eso hice, supongo que esto es bueno para todos, pero... ¿Era lo que queríamos?

Quiero escribir, ya, otra vez, quiero emocionarme escribiendo y quiero ser infeliz para poder escribir de nuevo. Ahora, es cierto, no hago más que estar nostálgica y recordar canciones y en qué momento concreto escuché esas canciones, pero éso termina siendo doloroso, y en cierto modo no quiero ser infeliz, no me gusta estar triste, pero tampoco no tener inspiración. Hoy en concreto he echado mucho de menos mi vida anterior. Pensar que la misma persona que me quiso, que me apoyó cuando nadie más lo hacía, que creía en mí y afirmaba que era un espíritu libre que nadie podría controlar nunca, esa misma persona a la que hace ya más meses de los que quiero recordar que no veo y con la que no tengo contacto ninguno estaba ahí, al otro lado de una pantalla, a menos de cinco kilómetros de mí, en un aula parecida a la mía, sin ya recordar nada de lo que significamos el uno para el otro. El esquema que siempre se repite, el círculo vicioso, el nunca acabar. Nunca llegaste a entender lo mucho q

¿Que si es lo correcto? Claro que sí. Pero no estamos hablando de eso, estamos hablando de si quería o no hacerlo. "Deja de ser tan egoísta, es malo, sí, pero merecerá la pena... dentro de un tiempo". Me convencí el tiempo suficiente como para tomar la decisión correcta y no arrepentirme a corto plazo. Y aquí me ves, sigo sin arrepentirme, pero hace que me duela, que sufra por cada palabra que te digo, por cada gesto que no te demuestro. Lo siento, no he sido capaz de sobrevivir a tu cariño.

Leo, una punzada de remordimiento y nostalgia me recorre la espalda, una lágrima cae por mi mejilla, hago una mueca con los labios y deseo por un instante que sea verdad. Luego vuelvo a la realidad y dejo de crear mundos alternativos, no sirve de nada sentirse peor... pero me es inevitable hacerlo.

Lo conseguiste, dos años seguidos has conseguido hacerme llorar el día de San Valentín. Y los dos años de pura felicidad. Hoy he visto a Jorge en el metro, me ha hablado de ti y de la chica que vive contigo... en Inglaterra. Entonces he sido consciente de que ya no somos los mismos, de cómo puede cambiar la vida en un año y lo que deseaba que nada de esto hubiera pasado. Es curioso la de cosas que pasan en un mismo día cambiando el año. Hace dos me fui a Francia y perdí al chico del que estaba locamente enamorada. Hace uno, otro chico (según dicen, de Baviera) me hizo sentirme la persona más afortunada, querida y especial del mundo, porque en el fondo sabía que lo era, al menos para él. Este año has conseguido hacerme feliz, puede que no para siempre, pero algo en mí ahora es libre y ha olvidado todo lo malo que hubo entre nosotros, no hay nada más que decir, salvo gracias. Porque sé que ésto no se ha acabado aquí, que nos volveremos a ver las caras, y aunque no sea de la misma forma,

-¿Pero qué te pasa?¿No era esto lo que querías?¿No era lo que necesitabas para ser feliz?¿Por qué no lo eres entonces?¿Por qué tienes que torturarte siempre? +Al fin y al cabo esto no entraba en los planes, nunca se nos fue de las manos así, no era parte del plan. -Todo muy cierto, ¿y qué más da? Mejor que mejor, ¿qué más quieres? +Quiero no sentirme así, tan desconfiada. No soy capaz de creer lo que pasa, ni siquiera estoy segura de lo que siento... Es cierto, luego lo veo y toda duda (o casi) que pueda haber se desvanece, pero mientras tanto es una lucha continua entre la razón y el deseo, la rutina, lo cotidiano. Lo echo de menos. -Sabes que todo tiene arreglo. +¿Y qué gano yo aparte de unas cuantas semanas llenas de lágrimas? -Eso lo sabes tú mejor que nadie. +No, él me quiere, no voy a hacerle eso, no quiero hacerlo, le quiero. -Juras que te quiere pero desconfías, dices que lo quieres pero dudas de tus sentimientos... ¿Sabes?, yo creo que las personas demuestran realmente

Porque estoy segura de que si te perdí nada más llegar a París,  fue porque era necesario para volver a encontrarte. El problema es que no te encontré.

Era un amor tan puro, tanto, que terminó por consumirme. Aún me duele pensar que puedo sentir algo por lo que en su día fuiste y ya evidentemente no eres. Que era tu esclava, tu sierva, te amaba por encima de mi propia existencia, y me hiciste trizas sólo con unas palabras. Por supuesto, más daño me hizo saber que fueron mentira y que para entonces se habían vuelto realidad. ¿Qué me hiciste?¿Qué te hice para merecer esto?¿Tanto daño te causé, tantas veces lloraste por mi culpa que aún me lo haces pagar? No, esto es sólo culpa mía, me hice una idea de ti que todavía perdura en mi memoria, que el amor frío y distante que emanabas se me antojaba perfecto, no necesitaba nada más, era feliz a tu lado. ¿Qué pasó? Que me olvidaste. Completamente. Y yo lo intento, de verdad que lo intento, pero cada vez que encuentro a alguien a quien de verdad quiero te apareces en mi mente diciendo "yo fui el primero y siempre lo seré, me aseguraré de dejarte huella por el resto de tus días", y yo

Quién iba a pensar que un día te dedicaría ésto, ¿verdad?

