Donde duerme Totoro

Quiero cambiar, sé cómo y lo voy a hacer, empezando por ti.

¿De qué me sirve llorar si realmente no hay motivo, pensar que podrías estar aquí cuando no estás? Hacía ya tiempo que no sentía las lágrimas brotar de mis ojos y avanzar poco a poco hasta el suelo. "Queda con otro", pensé, pero sabía que no quería quedar, que necesitaba marginarme en el futón durante un rato, al menos para recomponerme del simple hecho de que me habías dejado plantada. Puede que no intencionadamente, pero aun así hora y media de espera no se olvida así por las buenas. Mamá diciendo "date prisa y desayuna que te va a pillar otra vez en pijama". No me pillaste en nada. Y sin embargo al final me alegré de que no vinieras, y después quieres que te saque del grupo cuando hablo de los chicos en general. ¿Cómo voy a hacerlo si eres el paradigma perfecto?

Uno... dos... tres días para nochevieja, y me da igual. Recuerdos de simples conversaciones. Prepotencia de unos, impotencia de otros. Mínimo hasta las once y media. Perdida por el centro sin saber cómo volver. Collettes para veinte y más. Una más y se acabó.

Quizás desde el principio estuviéramos predestinados a no poder ser amigos. Lo intentamos una y otra vez, pasándonos incluso de la raya, los dos, pero terminas enfadándote conmigo por alguna estupidez que cometo sin darme cuenta, y... puf, dos semanas sin hablarnos hasta que decides volver a dirigirme la palabra aunque yo ya lo hubiera hecho a los dos días. No lo entiendo. Tan difícil no puede ser mantener una amistad durante algo más de una semana, y sinceramente no quiero tener que pasar por esto una y otra vez. Rompamos la rutina, seamos radicales, insúltame todo lo que te dé la gana pero a fin de cuentas háblame. No puedes cambiarme, seguiré escribiendo y después pensando, creo que esa es la razón de tanto enfado, pero no puedo evitarlo, y quiero seguir siendo tu amiga, porque, después de todo, eso es lo importante, ¿no?

Después de un día entero contigo, no ha pasado ni una hora desde que cada uno se fue por su lado y ya te echo de menos.

Mañana hará dos años desde que realmente empezó todo. La segunda conversación que tuvimos por chat, con Yago, cuando le dije que le odiaba y dio la impresión de que realmente me lo creía. Y pensar que, dos años después, estaría deprimida por culpa de una chica a la que ni siquiera conozco pensando que puede sucumbir a sus encantos como hice yo. Pero él dice que está bien conmigo, ¿y eso de qué es garantía exactamente? Sólo necesito una prueba de que realmente me necesitas, de que quieres estar conmigo y nadie más, y seré tuya para siempre, pero al menos un prueba de fe, tan difícil no tiene que ser, teniendo en cuenta lo niña que soy, que me dan un palo y soy feliz.

Realmente asusta lo idiota que puedes llegar a ser. Resulta algo sarcástico que tú, que eres la persona que mejor me conoce, no te des cuenta de lo simple que puedo llegar a ser. Sólo un abrazo, un beso, un gesto de cariño, y lo habría olvidado todo, no estar todo el rato preguntándome que me pasaba, cuando lo sabías perfectamente. Estaba enfadada, ¿para qué necesitabas más detalles? No hacían falta, sólo con mirarme cualquiera se daba cuenta, pero siempre haces lo mismo, un esquema que se repite una y otra vez.

Aquí estoy con el subnormal que tengo por novio, intentando pasar un poco de él, pero es tan pesado que no para de mirarme, y si viera esto... se cagaría por la pata abajo seguro, idiota. Está aburrido, lo sé, pero es tan cabezota que no quería abrir una puta puerta, y no estaba tan lejos, ni mucho menos. Seguramente ahora esté deseando irse a casa de Miguel o algo similar, con tal de dejar de verme. Es tan irónico, y después me pregunto porqué le quiero, si realmente lo sé perfectamente. Me encanta esa manera que tiene de soportarme, fingiendo indiferencia y mirándome, en realidad es algo que no tiene sentido, pero me gusta, al fin y al cabo, las cosas más importantes no tienen sentido.

Intento meterme en tu cabeza una y otra vez, convencida de que hay algo más que lo que me cuentas. Siempre hay algo más, ¿por qué nadie lo admite? Quizás sea yo la paranoica, y todos cuentan la verdad y sólo la verdad, pero personalmente me niego a creerlo, y me da igual lo que digas, siepre hay algo que no me cuentas, no hace años desde que me mentiste por última vez. No quiero que mañana se lleven el ron y la coca-cola no por mí, he estado tantas veces en esa situación que sé controlarme perfectamente, sino por ti y lo que pueda suponerte. Tantas veces que te he pedido y suplicado que no volvieras a tocar un vaso con alcohol y ahora vuelvo a tener miedo a que lo retomes, estando yo presente sintiéndome tan impotente como siempre, pero claro, tampoco puedo obligarte a no hacer nada que quieras hacer, pero si al final los yonkis de Yago y Miguel traen de todo, y decides unirte a ellos... no esperes que esté allí contemplándote callada y sumisa mientras que vosotros os ponéis hasta lo

La gente habla de amigos; yo hablo de enfados con amigos. La gente habla de desamor; yo hablo de lo raro que puede llegar a ser el amor. La gente se inventa historias; yo cuento mi vida, aunque sea más aburrida. La gente dice que sólo hay un mejor amigo; yo pienso que no podría elegir cuál sería. La gente cuenta que es lo que siente cuando se besa; yo cuento cómo se llegó a ese beso. La gente prepara mucho antes lo que va a escribir; yo lo pienso mientras estoy en la cama y al día siguiente ya se me ha olvidado. La gente habla de lo que les atemoriza; yo cuento mis sueños (ya sean reales o ficticios). La gente tiene una idea muy elaborada de lo que supone escribir. Todo tiene que ser perfecto, todo tiene que estar bien escrito, todo tiene que estar perfectamente unido para que tenga sentido y quien lo lea (que la mayoría de las veces no es mucha gente que digamos) lo entienda tal como la persona que escribe quiera; yo, simplemente, escribo.

Del mismo modo que nos vuelve ciegos a las imperfecciones de los demás, el amor magnifica también las que detectamos en nosotros mismo. Pero si esto es cierto, entonces también lo ha de ser lo contrario. Podemos consolarnos pensando que nuestras faltas serán invisibles para quien nos ama. El éxito o fracaso de toda relación no depende solamente de lo que uno siente por el otro, sino de lo que uno hace que el otro sienta hacia uno mismo.

Estaba calentita, a gusto, confortada, cómoda, no tenía frío entre sus brazos. Notaba a través de mis múltiples capas de ropa como me abrazaba, y no quería que se fuera. Más que ningún otro día, necesitaba que se quedara conmigo, y que su calor envolviera mi cuerpo durante horas y horas. Sin embargo, poco a poco fue separándose de mí y se puso a andar en dirección a la estación de autobuses. Me fui resignada hacia casa mientras que el mortal viento se estampaba contra mí y contra todos los que estaban en la calle.

Siempre esperando el sonido del timbre del instituto...

Ja, cualquiera que viera el otro blog diría que estoy un poco bastante loca... aunque viendo este también se nota...

Sólo hace falta un parque a oscuras y un banco más sucio que limpio para pasar un rato perfecto no, lo siguiente.

¿Será muy difícil comportarse como un chico? Parece que no.  Después de una (otra) bronca con el chaval que se supone que tengo por segundo mejor amigo, he decidido no darle importancia. Total, ¿le importa a él? Lo dudo mucho. Ya es algo inevitable, parece que por mucho que lo intentamos no podemos ser amigos, y él tampoco está poniendo mucho de su parte por intentar remediarlo, pues que no pretenda que lo intente yo más. Me cae muy bien, y según me ha dicho yo también a él, y por eso intentó arreglar todas las peleas que tuvimos... ¿¿perrrdooonaaa?? Primera noticia que tengo, si lo más que hizo fue pedirme perdón y como no acepté sus disculpas se volvió a enfadar. Chaval, deja de tragarte tu orgullo que no tenemos edad para tener de eso todavía, y perdona que te diga, pero te enfadas mogollón por mucho que digas lo contrario. No es normal el mosqueo que coges porque te diga que estrepitosamente es con s en vez de con x .

Sé que te resulto indiferente. Y que nunca he merecido tu atención. Aunque no lo puedas decir. Me quieres... a veces.

