Donde duerme Totoro

Cuatro años, a lo tonto es un cuarto de mi vida, pasa ante mis ojos en cuestión de milésimas de segundo, me aterra el futuro, ¿qué pasará ahora? Quien lo supiera... El problema es, simple y llanamente, que no quiero avanzar, pero tampoco podría elegir un momento concreto para quedarme en estos cuatro años, los repetiría una y mil veces, para que nunca acabara una etapa perfecta a mis ojos. Tengo miedo... odio el continuo espacio-tiempo.

Y no sé qué pasa que cada vez lo noto más distante...

Escribir en un papel tres deseos. Quemar dicho papel e intentar no incendiar toda la casa. Sería bonito que se cumpliera todo, por eso de que esta noche es mágica... después de todo tampoco he pedido cosas complicadas de cumplir. Esta noche es mágica, los sueños se hacen realidad, pero no estoy segura de que eso sea cierto, pues ahora mismo tan sólo deseo una cosa muy, muy, muy simple y o los dioses me odian o esta noche no es tan mágica como se pretende hacer creer.

This I know... but we could be.

No, no lo entiendo, nunca lo entendí, no he sido jamás una persona muy comprensible en lo que a esos temas se refiere. El caso es que ahora mismo ni siquiera sé qué mierda de tema es, me estoy frustrando. Y claro, tengo mis opciones, alternativas, posibilidades con más o menos probabilidad de que sean ciertas y adivine qué es lo que pasa por tu cabeza. Pero ninguna pasa del 83%, no es suficiente, podría equivocarme y hacer que todo sea peor. Te necesito, como amigo, como alter ego, necesito que me hables y me des las buenas noches como llevamos haciendo desde hace ya muchas noches para no caer en un bucle espacio-temporal que me lleve al suicidio por falta de información o de capacidad de deducción. Supongo que, después de todo, no es posible, no quiero ser pesada, agobiante, coñazo, lo que viene siendo yo cualquier día normal. Forget me, no merece la pena tanta tontería.

Vale, lo entiendo, no tienes porqué confiar en mí... pero no me mientas, odio que me mientan, aunque sé que no soy quién para reprochártelo.

A menos de una semana de que acabe el curso, quiero decir esto: Cariños míos de Triana, no hará falta que os pregunte si me echáis de menos, sé que no, pero es que yo en cierto modo sí, y os echo de menos porque era a lo que estaba acostumbrada y pese a que haya pasado ya casi un año, no consigo concienciarme de que no estoy con vosotras/os (lo del /os es casi anecdótico). Me resulta de lo más extraño aún. Sobre todo el decir "¿os acordáis cuándo...?" y que vosotras me respondáis "sí, lo hicimos el otro día". Ahí es cuando me doy cuenta de lo mucho que han cambiado las cosas. Cariños míos de la lejana tierra de Mairena, seáis Juandeinos o Cavalerienses, gracias a todos por haberme convertido en lo que soy ahora, que es más o menos lo mismo que hace un año pero con más amigos. Últimamente las cosas están raras, lo sé, pero también sé que se arreglará todo y volveremos a pasárnoslo igual de bien que en Londres, porque yo os love you y ya está. Feliz fin de curso a

Puta felicidad estampónea.

You can't say no forever, you have to let me in. You are really stubborn but in the end I always win.

Me siento un poco  muy sola. If I could, baby, I'd give you my world.

Había olvidado lo mucho que me gusta esta canción. Una canción que me enseñaste por un casual, por una simple cuestión... ¿qué te llevarías a una isla desierta? No recordaba esta canción, nunca la he recordado, ahora por otro casual ha vuelto a mi memoria y he sentido una necesidad imperiosa de escucharla. En el supuesto de que supiera tocar la guitarra esta canción me describiría a la perfección.

Siento que todo esto haya pasado, siento estar así por las tardes, y sobre todo por las noches, siento ser tan bipolar... Sé que esto es mi problema y no tenéis nada que ver, precisamente por ello me siento terriblemente culpable, no debería haceros aguantarme día y noche. Ahora mismo tengo muchas, muchísimas ganas de llorar, llorar de rabia, llorar de envidia porque querría no tener que estar escribiendo eso y en su lugar poder estar allí con vosotros, lejos de toda preocupación. Te os echo de menos. A todos vosotros. Siento no ser feliz y como consecuencia no poder demostrároslo. Lo siento, de verdad.