Dices que deje de pensar, que no me preocupe, que viva el momento. Te aseguro que lo hago, que disfruto de todo más de lo que puedas imaginar pero tengo tanto miedo a perderte, lo cual tampoco me molestaría tanto de no saber que es una puta certeza. Que voy a perderte tarde o temprano y que me aterra la idea. También sé que no puedes entenderlo porque no estás al mismo nivel que yo, pero igualmente al menos intenta comprender que sea así, no puedo evitarlo. Si aun así antes de que os vayáis posiblemente ni nos hablemos pero eso era algo con lo que podía vivir, no con que algo tuviera fecha de caducidad, y ni siquiera es de esas que dicen "consumir preferentemente antes de...", no, es de las que se pudren, de las que no hay vuelta atrás. Tengo miedo. Miedo a perderte. Miedo a volver a la rutina. Miedo al futuro. Miedo al miedo, y eso es algo inevitable.

Algo hizo crack por culpa de esa canción. Algo hizo que me doliera el alma y sintiera que no era lo correcto. Lo eché de menos, mucho, muchísimo, pero las cosas habían cambiado, y siempre hay que elegir, sacrificando ciertas partes que a lo mejor no querías sacrificar.

Kill me quickly...

Sí, gracias por estar ahí aguantando mi paraguas amarillo, por dejar que me refugiara del frío en tus brazos, gracias por quererme y hacerme ver las cosas como son. Hermosas.

Sigue siendo diferente. No sé si mejor o peor; diferente. Echo tanto de menos esa sensación...

Heme en ese preciso momento yendo hacia el metro por la calle Betis, con un clima que podría compararse con el de mi amada Londres, pero quizás con unos cuantos grados más. En ese preciso momento estaba escuchando Some Nights. En ese preciso momento empecé a reírme sola. La gente se me quedaba mirando como si estuviera loca, y yo sin poder parar de reír. En ese preciso momento lo entendí: era feliz. Absurda y estúpidamente feliz. Puede que no hubiera sido consciente hasta entonces, hacía mucho tiempo que no me sentía así y se me antojaba una sensación de lo más novedosa, pero desde luego no iba a parar de reír sólo porque unas cuantas personas me miraran con desdén (y, en el fondo, envidia). Nunca dí un sólo céntimo por una relación, nunca me importó siquiera, no quería vivir una mentira ni, en su defecto, sumirme en el más absoluto caos emocional por el hecho de que no sintieras nada por mí. Simplemente intentaba disfrutar del momento. Y aún no entiendo del todo qué es lo que ha pas

Lo superé, igual que tú lo superaste en su momento cuando yo aún lloraba por ti. Si ahora has vuelto a recaer (o mentiste cual bellaco la primera vez) lo siento mucho, pero yo ya no voy a estar ahí para decirte te quiero , porque no sería verdad, y no me gusta mentir.

Me susurraste que me querías al oído. Y yo aún esperaba el momento en el que despertase de aquel sueño. Todavía no lo he hecho, pero sigo esperando... ¿Dónde has estado toda mi vida?, lo siento, pero sigo sin poder creérmelo. Pero te aseguro que quiero creerte más que nada en este maldito y bonito mundo. Porque yo también te quiero, te quiero muchísimo, te quiero y te quiero, y lo siento pero ahora mismo estoy que no quepo en mí del asombro, de la felicidad, de la alegría. Como la canción que escucho ahora mismo. Ni siquiera tengo palabras para expresar lo que siento, pero es por una sencilla razón: no sé lo que siento, tengo tal cantidad de emociones juntas en el cuerpo que no puedo distinguir ni una. Sólo sé que necesito verte, que te quiero, que no te vayas ahora, por favor, no me dejes sola.

Os veo por la calle, me dicen cosas de vosotros, hay cruces de miradas incómodos, pero nadie dice nada, ¿qué habéis hecho con vuestra vida? Todas esas personas a las que quise más que a mi propia vida, quienes yo creía las mejores personas del mundo, ya no son más que recuerdos... Sé que para ellos no es nada, lo superaron, me olvidaron, pero a mí me es imposible, aún tengo ganas de llorar cada vez que paso por delante de esa puerta de metal. Sólo quería dejarlo claro, que intento saber de vosotros, por ver si alguna vez habláis de mí, por si aún soy algo, no mucho, pero algo más que un simple recuerdo. Que os echo de menos con todo mi corazón, más de lo que vosotros nunca llegaréis a saber.

Vamos, que te quiero y que eres un imbécil. Pero te quiero.

¿Sabes?, querría formar recuerdos nuevos, contigo. Ser la persona que te hace sonreír más en el mundo, que esa canción me recuerde cada mañana que voy a verte, que tengo una razón para levantarme, no todo lo que ya no existe y jamás volverá. Creo que ya lo he dicho, te quiero, y puede que en algún momento me canse de decirlo pero no hoy, hoy querría estar contigo y que tú fueras el que me canta esa canción, estoy segura de que te la sabes. Sinceramente, le temo al día en que me digas algo, cada vez que te hablo tengo miedo a que me digas que estás harto de mí, cosa del todo posible, y no quiero que pase nunca. Sí, dije que era suficiente, pero eso no quita que desee con toda mi alma ser alguien especial en tu vida, y me duele admitir que nunca lo seré, al menos no como yo ansío. No pretendo hacer que te sientas culpable ni mucho menos, es que necesitaba decírtelo de una forma indirecta, eso es todo.