Sigo escribiendo. ¿Por qué cada vez que estoy triste escribo? No lo sé, creo que así no pienso en ello, aunque siempre escribo sobre el problema en cuestión. No creo que tenga el valor suficiente como para enseñarte esto, o el anterior. Puede que dentro de unos años sí, y nos reiremos de lo idiotas que éramos, o que no vuelvas a hablarme... todo menos eso, por favor. No quiero tener que soportar el dolor de la enemistad. No eres mi archienemigo, como mucho lo será Antonio, ya que tenemos esa tendencia a enfadarnos continuamente. Contigo nunca me enfadaba, nunca... hasta que llegó él, y no te das cuenta de lo mucho que has cambiado, de lo mucho que él te ha cambiado. Cada paso que te acerca él te aleja de mí, y no quiero que eso pase. No. "Uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde" dicen las malas lenguas por ahí. Aún no te he perdido, quiero creer que no te he perdido, pero no me gusta no hablar contigo, y menos durante dos días seguidos, es demasiado. ¿Por qué

Una cosa que no entiendo... ¿por qué coño tiene la gente que mentir? No hay porqué ocultar un secreto, no hay porqué hablar a escondidas, no hay porqué atribuirse el mérito de descubrir algo que otro te ha escrito por otra ventana, no hay porqué engañarse a si mismo sobre lo que de verdad somos, lo que queremos o lo que odiamos. Simplemente, enseñárselo al mundo, no hay nada de malo. Es una pena darse cuenta de esto último demasiado tarde. Hay a quien le pasa.

C tiene un secreto y se lo cuenta a sus amigas. A1, fingiendo que estudia se entera de dicho secreto y se lo cuenta a L1, L2 y L3. A2 y M se enteran de que existe el secreto, pero no saben de que se trata, e intentan por todos los medios posibles averiguarlo. A1, L2 y L3 le hacen prometer a L1 que no les contará nada, y acepta. Esa tarde L1 y M hablan por el chat y M le dice que si le cuenta el secreto le contará un secreto que le interesa mucho de A2. Después de muchas preguntas, L1 acepta contárselo aun sabiendo el riesgo que corría. El secreto de A2 es una estafa total, y L1 le hace prometer a M que no se lo contará a absolutamente nadie, M acepta. Después L1 habla con A2 y también intenta convencerle para que se lo cuente, pero esta vez tiene menos suerte y no consigue descubrirlo. Al día siguiente L1 se encuentra con que M se lo ha contado a A2, también dice que L1 fue quien se lo contó, y que el secreto de A2 era mentira. -L1 se enfada con M. -A2 se enfada con L1. -A1 (aunque

Para el pesado que se hace llamar "anónimo" y que no deja de escribir comentarios raros, por favor, para, en serio, no hace falta comentar cada cosa que leas, para decir lo que piensas ya está el instituto, ¿no?

Algunas veces termino planteándome seriamente que tengo un radar para que la gente se enfade conmigo. No lo entiendo, tan mala no soy, no lo creo. Bueno, puede que después de todo tengan razón y sea una persona horrible, que no se da cuenta de como se sienten los demás, y tampoco me importe. Pero es curioso que los demás tampoco saben como me siento yo, y no tienen el menor interés en averiguarlo.

Si matara a mi papá, y ya de paso a mi mamá... ¿pasaría algo?

Sueños emparanoiantes que me hacen plantearme con quién quiero estar.

Comer en el "panne & vino". Preparar un postre de chocolate. Ir al cine. Cenar vete tú a saber que cosa riquísima. Ver... ladrón de guante blanco creo que ponen hoy. No dormir.

Mañana es mi cumpleaños y no podré verle. La peor de las sensaciones se va apoderando de mi cuerpo poco a poco. Se me encojen las tripas y el corazón, y siento que no quiero cumplir años. Dos lágrimas recorren lentamente mis pómulos de mientras que sigo sin entender desde cuando se ha convertido en quien ahora es, pero sigo sin comprenderlo, así que me limito a sufrir mi desventura en silencio.

Algún día... se enterará de que soy una exigente de mierda...

-¿Por qué no puedo ser tu Miguel? -Porque yo soy tu Miguel, pero tú no eres mi Miguel. -¿Y por qué no puedo ser tu Miguel? Yo quiero ser tu Miguel. -Porque no. -Pues entonces ya no eres mi Miguel. -¿Por qué? Yo soy tu Miguel pero tú no eres mi Miguel, ya está. -Pero es que yo quiero ser tu Miguel. -Pero no puedes, ¿ahora quién es tu Miguel? -Pues Miguel... y ella, y... *¿Yo? -Sí, tú también lo eres, pero yo quiero ser tu Migueeel... déjame ser tu Miguel porfaaa. -Que no. -¿Por qué? -Porque todavía no tengo suficiente confianza contigo. -Pues eso, déjame ser tu Miguel y así tenemos más confianza. -Nooo. -Ayyyy, venga porfa, que puedes confiar en mí, déjame ser tu Miguel. -No, yo soy tu Miguel pero por ahora tú no eres mi Miguel.

Mañana, como todos los viernes, quedaremos. Harry Potter, ¿a quién no le gusta esa película? Y, después de todo, tengo que celebrar mi cumpleaños. Parecen tan alterados, no lo entiendo, ¿tan importante les resulta comprar el regalo adecuado? Puede que no se den cuenta, pero sólo con ponerle tanto corazón y tanto ímpetu es suficiente para mí, no quiero nada más, me encanta verlos así, escabulléndose de mí para organizar quién va a comprar qué, y aportando tantas ideas, y lo peor es que pretenden comprarlo todo, todo me va a encantar, todo voy a querer tirarlo a los dos segundos, todo va a ser tan perfecto, y lo malo es que tendrán razón, todo va a ser perfecto. Soy mala, me enfado con ellos, y sin embargo me perdonan una y otra vez cuando no deberían hacerlo. Aún no entiendo dónde he podido encontrar unos amigos tan geniales como ellos, y sobre todo cómo son capaces de soportarme.

No estoy enfadada con nadie, y sin embargo parece que todos lo están conmigo. Con él, con mi segundo mejor amigo, pero sobre todo con él, ya no estoy enfadada, ayer sí, hoy no, y él tampoco lo está, pero no tengo ganas ninguna de verle, a diferencia del resto de los días. ¿Y si es definitivo? No quiero, pero no puedo evitarlo, no me siento nada atraída por él en este instante, a lo mejor porque no le he visto o a lo mejor porque ha superado la línea de aguante. Una línea... ¿una línea?¿desde cuándo una línea puede representar eso? A lo mejor puede, quien sabe... pero no sé, me da cosa que pueda ser verdad, y que él tenga razón, que le haya pedido ese periodo de tiempo separados en principio por recordar, y que lo que quiera realmente sea mandarlo por ahí, sin siquiera saberlo.

Definitivamente los tíos no ven más allá de sus putas narices. ¿Por qué demonios no entienden los dobles sentidos?¿Por qué no llegan a captar que hay ciertas cosas que simplemente las hacemos por ellos, porque nos gusta estar con ellos?¿Por qué son tan inmaduros como para no entender que las cosas son así y no hay más? No lloraré, no lloraré, no lloraré... lo prometí, ¿por qué estoy llorando entonces?¿Por la simple razón de joderse todo mi mundo?¿desde cuándo es eso importante? Quería... ir, pereza no me gusta, no me gusta nada, esa música tan chunga, tan aburrida, y esos gorgoritos, de verdad que no los aguanto, y menos en un concierto, pero con tal de ir a un puto concierto con él iba a gastarme 18 putos euros por algo que ya no vale la puta pena. Y como no puedo suicidarme, lloro. Y como no puedo matar a nadie, lloro. Y como no tengo motivo para sonreír, lloro.

Podría contar todo y nada. Podría recopilar cada imprescindible detalle de cada momento de cada día. Podría decir muchas cosas, pero ¿para qué? Quien tiene que saberlo se terminará enterando o ya lo sabe, así que dejemos el suspense activo, que da más morbo.

Ojalá pudiera pensar que hay algo más. Una imagen, una palabra, un sonido, algo... pero no, sólo quiero olvidar, no pensar, o pensar para olvidar, u olvidarme de pensar, quien sabe... Aun así sigue habiendo cosas importantes, cosas que es necesario recordar, aunque curiosamente suelen ser esas de las que nos olvidamos. En realidad da igual, ¿no? Un esfuerzo impresionante sin ningún fin específico, sin más allá que la muerte, o en todo caso la vida, depende del punto de vista.

Podría estar en cualquier otro lugar, podría estar con alguien, con cualquier persona, ¿por qué sin embargo sigo aquí? Quiero ir a donde nadie sea capaz de encontrarme, perderme en un camino que no lleva a ningún lugar, y no poder dar marcha atrás. Sola, sin depender de nadie y que nadie dependa de mí, un viaje sin final que podría acabar bien o mal, y después volver sabiendo que hay alguien esperando en la puerta de casa. Tan sencillo sería como vivir.

Insultan, pisan a mala leche, se defienden el uno al otro y no se dan cuenta de lo que puede llegar a causar, pero ya es tarde. Puedo aguantar una opinión, todos la tienen, pero restregársela a alguien por la cara como si ellos fueran los únicos que pueden opinar es de gilipollas, así es normal que sólo tengan un amigo.

Sí, la cagué. Sí, estuvo a punto de dejarme. Sí, le daba razones para que lo hiciera. Ya está, no puedo más, él sigue creyendo mentiras y fantasías absurdas, sus fantasías. No sé porqué lo hace, es idiota, ¿para qué seguir después de todo?¿De verdad hay algo bueno en mí? No lo creo.