Ya está, finito. Lo cierto es que el llorar durante media hora ayuda en estos momentos. Vuelvo a usar yo la taza de Winnie the Pooh, vuelvo a tirarme en el futón sola a pensar en todo y en nada, vuelvo a mi vida de antes. No, de antes no, una mejor. Sé feliz con tus putas que yo seré feliz con mis cosas (y por cosas me refiero a mis amigos, por supuesto). ¿Que si te quiero? Muchísimo, más de lo que nunca haya querido a nadie, pero cariño, tú antes que yo, eso nunca. No hablaremos más, seremos invisibles el uno para el otro, genial, después de todo es lo que estabas deseando, ¿no? Pero lo cierto es que lo que más me duele es esa última entrada. Me da la sensación de que nunca he sido nada en tu vida, de que nunca he tenido importancia para ti. Pero sé que no es verdad, que sí he tenido importancia, pero tanta soberbia te impide reconocerlo, y por tanto lo único que sabes hacer es dañar a las personas. Dañar a quien intenta ayudarte, así jamás serás feliz. O puede que sí, pero será una

La puerta se cerró y algo cambió en mi interior. La tristeza se apoderó de mí a la vez que escuchaba sus risas cada vez más lejanas. Entonces fui consciente de lo que había perdido. Fui consciente de que no había perdido nada y de que lo había perdido todo, que ya no me quedaban  quedan razones para vivir. Pero lo cierto es que sí tengo razones, aunque no vienen a cuento. Ahora es cruel, malvado, mezquino, lo único que quiere es restregarme por la cara lo muy equivocados que hemos estado ambos. Lo triste es que yo sigo equivocada. Porque es curioso el hecho de tener a todos tus amigos a tu alrededor y pensar cualquier forma de poder llamarte la atención, supongo que lo único que hago es hacerme sentir culpable de nuevo, pero es que me da igual, me da igual sufrir, me da igual pasarlo mal, soy una puta psicópata de tu amor, moriría por ti (sí, lo haría, pese a que algunos digan que sólo es parte del juego), haría cualquier... CUALQUIER cosa por hacerte feliz; eso sí, lo más lejos a tu

No tengo palabras. Ahora mismo estoy llorando. Sí, de nuevo, y lo escribo aquí para que todo el mundo lo sepa, no sé mantener un secreto. Estoy llorando porque me haces sentir mal, fatal, culpable, insignificante, despreciable, cualquier adjetivo despectivo que se te pueda ocurrir. Y sin embargo, sí, llamadme idiota, gilipollas, soy la number one de la estupidez, pues sigo pidiéndote una oportunidad. Pero ya está, se acabó, ¿me quieres? Genial, cuando te apetezca (si es que en algún momento te apetece) me lo demuestras y ya hablamos, por ahora sigue con tu vida, fóllate a tus putas... sí, putas, porque es lo que son. Puede que sean todo lo simpáticas que tú quieras, pero no me negarás que esa actitud no es de puta, igual que la tuya de puto, porque no tiene otro nombre. No, ahora mismo no mido mis palabras, no quiero hacerlo, quiero desahogarme y no pienso pegarle a la pared, ahora me iré a llorar para que la mala de mi madre, esa a la que tanto amor/odio le tienes, me consuele y me d

Nunca entenderá nada. Tampoco es culpa suya, pero jamás comprenderá el porqué de las cosas. Las relaciones no pueden estar basadas en amenazas, en daños a traición, en hacer sentir culpable al otro. ¿Dices que me quieres?¿Qué hay de mí entonces cuando me dices de mil y una formas diferentes lo muy solicitado que estás?¿También me quieres en esos momentos, o es que simplemente te gusta hacerme daño? Claro, después me pides perdón, me dices que estabas enfadado, que realmente no lo pensabas, ¿cómo puedes decir en una misma entrada que me echas de menos y que no volverás a querer quedar conmigo? No lo entiendo... pero, cariño, no puedo más, en realidad sí podría, y lo más probable es que mañana, aunque me muestre fría ante ti, esté deseando que te acerques a hablarme. Cosa que por supuesto no harás. Sin embargo no quiero luchar más... bueno, no quiero querer luchar más, porque después de todo me ofusco y pienso ciegamente que todo tiene solución, que me puede más el amor que siento por ti

Siete días. Siete malditos días. Pues no quiero, que se pare el mundo que yo me bajo aquí. No sigas, no quiero que sigas, para, quédate donde estás, ¿tanto te cuesta? Déjame morir feliz aquí y ahora, no me hagas cambiar, no me obligues a cambiar.

No entiendo qué me pasa, tengo tanto miedo... Últimamente están cambiando las cosas demasiado rápido, algo que no es muy agradable. Querría que todo fuera como antes, antes antes, cuando todo era muy simple y la única preocupación era quién se llevaba las cartas al día siguiente. Pero tengo miedo. No me gustan los cambios, nunca me han gustado, todo cambia y no puedo evitarlo, te echo de menos. Y tú ya no me necesitas para nada, pues genial, la vida sigue y tú puedes follarte a quién te venga en gana, no seré yo quién te lo impida. Aunque en el fondo sé que no quieres hacerlo, y tú sabes que lo sé, pero te gusta jugar, te encanta, juegas con todo lo que tienes a mano, cuanto más cruel mejor para que después el reencuentro sea mejor. Sí, era verdad, el amor es sólo un juego, y todo forma parte de él. Pues adelante, juguemos. Mis sentimientos resumidos en una canción, no está mal...

Quería decirte que lo siento. Y puede que no tenga motivos ahora, pero sé que terminaré haciéndote daño si sigo así, por eso más vale prevenir que curar. Necesito distancia. Si no acabaremos mal, eso te lo puedo asegurar, por propia experiencia. Pero es que no quiero hacerlo, no quiero separarme ni lo más mínimo de ti, querría que nada tuviera importancia, me siento rara, yo me entiendo.