Una, dos cenas... Bob esponja... Bolis de colores... Animes... Fantasmas... Cine (malo)... Collares... Fundas del móvil... Kukuxumusu...                               

Cualquiera que me viera en ropa interior diría que soy una puta, sobre todo por el hecho de verme en ropa interior.

Y ahora estoy con un novio que me quiere cada vez menos, un chaval que se pone celoso de los otros y con el que para su desgracia no puedo tener nada, y otro chaval que me sirve de reposa-pies robotizado, y que conste que no es bueno que lo sea. Nunca había pensado que juntarme con los chicos fuera tan complicado, estoy en medio de todo, ¿qué coño hago yo ahora para estar en paz con todo el mundo?

Y pasa del resto del mundo... para su desgracia yo no, me es imposible no fijarme en alguien guapo y no decir "me he enamorado", incluso de los que están más cerca... No creo que me guste alguien más, pero nunca he sabido como la gente tiene esa certeza al decir "le quiero y siempre le querré". No entiendo mis sentimientos, y menos aún soy capaz de admitir las cosas, pero creo que me gusta tanto ponerle celoso. Sé que es cruel, muy cruel, y que un día de estos se hartará y me mandará a no quiero imaginarme dónde, aunque dice que no sabría lo que haría si cortáramos... no quiero estar así, es como un imán, quiero tener libertad pero también saber que siempre siempre siempre estará conmigo. Después de todo esto he de admitir lo que ha pasado esta tarde, que por muy mal que suene no ha sido nada malo. Fuimos al cine, dos chicos, dos chicas, sin él, y me daba igual, tendría que tirarme toda la tarde del martes convenciéndole de que no hay otro en mi vida pero la cosa

Escribir sobre mi primer beso... uf, es más fácil decirlo que hacerlo. Por empezar, estábamos nosotros dos un poco (bastante) incómodos en un cuarto en el jardín de su casa, y para colmo los otros dos nos espiaban desde fuera. Sabía que en algún momento lo diría, tenía que decirlo, no le quedaba otra, pero tocaba la guitarra, y yo con unas ganas de estampársela en la cabeza... hasta que la soltó, me miraba, y miraba al suelo, y me miraba... así siempre, pero le dio un pronto, no supe a qué venía, pero de repente me dijo que me quería, y yo sin esperarlo para nada, me tiré al suelo medio muerta de vergüenza, cualquiera lo estaría, pero quería besarle, y quería besarle ya (relativamente, hace ya bastante tiempo), así que me dio por ahí, y le besé, total, no tenía nada que perder, y lo fuerte es que él pasó total y completamente de mí (hizo falta un buen rato para que se diera cuenta de que estaba casi encima suya). Bueno, nos separamos, hablamos de lo mal que besábamos los dos y ya no ha

A petición de un idiota tengo que escribir sobre lo celoso que es ese idiota. Según él es exageradamente celoso, según yo sólo es... celoso, no me importa, me gusta pasarme las tardes charlando sobre lo malísima que soy y lo mal que llevo nuestra relación, siempre me echo las culpas, pero con tal de que se sienta mejor me da igual, total, después de todo tengo razón... No sé, ya está, no puedo estirar más el tema, al menos ahora no.

¿Por qué es tan malo enfadarse con alguien?¿Por qué deprime tanto? Me enfadé con mi mejor amigo, ese que todos tenemos y al que le contamos las verdades más inconfesables. No quería decirme un nombre, alguien que yo conozco y a la que no le importaría besar. Yo confío en él, ¿por qué no confía él en mí? Sé que es difícil, que alguna que otra vez he contado algún secreto pero... realmente importante no lo era ninguno. No quiero enfadarme con él, no quiero enfadarme con nadie, sólo porque sea un poco bocazas no quiere decir que pierda todo derecho a que confíen en mí. Me prometió que lo iba a decir, que terminaría contándomelo, pero hablé con él y pasó olímpicamente de mí, sólo quería que me lo contara, un secreto, ¿es mucho pedir? Y después le beso pensando que lo comprenderías, que no era importante.

Hablar, hablar, hablar, enfadarme, consolar, llorar, romper, hablar, consolar, llorar, chiste malo, risas, consolar, reconciliar, hablar, hablar, hablar, chiste, chiste, planes, planes imposibles, celos, muchos celos, bien... Lo que he hecho esta tarde, y soy feliz, pero quería morirme antes, y ahora no, antes sí, es un poco raro, pero al final todo sale bien, como siempre.

¿Cómo puede alguien sentirse tan mal? Estaba feliz viendo el piloto no emitido de the big bang theory cuando sonó el teléfono. ¿Por qué tenía que llamarme? Para ser exactos porque no tenía ganas de estudiar. Yo tenía que estudiar, y ver aquel capítulo, y me había llamado, con lo cual ya no podía hacer ninguna de las dos cosas. Cualquiera se hubiera alegrado al menos de lo primero, pero a mí me sentó fatalmente fatal. No, tenía que estudiar, porque él fuera un flojo de mierda no iba a anteponerlo ante las notas, sobre todo siendo lengua, pero aun así quería charlar, aunque no conseguía que se notara lo más mínimo, es más, ni siquiera yo creía que quisiera charlar, así que, como es lógico, me colgó (yo le colgué) después de decir que aquello no molaba nada. Era cierto, quería morirme, ¿por qué le había colgado? Sólo era una puta llamada, podríamos habérnoslo pasado bien, haber pasado el rato, pero solo era capaz de pensar en que no quería volver a catear lengua castellana y literatura.

Habla. Escucha. Mira. Observa. Comprende. Sé. Entiende. Aprende. Para. Duerme. Sueña. Imagina. Despierta. Come. Conversa. Mima. Abraza. Besa. Quiere. Ama. Pelea. Defiende. Lee. Mide. Calcula. Dibuja. Pinta. Divierte. Entretiene. Reconcilia. Perdona. Haz. Enciende. Apaga. Siente. Espera... Vive. Muere.

Lo haría, lo haría, seguro que lo haría, pero si lo hiciera... no sé que haría, pero tengo tantas ganas de hacerlo, pero me sentiría tan culpable, pero sólo es probar algo nuevo, sin ningún sentimiento de por medio, pero podría terminar gustándome, pero a él le quiero, a él... ¿le quiero? No, no lo creo, al menos no hay comparación con él, pero y si aquel sueño... no, nada, absolutamente nada que ver, ¿verdad?... ¿¿verdad?? No lo sé, que complicado es el amor, pero según él ya no me quiere, sólo fue un capricho pasajero, un capricho que no ha durado ni veinticuatro horas, ¿me lo creo? No hay más remedio, y espero que sea verdad, hoy ha estado tan distante, y después él... sólo su reacción me ha roto el corazón, se le veía tan triste, quería morirme, no haberle enseñado jamás aquel mensaje, pero se lo enseñé, y después planeamos tan normales que es lo que vamos a hacer el viernes, y yo, tonta de mí, le digo que si quiere que lo haga, sólo por probar algo nuevo, sólo por experimentar. Só

No sé porqué pero sabía que esto iba a pasar.

Podría haber estado mejor, la noche podría haber dado mucho más de sí, por muy corto que fuera el periodo de tiempo. Sólo tenía ojos para él, y parecía que me huía todo el rato, que no quería entablar ningún contacto. ¿Por qué? Quién sabe... (él lo sabe). Le decían que me pusiera el brazo por encima para una foto, y yo les decía que si él no quería no tenía porqué hacerlo... como me hubiera gustado que lo hubiese hecho, o que me hubiera dado la mano, cualquier chorrada de esas, pero cada vez que me acercaba él se terminaba yendo con otro a charlar, era tan frustrante...

Por fin, ya está, no más esperar, a la mierda el esperar, llegó el día al fin, y todos estamos que nos subimos por las paredes. De cuatro a cinco siempre se me hace cortísimo, ¿por qué precisamente hoy no?¿Tantas ganas tengo? Llevo deseándolo desde hace más tiempo que los demás, pero eso no es razón para ser más impaciente. Supongo que estarán como yo.

Espero... que al menos me diga que estoy guapa, si realmente es eso lo que piensa, sino pues que se le va a hacer, ya lo intentaré con otra cosa. Espero... que no monten mucho jaleo, que sepan comportarse y que sean educados (pobre de mí, seré soñadora...). Espero... que podamos estar aunque sean cinco minutos solos... sólo cinco minutos, ¿es mucho pedir? Espero... que pase. Simplemente quiero vivirlo, y ya está.

-¿De qué escribo? Pon un tema. -Umm... no sé, ¿por qué tengo que decirte yo un tema? -Porque nunca me has ayudado a escribir nada. -Pues no creo que mi imaginación te ayude mucho. -Ah. [...] -¿Hola? -Hola -Bueno... aquí estamos... ¿y qué se supone que me pasa? -¿A mí? Nada. -No, digo a mí. -Ah... pues que yo sepa nada. -Ah, ok. [...] -Venga, dime de que escribo... -Pues... de tus espectativas sobre el viernes, for example. -¿De eso? No sé... -Sí, ¿por qué no? -No sé, no sé, no sé... -Bueno, pues de lo primero que se te ocurra, se suponía que lo hacías muchas veces. -No suelo escribir de lo primero que se me ocurre. -Siempre hay una primera vez. -Pero estoy hablando contigo, así es difícil pensar en algo.

Y planteamos cómo podríamos besarnos. Pregunta absurda, pero con tal de hablar de algo lo que sea. Y pienso en aquel beso perfectamente planificado que me cuenta sin lujo de detalles que voy añadiéndole yo y siento que lo necesito. Necesito ese beso. Es perfecto, una visión perfecta de lo que podría ser un beso perfecto. Un beso perfecto que podría efectuarse el viernes 15 después de una cena perfecta con unos vestidos perfectos incrustados en nuestros imperfectos y subdesarrollados cuerpos y unos perfectos zapatos oscuros de un tacón de ocho centímetros metidos en nuestros imperfectos pies y con unos andares perfectamente imperfectos. Pero eso no pasará. Tendré que volver, no nos dejarán un sólo minuto a solas, y a él lo recogerán sin poder hacer yo nada por evitarlo. Te sientes tan impotente en estas situaciones, pero es inevitable. La cena seguirá siendo perfecta, y los vestidos y los zapatos seguirán siendo perfectos. Y nosotras imperfectas.

Es bonito. Todo es siempre tan bonito. O tan feo. No hay término medio. ¿Por qué? Ojalá alguien lo supiera. Ojalá no nos flipáramos tanto con todo. Ojalá los chicos pudieran entendernos. Lo sé, es una causa perdida. Lleva siéndolo desde el inicio de los tiempos. Y no pasa nada. La gente sobrevive. ¿Por qué no puedo hacerlo yo también? ¿Tan desesperadamente necesito que me comprendan? No lo creo. Y sin embargo estoy tan convencida de ello. Da igual, el día que exista alguien que sepa lo que me ocurre en todo momento, significará que estoy muerta.

Llueve. Y si fuera una canción cutre diría que en mi ventana te echo de menos, pero no es una canción cutre, aunque sí te echo de menos. Yo y mis zapatos nuevos te echamos de menos. Y llueve. No hay nada mejor que ver llover, y olvidarte de todo lo demás. Ver las gotas caer una por una hasta tener una estrepitosa colisión contra el suelo. Me diste un beso (o más de uno), de esos que no se olvidan. Que pasan los años y sigues pensando "¿cómo demonios fue capaz de hacerlo?", pero en realidad da igual, los besos no tienen sentido, ni razón de ser. Simplemente, son. Y sigo viendo la lluvia caer desde la ventana y entrar tímidamente en el portal de casa. Y sigo pensando que hubiera estado bien que estuvieras abrazándome de mientras que la lluvia entra tímidamente en el portal de casa, y el futón solitario nos acogiera durante toda la noche.

Ayer, por primera vez me di cuenta de que había perdido la cuenta de cuántos besos nos habíamos dado. Ayer, por primera vez empecé a creer que nuestra relación puede tener algún futuro más o menos lejano.

Nunca hay nada más, es tan cruel que hagan creer que después hay un "más allá".

¿Amigo o novio? Desde todos los puntos de vista, en general, ¿qué preferirías?¿Ser mi amigo o ser mi novio? Y no mientas, aunque en realidad tu cuerpo te delata, ¿o por qué crees que te cuesta tanto besarme?¿Por qué eres así? Enseguida. Los besos gustan de casi cualquier persona, quizás por eso te dejes, pero después todo dice no al contacto. Y después tanto flirteo, tanto tocamiento de manos, tanto puñetero libro, ¿desde cuándo hacen eso los novios? No somos una puta nueva tendencia. Me colgaste hace ya un rato, y se suponía que el juego era al revés, consistía en no colgar, no a ver quien le da antes al botón rojo. Quizás estaba tan ilusionada creyendo que lo entenderías que por eso en cuanto sonó el pitido me puse a llorar. Estabas enfadado, lo entiendo, y sé que en gran parte es culpa mía, pero me he disculpado, he escrito un discurso y aun así tú pasas de mí. Ya no puedo hacer nada más, lo siento si no es suficiente para ti.

Y ahora, no sé que poner. Después de diez minutos echando a suertes si te llamo o no, al principio es que no. Total, ¿qué iba a decir? Y además estarías estudiando o tocando o yo que sé qué, no quería molestarte, y para quedarme callada frente a un móvil medio llorando siempre hay tiempo. Y después se me ocurre esta estupidez: escribir en un papel lo que se supone que quiero decir, pero aun así, no soy capaz, principalmente porque no sé explicar lo que me pasa. La adolescencia, dicen. Ja, un carajo, de adolescencia lo mío tiene poco, como mucho de pavo. ¿Pero qué estoy diciendo? Yo aquí escribiendo lo primero que se me ocurre cuando lo único que quiero decir son dos palabras: lo siento. Siempre termino echándome las culpas a mi misma, pero en esta ocasión tengo razón, sólo quería ir a comprar algo, lo he visto tantas veces en las películas que siento la necesidad imperiosa de hacer lo mismo, sin pensar en los demás. Qué raro, ¿verdad? Yo sin tener en cuenta a nadie más, y Ángela despué

No quiero quedarme porque haya alguien más, no sería lo mismo.

¿Será lo mismo ahora que después? Terminará ocurriendo, ¿por qué intentamos aplazarlo?

Hace un año y un día estabas pidiéndome desesperadamente que te invitara a mi casa, y yo sin entender a que venían esas ganas que tenías. Hace un año y un día, mi único propósito en la vida era molestarte lo máximo posible. Hace un año y un día, podía herirte y reírme de tu desgracia. Hace un año y un día, quería olvidarte y no volver a pensar en ti. Hace un día, ayer, fuimos a una feria medieval cutre, yo vestida de mamarracha y tú que no consentías que te pusiera ningún tipo de adorno. Ayer te compré un collar cutre porque mi madre me dijo que lo hiciera, aunque tenía pensado hacerlo aunque ella no me lo hubiera dicho, y dijiste que te gustaba (sigues mintiendo igual de mal). Ayer quería olvidarte y no volver a pensar en ti. Anoche soñé contigo, y con Miguel. "Y yo te miraba, y te miraba, y te miraba... y tú pasabas de mí", decía él. Me quería, soñé que Miguel me quería, y yo le besaba con tal de que no inundara una ciudad (que surrealistas pueden llegar a ser mis sueños

¿En qué mundo ibas a dejar de ser un cagado?

Y dentro de veinte minutos saldré corriendo al insituto por miedo a llegar dos segundos tarde, porque quiero verlo y decirle un montón de cosas que terminaré por callarme, pero da igual, ahora mi máxima prioridad es conseguir que se quede a dormir el viernes y que el sábado vayamos a la feria, y que se quede one more time, por pedir que no quede, joder.

La guerga generá, y yo sin ir al instituto y con estos pelos...

O una sala llena de gente fumando y bebiendo lo innombrable, apretándote sin casi poder respirar, y una gente que no conocerás jamás tocando y cantando (bien o mal, depende) canciones que ya sabes... O nueve horas pegada a ti por la noche en una cama sin que nadie nos moleste en todo el rato, y con toda una noche por delante por hacer lo que sea (que mal suena eso...) Sí, no veas que dilema taaan grande tengo...

Fue una indirecta MUY directa, y pasaste de mí lo que no hay en los escritos, no fuera a ser que desperdiciaras veinte segundos de tu apasionante vida.

-Te quiero. -¿Me quieres? -Sí. -¿Siempre? -Sí. -Seguro... -¿No me crees? -No, en realidad no. -¿Por? -Porque has mentido muchas veces... -¿Y por qué crees que no te quiero? -Por que no me lo demuestras. -¿Cómo que no te lo demuestro? -Que las palabras no lo son todo, son importantes sí, pero... ¿acaso no lo son los hechos? Que si te digo la verdad quiero hechos... hechos de verdad, no sólo conversaciones... -¿Qué quieres que haga? -Que me quieras. -Te quiero. -Y yo...

Tengo miedo y no lo admito, tengo amigos y no los cuido, tengo amor y lo desperdicio, tengo la más preciada de las vidas y no me doy cuenta. Cuando lo haga, será tarde. Y seguiré así, orgullosa como ninguna otra. Así me va.

Moreno, con los ojos verdes o marrón oscuro (azules no, por favor) y el pelo no muy largo, lo suficiente como para poder hacerle rulitos. Labios siempre sonrientes y habladores, que pueda compararse a mí, y que den besos que cualquier casanova o don Juan envidiaría (en eso ya no podría compararse a mí). No muy fuerte, pero en forma, que dé gusto mirarlo desde cualquier ángulo pero no dé miedo acercarse. Nada cani, ni pijo ni del tipo idiota que va por la vida vacilando. Alguien que sepa comportarse pero que tampoco cumpla siempre las normas, y sobre todo, que sepa lo que de verdad significa estar con alguien como yo y que no se eche atrás. Vale, me he pasado, ¿verdad? Es que es cierto, para mí la persona ideal sería esa, aunque después puede que esté con alguien completamente diferente.