Lo cierto es que no soy capaz de enfadarme contigo. Y es extraño porque me enfado con todo el mundo. Las cosas de la vida.

Creo que he tenido una revelación. Volvía de pasar una de las tardes más extrañas y raras de mi vida, he visto por la calle a un señor ciego, he tenido el impulso de ayudarle pero no lo he hecho y me siento culpable. Entonces me he puesto a observar a las personas (dentro de mi radio visual altamente limitado por la miopía) y me he dado cuenta de que la gente, en general, es vieja. Me he asustado, mucho. Ahora tengo miedo. Y no sé qué pensar de mí misma.

'Cause for the world you are someone... ...but for someone you are the world.

Te odio. Te odio porque me haces daño, y lo haces queriendo, donde más duele, querría odiarte con todo mi corazón, sin embargo sólo sé quererte, ¿y qué quieres que yo le haga?¿Por qué lo haces?¿Por qué jamás fuiste capaz de serme sincero?... Me decías que ya no la amabas, pero ¿sabes qué? Por mucho que digas que ella era perfecta, lo cierto es que nunca podrás saberlo porque no la conocías, también pensabas que yo era perfecta y fíjate ahora, aunque me repitas que soy una mimada no lo soy, y sinceramente, no es que nadie se atreva a decirme que no, es que intento luchar por las cosas que amo y que merecen la pena. Uy, cincuenta por ciento, te falta la otra mitad. Pero, qué mierda, te amo con todo mi ser, te lo daría todo, pero sabría que sólo serviría para hacerme daño de nuevo, y lo cierto es que no quiero seguir sufriendo. Que lo haré, por supuesto que sí, lloraré por ti igual que lloré por el resto de las personas que he amado, nunca te olvidaré, ¿te enteras? NUNCA, y me retractaré

Él piensa que es una persona horrible; yo, que es el mejor del mundo. Tiene la certeza de que todo lo hace mal, pero no hay que arrepentirse de nada, ni tiene cosas podridas por dentro del cuerpo. No sé quién es este chico nuevo que ha aparecido de repente y se ha llevado a mi Totoro, pero quiero que me lo devuelva, y quiero que me lo devuelva YA. Se supone que la constante depresiva soy yo y él me tiene que consolar, no al revés, no sé qué hacer en estas situaciones y me siento fatal, como consecuencia él se siente peor. Pero no es culpa suya, nunca lo ha sido, nada es culpa de nadie, al menos no en este sentido. Mírame, sabes que digo la verdad, no me gusta mentir, confía en mí. ¿Qué has hecho con él, Altertotoro?¿Adónde te has llevado a mi mejor amigo? Juro que conseguiré encontrarlo y volverá a ser el mismo, no eres rival para mí, ni tú ni maldita autoestima inexistente, déjalo en paz y deja que vuelva conmigo, no me gustas, haces que todo parezca malo cuando no lo es y haces que

Hoy me he levantado depresiva, deprimente, deprimida. Ahora se va él también enfadado, con uno que me odie por día voy que tiro. ¿Qué tienes que decirme? Lo cierto es que me lo imagino, y no tengo ninguna necesidad de saberlo, puedes hacer con tu cuerpo lo que quieras, aunque... lo que más me duele de todo es que hayas tardado tan poco* en olvidarme, que hace dos días decías que me querías, y sé que sólo quieres olvidarme pero no así, por favor. Bebí para olvidar, olvidar cuánto había sufrido y cuánto había hecho sufrir, olvidar la situación en la que vivimos ahora mismo y que me gustaría dejar de vivir, olvidar querer quererte, y como consecuencia amarte más que nunca, no quería olvidarte a ti, quería olvidar en lo que te has convertido, aunque como dice Muse, I'll love whatever you become and forget the reckless things we've done, es otra opción, ¿no? No, ya no lo es... *Basado en una hipótesis, por lo tanto a partir de ahí puedo decir más incoherencias de las no

Ahí está, en la cartera, entre el calendario de kukuxumusu y la tarjeta del club nikonistas. Una foto que imprimí a la misma vez que las de tu regalo de cumpleaños, para no olvidarte mientras estuviera en Londres, pasaba el tiempo mirando esa foto... ahora la recuerdo mucho, me pregunto si debería sacarla y tirarla a la basura, si lo mejor es dejarla descansar ahí para el resto de la eternidad, no lo sé. ¿Sabes por qué me caí cuando fui al metro? Iba corriendo porque tenía prisa, tenía prisa porque quería llegar temprano, antes de tiempo, porque en mi cabeza se creó un bucle espacio-temporal en el que ibas a ir a Mairena por alguna razón que yo desconocía, y quería llegar antes para ver si era cierto, lo peor fue que pese a la caída seguí corriendo, y no te encontré.

Quiero volver a saltar encima del sofá verde cantando a voz en grito alguna canción cani a la vez que intento mantenerme estable (cosa harto difícil) mientras Totoro abraza al váter y Narco cuida de nosotros.