No me ignores, ahora no. Prométeme que siempre estarás conmigo, que no me dejarás por muchas peleas que haya, a no ser que realmente hayas dejado de quererme, entonces no te pondré pegas, pero por ahora, aguántame en mi locura y cabezonería, pues eres mi única razón de ser, el único motivo por el que no voy a la cocina y me rajo el cuello con un cuchillo, porque sé que le importo a alguien, o sea a ti, y te haría más daño muerta que viva, y eso es lo último que quiero. Acuérdate la próxima vez que nos dé por quedar, respóndeme un sí o un no, pero sería una promesa inquebrantable, de esas que se hacen con el corazón, y que si se rompen sería el final de todo, teniendo en cuenta que esta precisamente se rompería si se acabara todo, pero de verdad, de no volver a vernos jamás, de no saber de ti excepto por algunas personas... de no volver a recordarte, a tirar el fantasma de tu recuerdo en un cajón, cerrarlo con llave y tirarla al mar. No quiero hacerlo, no me obligues jamás a hacerlo, lo

Y tú me dices "no quiero" con cara de pena cuando te pregunto si quieres que no sigamos viéndonos, y a mí me entra una ternura que no puedo disimular. Lo repites, una y otra vez, siempre con la misma expresión y el mismo tono, después de todo, siempre quieres decir lo mismo. Pero quiero algo más, una explicación a ese "no quiero", y me respondes con un silencio y un "no quiero" inexplicable. Entonces pasa un rato lleno de cosquillas, manos, risas y miradas interminables, y te digo que me beses. Decías que eras capaz, si yo me dejaba. Estaba dispuesta, completamente dispuesta a todo, pero solo me mirabas y sonreías, ¿qué tiene eso de beso? Aquel poema que dice que el alma puede besar con los ojos será muy bonito, pero no se siente lo mismo ni de coña. Entonces, daba igual, no era importante, ya lo tenía asumido, y me da igual, me gusta estar contigo, no tiene porqué haber beso, pero lo hubo, y hablamos mientras nos besamos, y casi me duermo encima tuya, ya

Deseaba sentirme bien por una vez, ser feliz, estar contenta, pero se acabó todo, y quedaremos el sábado para nada. Puede que hablemos, puede que no. Puede que nos besemos por última vez, puede que no, no lo sé. Si por una vez pudiera saber... Nos prometimos aguantarnos, prometí confiar en él, prometí no mentir más, prometí no hacer bromas estúpidas. Cumplí con todo, por mucho que pareciera lo contrario. Si decía cualquier cosa y yo decía "sí, claro..." en realidad era de broma, realmente sabía que estaba diciendo la verdad. No he vuelto a mentir, nunca jamás, ni a hacer bromas estúpidas. Prometió no decir cosas hirientes, y en el caso de tener la oportunidad, mentir, prometió ser más romántico, prometió no pasar tanto de mí, prometió acercarse más y no cortarse el pelo. Dijo cosas muy hirientes, claro ejemplo ayer, no cambió nada su actitud, pasaba lo mismo o incluso más cuando hablábamos, y se cortó el pelo. Dijimos "al menos un mes". Un mes, ni siquiera eso,

Para empezar, y sólo por esta vez, quiero que sepas (sí, tú sabes a quien me refiero) que como leas la entrada de abajo (y te aseguro que sabré si lo has hecho), cambiaré la dirección, y no pienso decírtela.

¿Cómo puede estar alguien celoso (o en este caso celosa) de un objeto? Es ilógico, lo sé, pero también tengo mi parte de razón. Siempre, siempre, siempre, todas las veces que hemos hablado estaba tocando la guitarra, afinando las cuerdas, tocando acordes, al fin y al cabo es lo mismo, no falla, y además es una chica, ¿no? E-L-L-A. Sí, lo es. Ya estoy harta de que pase de mí por su culpa, o por cualquier otra cosa, da igual, e intento acabar con todo, lo he intentado muchas veces, pero se le enciende algún chip por ahí y se vuelve la persona más maravillosa del mundo, y cedo, supongo que porque realmente no quiero terminar con esa relación fantasma que nos une, pero ya da igual, supongo, ya nos la hemos cargado entre los dos.

Yo, chunga perdida y con ganas de morirme, no he ido al instituto.

Y me tiene diez minutos esperando allí mientras leo entradas tontas de un blog inútil como este, para que la siguiente frase sea "olle (sí, con elle), tengo que irme". Y es malo, todo es malo, porque después de todo es cierto, me tiene , y soy toda suya, para lo que sea, ¿qué más da? Ya no hay remedio, ninguno. Porque me gustas. Porque te quiero. Porque te amo (no, no lo creo... o sí).

Y dice "aunque sean muy canis, son simpáticos", y yo tengo ganas de morirme, porque a partir de ahora irá a mejor para él y a peor para mí. Chicas, chicos, canis, pijas, cursis, da igual, el caso es que son simpáticos, y yo quería que todo le fuera mal y pudiera así acordarse de lo bien que se lo pasaba con nosotros, por muy cruel que suene. Terminará prefiriendo la nueva clase, terminará haciéndose amigo de alguna chica rara, y terminará por enamorarse de ella, es inevitable, por mucho que se empeñe en negarlo. Y yo, terminaré cayendo en los brazos de Alberto.

Odio sentir esto, y ella me dice "nunca me he enamorado", y termino por creerla, porque cada vez que hablo de ello parece no entender nada. No es tan fácil fingir durante tanto tiempo, quizás sea cierto. Y tristemente me doy cuenta de que no puedo dar clase un día y no verle. No es como un fin de semana o en vacaciones, entonces sabes que al menos tienes la oportunidad de verlo cuando termine pero ahora... quiero sentir celos, quiero sentir vergüenza, quiero sentir... que le tengo cerca. Al fin y al cabo en resumen es eso. Cada vez que hablaba con otra chica o ella se le acercaba a menos de medio metro, cada vez que me miraba y yo sentía sus ojos pegados a mi espalda, y me ponía rojo chanel, pero me encantaba. Ahora solo hay angustia y ganas de morirse en el corazón que se supone que tengo (aunque lo dudo mucho), y ambos sabemos que no voy a cambiarme, es demasiado cambio, demasiado drástico. No me hagas elegir, sabes perfectamente cual sería mi elección.

Sabía que terminaría por pasar, pero me negué a creerlo. Fue peor.

Creo que la imagen lo dice todo. 9F852AA2-0C45-6C7D-E89A-B7D80065E83B 1.03.01

Bueeeno, habrá que admitirlo... no estuvo mal, no estuvo nada mal, y si alguien dice que acabo de escribir eso lo negaré rotundamente.

¿Qué más da? No va a venir, ni mañana ni puede que ningún otro día. Si no confirmas o rechazas de poco sirve tanta incertidumbre. Y no vendrás, y me quedaré otra vez con mis planes perfectamente coordinados y planificados en el suelo. Son demasiadas cosas para hacer en un sólo día, lo sé, pero quería hacerlo todo, y me daba igual la hora que fuera o las horas que pudiera dormir esta noche, por mí como si me levantaba a las ocho y media de la mañana con tal de verte otra vez antes de que empezaran las clases, pero supongo que pasará como tantas otras veces. Cansada de esperar te llamaré, y tú con voz de indiferencia me dirás que no te dejan venir.

Definitivamente soy idiota. Es verdad, lo hago con la mejor intención, pero a veces no me doy cuenta de que pueden hacer lo que digo y yo me quedo sola, después de toda una mañana esperando. Claro que no quería que se fuera, pero se le notaba tan cansado, no quería verle así, así que supongo que en realidad me lo tengo merecido por pensar más en los demás que en mi misma, aunque ya me da igual, tengo asumido que va a pasarme lo mismo una y otra vez, jamás aprenderé.

Odio no tener ropa de salir cuando la necesito...

Mira que puedo llegar a ser friki... el otro día me puse a mirar cuanto sumaban los famosos "4-8-15-16-23-42" de perdidos... da 108, y da la casualidad de que es el tiempo que tiene que pasar para tener que pulsar la tecla en la estación el cisne para salvar el mundo... que fuerte.

Sé que es absurdo, sé que no sirve de nada, pero tengo ganas de morirme y no tengo con quien hablar. Necesito alguien que me entienda, y por ahora no la hay. Después de un año suplicándoselo, sigue sin ceder, no me deja, y ella es como dios, como haga algo sin su permiso y se entera sufriré el castigo divino (una semana sin salir, fíjate tú que castigo más chungo...), pero no quiero hacerlo, al menos no sin que ella lo sepa, me siento una fugitiva y no es muy agradable, pero se agota el tiempo y la presión social es algo que no estoy dispuesta a aguantar, además, quiero ver fotos, muchas más de las que hay en el facebook, y la muy... dice que soy chica todavía, y a mí me dan ganas de responderle que hay chavales de ocho años que están registrados y que ponen que tienen treinta, y que si quisiera sería tan fácil como pedirle a cualquiera que me mandara una invitación, pero no lo hago, y se lo digo y pasa de mí, es tan jodidamente frustrante. Soy responsable, más de lo que lo son muchos

Porque yo lo valgo.

Love me, love me, say that you love me... Fool fool me, oh how you do me... Kiss me, kiss me, say that you miss me... Tell me what I wanna hear... tell me you love me. Creo que es la única canción de Justin Bieber que me gusta, y es una chorrada...

Yo digo que gracias a Miguel pasamos una tarde medianamente agradable.

Y pensar que hace una semana estábamos planeando lo que íbamos a hacer dentro de diez años. Ahora, enfadados con el mundo, con nosotros mismos y con el otro, es una cagada. Y no se va a arreglar, ya no tiene arreglo, y lo estamos llevando muy bien para lo que de verdad es. Sé que no vamos a volver a salir, que no volvamos a dormir en la misma habitación, muy posiblemente no volvamos a besarnos, y duele, joder, claro que duele, es normal. Han sido... ¿cuántos?¿Cuatro meses? Más o menos sí, y sólo de novios, el tiempo que llevamos queriéndonos se puede contar en años, es mucho tiempo como pasar ahora de todo. Y sí, en media hora me he puesto a llorar en más de una ocasión, pero ya está, no son más que lágrimas, es un momento sensibleras como esta mañana cuando se terminó "el aprendiz de brujo".

Que le jodan al mundo, así de claro.

No puedo cambiar de opinión por cada chorrada que diga. Dice alguna frase dulce y me creo que es lo normal, pero es al revés, algo inusual. Jode, igual que tantas otras cosas, pero no puedo hacer nada salvo creer que lo volverá a hacer, y eso ya se acabó hace mucho tiempo, sé como es, y sé como me gustaría que fuera conmigo aunque no lo es y nunca lo será.

¿Cómo demonios puedes pegar botes de alegría y tener ganas de morirte a la vez? Es básicamente lo que me pasó ayer. Después de mucho insistirle y extorsionarle, conseguí que escribiera parte de sus "memorias", simplemente para saber qué coño le pasaba en 1º, lo cual nunca he conseguido averiguar, pero que ahora ya sé (pero paso de ponerlo). Cada dos frases creía que iba a morirme de risa, y cuando acabé tenía ganas de suicidarme, pero era extraño. No estaba triste ni nada, era como, no sé... ¿sorpresa tal vez? Ni idea, el caso es que por poco me cargo el portátil con tanta lágrima de cocodrulo. Fue muy extraño, había tantas cosas que no podia imaginarme siquiera... no sabía que pensara ciertas cosas de mí, ni cómo se sentía en ciertos momentos y, sobre todo, no tenía ni idea de que pudiera usarse tantas veces "la quería" en diez folios.

Nos pasamos las tardes planeando que vamos a hacer de mayores. Ir a una universidad en Italia juntos, tener una casa grande no marginada sin jardín pero con muchas plantas (por favor, quiero un invernadero), un salón gigante con un equipo de música todavía más grande y una televisión de 147 pulgadas, un cuarto para nosotros, con una cama blandita y un ropero interminable, un salón con cine y sillones reclinables para poder sentarnos el uno encima del otro, una cocina inmensa, con cacharros de lo más extravagantes e inútiles y una biblioteca llena de libros por todas partes y un ordenador de última generación para cada uno con mil y pico de gigabytes de música en ellos, un perro chico para él y un lirón para mí. Ah, y por supuesto, un cuarto para el/la hijo/a que tengamos (pero sólo uno/a). Ni de coña nos casaremos, ni de coña tendremos más hijos y ni de coña nos iremos a una urbanización marginada. Yo tengo muy claro que quiero montar un restaurante de alta cocina y quitarle el récord

Soy feliz, estoy feliz, enorme, entera, completamente feliz. Eufórica también, con ganas de cualquier cosa, y se une el hecho de que también estoy triste... pero es una sensación genial, por una vez estoy genial... y soy buena, que fuerte, ¿no?

Me acuerdo de que hace la tira de tiempo hice otro blog. No me acuerdo siquiera de cómo se llamaba, sólo que lo hice con Cristina, que me flipé tela y puse que iba a ser el mejor blog de todos los tiempos. Fue la primera y última entrada que escribí. Era oscuro y muy cutre, con un gif de un dragón a la derecha. Hace poco intenté buscarlo, pero supongo que de tanto tiempo sin usarlo lo borraron, lo cual no me extraña lo más mínimo. Cuando empecé con éste pensé que iba a pasar lo mismo. Una o dos entradas y se acabó, pero esta vez tenía algo de lo que hablar.

Si es que... por más que yo te quiera y aunque tres vidas viviera pendenciero y mujeriego lo seré hasta que me muera, y aunque a tres mujeres quiera, si las tres vidas viviera, a ti que lo mereces te querría la primera... que poca vergüenza, que desfachatez, sincero hasta que muera, sincero aunque te duela... ¿qué quieres que diga?¿Qué voy a decir? Te digo lo que nadie querría nunca oír.

Después de un día con sus intervalos perfectos y no tan perfectos, se vuelve a la cruda realidad.

No pienso volver, no quiero volver, después de tres meses y medio... creía que no pasaría nada teniendo en cuenta que casi no íbamos a hablar, creía que llegaríamos hasta el primer día de curso, yo con los pantalones cortos negros y la camiseta-pijama de Winnie the Pooh, corriendo por la calle esa que no me acuerdo como se llama (que raro...) después de haber conocido la clase y el/la tutor/a nuevos, lo cual me importaba una mierda, hasta llegar al otro instituto y ver cómo milagrosamente te habías vuelto sociable y ya habías conocido gente y comprobar tristemente que esa iba a ser de las últimas veces que iba a poder verte y entablar una conversación, si es que en esa ocasión llegaba a ocurrir.

Es demasiado doloroso recordar lo que acaba de pasar... empecé a hiperventilar y subí corriendo a la azotea. Me tiré en el puf y estuve allí unos diez minutos. Decidí que era tiempo suficiente para recapacitar y pasar página, y aunque sea lo más cruel que me han hecho en la vida, no creo que vuelva a llorar por ello. Sólo quería contarlo.

No me des tu móvil que es malo. No insistas, no vaya a ser que te canses. No seas simpático que a lo mejor alguien te ve. No me entiendas, puede que entonces se te pegara. No me dejes conocerte, que corres el riesgo de que te descubra.

No tengo ganas de hablar... total, para terminar enfadada siempre hay tiempo y ahora mismo estoy muy ocupada (me estoy pintando las uñas...¬¬¬) aunque siempre puede haber algo que me haga cambiar de opinión... bah, da igual, no vale la pena, no interesa siquiera, es absurdo... seré idiota...

Dicen que todo final es un nuevo comienzo. Si ellos lo dicen... porque a mí personalmente, me da la impresión de cuando algo se acaba, se acaba, y ya está. Después pueden pasar más cosas (y creo que me estoy liando yo sola) pero las cosas nunca ocurren más de una vez, aunque sea lo mismo, siempre será distinto, y además peor. Nunca cuentas un chiste igual que la vez anterior, nunca se canta dos veces la misma canción, la versión que se hace de ella cuando otra persona la canta es siempre distinta (por mucha letra chorra y simple que pueda llegar a tener), nunca te enfadas por lo mismo, pero a fin de cuentas es lo mismo, un enfado, cuando besas, suele gustar, te hace sentir bien, y también que formas parte de alguien... pero está el primero, el que más ha gustado y el que menos, aunque sea el mismo concepto. No entiendo cómo demonios he terminado hablando de esto teniendo en cuenta que no tiene nada que ver con el principio pero bueno... se va a quedar así.

Sentir la arena en los pies, oler el mar, notar como el salitre hace que se seque la piel, tragarme medio océano cada vez que me baño, salir corriendo cuando noto algo rozándome la pierna, intentar sintetizar vitamina D, y comprobar tristemente que es una causa perdida, sentirme mayor y protectora por despellejarme las rodillas con la arena al sujetar a mi prima y ahogarme cada vez que venía una ola con tal de que ella no se cayera mientras me decía "tranquila, estoy bien", irme lo más lejos posible, mar adentro, donde pudiera sentir que todo aquello era mío, hacerme la muerta y pensar en todo lo que había ocurrido. Lo único que quería era olvidarlo todo, olvidar lo que había pasado a lo largo del curso, los aprobados, los suspensos, los enfados, los besos, los te quiero, los amigos y las conversaciones con todos ellos... y no podía, por más que lo intentaba, es demasiado importante por mucho que quiera negarlo. Ahora no se conecta, desde hace dos días, o al menos eso creo,

En la playa!! Desde hace ya cuatro días. Lo único malo es que no he hecho ningún amigo/a, lo cual es normal, lo tengo asumido (que soy antisocial) así que me lo estoy pasando de puta madre. Dentro de un rato me tendré que ir otra vez, a ver si consigo que se me pegue un poco más el sol... joder, esto parece ya completamente un diario, que cagada... en fin, me da un poco igual.

Se va. Enfadado. Porque no entiende lo que me pasa, y no puedo explicárselo. Tan sólo me queda esta mierda de blog para contar mis gilipolleces, esas que no voy a contar jamás a nadie. Le echo de menos, quiero estar con él, y no se lo digo o incluso lo niego. Nunca lo admitiré, soy demasiado cabezota para hacerlo, me puede el orgullo, aunque no tenga. Y me pongo a llorar, como una niña chica, porque no soy capaz de decirle que lo único que quiero es que esté conmigo.

Un sms antes de dormir. Un mensaje que no sea para responder a algo que haya mandado yo. Un helado. Un te quiero inesperado. ... un beso.

Y dice que no soy el centro de su vida. Eso me lo creo, es más, lo sabía desde hace ya bastante tiempo, y acto seguido va y dice que no ando lejos. ¡Ja! Perdona que lo dude... pasa de mí, da la sensación de que no le importo lo más mínimo... ¿y ahora pretende que me crea eso? Nadie lo creería. Aunque suene estúpido, me recuerdo a una chavala de una serie... ella estaba totalmente colada por un tío, y a él también le gusta ella, pero de vez en cuando se tienen fallos, es algo normal. Él se lía con otra tía (aunque en ese momento no estaban saliendo) y le da una explicación. Ella se enfada pero dice que tendría que intentar perdonarle porque se siente tan segura y tan no sé qué... pero que no puede. Ella le quiere, y lo sabe, pero es demasiado. Pues a mí, viéndolo de otra forma, es más o menos lo que me pasa. Sé que idealizo, y que hay muchas cosas que no conozco, pero quiero conocer a alguien que realmente sea romántico (todo lo romántico que se puede ser con nuestra edad) y que se pre

La miró un instante, un micro segundo, casi imperceptible, pero ella se dio cuenta. Interceptó su mirada al mismo tiempo que hablaba con la dependienta de la tienda. Él se paró en seco delante de la puerta y ella salió corriendo a su encuentro. Se saludaron y sin darse cuenta a los veinte minutos estaban en el pequeño apartamento de él y se conocían como si fueran amigos de toda la vida. Se tumbaron en el sofá-cama y siguieron hablando, cada vez más cerca, más cerca. Hablaron horas y horas, abrieron el sofá y ella se tumbó encima suya mientras que él la abrazaba. Al rato ella miró la hora. Las siete y veinticuatro. Era imposible. Saltó de la cama mientras él intentaba comprender qué demonios pasaba. La acompañó hasta la puerta y antes de salir la agarró de la cintura impidiendo que se marchara, la apretó contra su pecho y la besó dulcemente. Susurró dos palabras casi inaudibles. Te quiero. Ella sonrió y salió corriendo. Cuando llegó a su casa se tiró en la cama y se durmió con la ropa

Estaba soñando con aquellos tres días. Podríamos haber estado tres días en la playa juntos... juntos... juntos... parece que es imposible. Por lo visto tienen una "reunión familiar". Seguramente ni siquiera se lo dijo. Mi madre me lo contó y se me quebró la voz al decir "vale" con esa indiferencia que me caracteriza cuando hablo de él con ella, y que esta vez me ha costado entonar. En cuanto salió se me calleron dos lágrimas de cocodrilo. Estoy intentando contenerme para no romper a llorar otra vez, y por ahora está ganando la opción de llorar. Tenía tantas ganas, estaba tan ilusionada. Ya me doy cuenta de que lo de ilusionarse no sirve de nada y lo hago demasiado a menudo. Falsas ilusiones. Podría hacer una lista de ellas, y sería muy muy larga. Joder, es que... me importaba un carajo mi primo, se suponía que también iba a venir, me daba exactamente igual si venía o no, es más, prefería que no viniera, pero era la excusa perfecta, y es el otro quien no viene. Él,

Sonó el teléfono a las 10:33 p.m. Era un número que no había visto en mi vida, y odio coger esas llamadas, suelen ser de publicidad, pero no tenía ganas de escuchar la música que tengo de tono. Me levanté de un salto del sofá y fui corriendo hasta mi cuarto. Descolgué el móvil, dije "¿sí?" o "diga", no me acuerdo, y acto seguido una voz que me resultaba extrañamente familiar pero que no llegaba a reconocer empezó a hablar sin darme tiempo para interrumpirle. Parecía nervioso. Me preguntó que dónde estaba en ese momento. ¿Y a él qué le importaba? Ni siquiera se había presentado, no sabía quien era. Dijo que él estaba en la playa... ahí, justo ahí. Ya sabía con quien estaba hablando. No era un idiota con problemas mentales, era el idiota de mi novio (y que conste, lo digo de cariño). Dios mío, no le había reconocido, seré gilipollas ¬¬¬. Tan sólo escuchaba palabras que no cobraban sentido alguno salir por el auricular, no le estaba prestando atención. Después de rep

Volví. Volví. Volví. Qué pena haber vuelto. Tan simple, tan rápido, tan estúpido. ¿De qué sirve volver a un sitio que no consideras un hogar? Abrazos, besos, cariño... no sirve de nada. No los tengo de quien quiero. Y no quiere darme nada. Triste pero cierto. Podría mentir, podría fingir que no es cierto. Pero quiero que se dé cuenta de que para ser feliz... Tan sólo necesito una cosa... Y no voy a decir cual es.

Siempre suena el ensordecedor pitido del móvil, y siempre voy corriendo. Lo dejo todo, por importante que sea, para acudir hasta esa aguda llamada que anuncia lo esperado. Siempre se me acelera el pulso, siempre me hago falsas ilusiones, siempre deseo más de lo que se me permite. Entro corriendo en mi cuarto, busco por toda la habitación hasta darme cuenta de que está metido entre las sábanas arrugadas de la cama después de toda una noche abrazada a él esperando una contestación que no llegó. Veo que en la mini-pantalla hay escrito "mensaje recibido", respiro y abro el móvil con la esperanza de que lo hayas enviado tú, un mensaje cargado de cariño y ternura, diciendo "buenos días" o en todo caso "buenas noches atrasadas", pero siempre hay dos opciones, y ninguna de las dos abarca el que el mensaje sea tuyo. Puede ser de multigestión, una gente que últimamente me dan mucho por culo, o uno informando de que alguien me llamó y no lo cogí, lo cual es bastan

¿No sería más cómodo que la gente no se enamorara, que todos fuéramos asexuales? Convertirnos en ese aspecto también en animales. Sólo cambiaría eso. Lo único malo sería que no podría haber comedias románticas. En este momento me da un poco igual, estoy bien (por extraño que pueda parecer) pero soy tan celosa... dicen que eso significa que le quiero, pero no quiero quererle si tengo que estar pasando por esto continuamente. Está en la playa, y yo misma le dije que se echara una novia pero... por dentro siento que me falta algo, puede que su calor sofocante, puede su mirada, sus manos, sus labios, y siento que le estoy perdiendo por momentos, después de tanto tiempo... Joder, lo tenía superado, no me importaba nada, y ahora me da miedo el simple hecho de que hable con una chica, ¿por qué tuvo que venirse a mi casa? Es cierto, me lo pasé muy bien, pero en ese momento, después todo son celos y sufrimiento. Por un instante creí que esa era mi vida, junto a él, para siempre, y llegué a cre

¿Se podría decir que fue el mejor día de mi vida?... Sí, se podría decir.

OUHH YEAHHH!!!!

No quiero hacer más daño del que ya he hecho.

Qué se le va a hacer... soy una exigente, la psicología inversa personificada. Digo que no hay ganas, pero tarde o temprano termino aceptando, porque desde el principio estaba deseando la cosa en cuestión. Te tienes que ir, pero al final vas alargando el tiempo que queda mientras yo te digo adiós con desgana, como si no me importara, cuando en realidad pido por favor que te quedes conmigo, que me hables, que no me ignores. En resumen, cuando digo que no es que sí y cuando digo que sí es que no. Aunque no tenga nada que ver, lo digo ya de paso. Aquel silencio sepulcral que se alza justo antes de irte es la única forma que tengo de decirte que te quiero, porque rara vez lo escribiré.

No es cierto... o al menos no puedo creerlo... en fin, da igual.

No quiero ir a comer al macdonald's, ni con dos niñas un año y siete menor que yo (físico y mental respectivamente).

La he cagado, y bien. Sólo estaba de coña, no pretendía ofenderle. En fin, aquí estoy llorando tras suplicarle a mi madre que me dejara volver a casa por si aún estaba conectado, y confirmando mis sospechas de que ya no lo estaba. Ni un sólo mensaje diciéndome que me dejaba, ni un sólo mensaje diciéndome que me fuera a tomar por culo, pero tampoco ninguno perdonándome por la idiotez que cometí. Ahora la idiota soy yo, y solo yo. Lo leí en un libro, hacían lo mismo, y ambos se reían. Creí que si hacía lo mismo también pasaría lo mismo, pero no caí en la cuenta de que no estábamos cara a cara, no podía notar el tono de voz, la expresión, sabiendo que tan solo era una broma. Él siguió con el tema, y yo le seguí la corriente creyendo que lo había pillado (estúpida de mí) hasta que me di cuenta de que no lo había pillado, que de verdad se había creído que me repugnaba, que me daba asco... no era lo que pretendía.

Es difícil entender la manera que tiene el cerebro para pensar de distintas formas en alguien. Es decir, cada vez que leo un libro en el que intervienen un chico y una chica, automáticamente les doy los rasgos de nosotros dos, imaginando que es lo que haríamos si realmente estuviéramos allí, y todo es perfecto, él es perfecto, todo lo que hacemos es lo correcto y además es genial. Pero justo después me da por leer conversaciones antiguas. Escribo en el buscador "te quiero", para que la búsqueda se restrinja a los chats con esas dos palabras, que son casi todas desde abril, pero, extrañamente, sólo es eso. "Te quiero", las únicas dos palabras con afecto que hay en toda la conversación. ¿Cómo se lo tomaría cualquier persona? Supongo que mal, sería lo natural. A lo largo de 300 líneas lo único que te dicen con algo de cariño es que te quieren, deprisa y corriendo porque tiene que irse. En fin, cada uno tiene un punto de vista diferente.

Anoche cuando estaba metida en la cama muerta de calor empecé a emparanoiarme y me salió una buena parrafada para escribir aquí, pero para mi desgracia se me ha olvidado completamente... si es que soy idiota, no me acuerdo ni del tema, sólo me acuerdo de lo que he soñado, y vagamente... teníamos que hacer un exámen de sociales y nada más que respondí a una pregunta...

Bueno, ya que estamos vamos a escribir la entrada Nº100... uhh... ¿tanto escribo yo? Joder, en fin, 100 ya, y en menos de tres meses, que crack soy, jajaja... ¿escribo el cumpleaños feliz o algo? Es que no sé, ya está, eso es todo...

Con ganas de matar a alguien, o de llorar hasta el amanecer de mañana.

Íbamos medio corriendo hacia el metro, temiendo perderlo, distantes el uno del otro, sin mirarnos, pero yo te sonreía de vez en cuando y te decía que te fueras más rápido, y tú me sonreías, te reías de mi inútil prisa y apretabas el paso hasta ponerte a mi misma altura. No perdimos el metro, es más, tuvimos que esperar y después entramos pero para mi desgracia estaban ocupados mis asientos preferidos (sí, tengo asientos preferidos en el metro), así que me resigné y nos fuimos hacia la mitad. Estábamos muy cortados, y de vez en cuando me daba por preguntarte cualquier chorrada a ver si así conseguía romper el hielo."El retrato de Dorian Gray". Ya que la de Robin Hood la ponían a las doce pues no íbamos a ver esa. No había nadie en el cine, absolutamente nadie, la sala para nosotros solos, pero llegó gente. Desde hacía ya algún tiempo te estaba teniendo ganas, ganas de abrazarte, ganas de comerte la boca, pero me callé, no hice nada, no quería equivocarme y que me reprochara

Anoche soñé que iba a ir a un concerto de Pignoise... ¿a qué venía eso? A mí pignoise ni siquiera me gusta especialmente, fue súper raro...

The Big Bang Theory for ever... Jajaja, la mejor serie de todos los tiempos... ¿y por qué cuento yo esto? No tengo ni idea, yo y mis prontos... Ya que estamos los presentamos un poco... De izquierda a derecha: -Sheldon, súper mega hiper inteligente, y saca de quicio a cualquiera, no pilla el sarcasmo, tiene un trastorno de personalidad, es asexual (o eso parece) y también es así como que un poco bastante friki. -Leonard, más normalito, comparte piso con Sheldon y está enamorado de Penny, que es la vecina. -Penny, trabaja en las "tortitas de queso" y es la única que no es marginada social. -Howard, el tío más pervertido que puedas echarte a la cara, y además el único que no tiene un máster. -Raj, no puede hablar con mujeres porque tiene un trastorno de noséqué. En general excepto Penny son todos muy frikis, les encantan los comics de marvel y DC, series como Battlestar Galactica, Babilon 5, etc, etc... Bueno, vale, ya paro que me estoy viniendo arriba, jajaja.

Nostálgica...

Hoy hace un mes de la fiesta de fin de curso del colegio... ¡¡un mes!! ¿Cómo ha podido pasar tanto tiempo? En realidad se me ha hecho lento pero es que es un mes, ese mismo día había tenido clase (si es que a lo que hicimos se le puede llamar tener clase) y ahora estoy olvidándome a la velocidad de la luz de lo poco que he aprendido durante todo el curso, es una sensación rara, lo de tener todo el día para ti y desperdiciarlo completamente. No creo que haya gente que haga algo diferente pero no sé, me da pena, por así decirlo, el saber que no vas a recuperar esos días y sin embargo no poder aprovecharlo, no por nada sino porque no tengo nada que hacer ni con quien quedar, una verdadera lástima.

Me dice hola, me pregunta qué tal estoy, que en qué pienso... me cuenta su vida, cosas que en su mayoría ya sabía, pero me gusta que lo vuelva a hacer, a excepción de cuando se pone a "presumir". Deja de hablar, en cualquier momento puede ocurrir, y no le importa en absoluto lo demás, sólo la guitarra o alguna canción, todo es por la música. A la media hora de dejar de escribir dice que se tiene que ir, y que no sabe cuando va a poder volver a conectarse, y me dice que me quiere, y a mí me sienta cómo si fuera a besarme justo antes de irse él o yo a la guerra, sin poder saber si vamos a volver a vernos, o a hablarnos. Pero lo fuerte es que odio que me diga que me quiere, porque es siempre lo que hace, es ya una rutina que tiene asumida, como si así borrara de su mente (y ya de paso de la mía) todo el tiempo que se ha llevado sin hablar, haciendo otras cosas en vez de estar hablando con la idiota a la que tiene por novia que no ha visto en más de tres semanas.

Sé que no soy guapa, nada guapa, por mucho que haya tres personas que lo nieguen. Sé que soy rara, que no soy nada femenina por muchos vestidos que tenga, porque no tengo ninguno rosa, es más, no tengo absolutamente nada rosa. Sé que hay pocas cosas que sepa hacer bien, ni siquiera sé tirarme de cabeza al agua, y llevo desde los seis años dando natación. Sé que soy medianamente amable, que cuando quiero me pongo muy, muy borde, y muchas veces no sé controlarme. Sé que estoy como una puta cabra, y a quien le pese que reviente. Sé que chillo, que saco de quicio a mucha gente, que incluso me odian por ser como soy, porque quiero que me echen más cuenta de la que merezco. Sé que soy una llorica, que quiero demasiado, que espero más de la gente de lo que pueden dar, y me ha costado muchas reflexiones y sofocones absurdos. Y sé que a lo largo de mi vida habrá poca gente que me quiera y, lo reconozco, es una buena decisión por su parte, no van a perderse nada bueno porque me gusta como

Es extraña la manera que tiene el cerebro de funcionar. Por ejemplo, ayer estaba yo toda feliz porque le había dado por conectarse, y cuando se fue tenía ganas de matarlo. Simplemente, no le quería, cuando hablamos por el ordenador deja de gustarme, puede que porque él no demuestra en absoluto que me quiere, no tiene el menor interés en charlar, en cuanto le pregunto algo intenta terminar con el tema lo más rápido posible, y no me habla, a no ser que sea para dejarme claro que tiene piscina, lo cual pillé a la primera. ¿Y a mí qué me importa que tenga piscina? Ya sé que yo nunca tendré una, y que lo máximo que podré hacer será remojarme con la manguera pero eso no significa que tenga que echarme en cara que él se lo esté pasando mejor que yo aunque tenga que levantarse antes. Es que, sinceramente, me da igual lo que le pase, con tal de saber que sigue vivo soy feliz, pero no es lo único que puedo preguntar en una conversación decente: -Hola, cariño, ¿sigues vivo? -Por ahora sí, grac

A saber dónde estará ahora mismo. Puede que en la playa, puede que en casa de sus tíos, puede que con alguien de la clase, pero es prácticamente imposible que se lo esté pasando peor que yo. El caso es que yo no me lo estoy pasando mal, o sea, no es que tenga la vida más apasionante del mundo, pero en tres días he adelgazado medio kilo y me he leído un libro de 419 páginas y voy por la mitad de otro 302, aparte de los kilos y kilos de ropa que me he comprado (sobre todo de invierno... tiene mandanga), sin embargo tengo la sensación de que me falta algo, y para sorpresa no creo que sea quien todos creen (si es que se puede llamar Todos a la gente que leerá esto, que será más o menos una). Algo de acción, algo que te ponga los pelos de punta, y no valen películas de terror, me refiero a, no sé, una escapada a la montaña y tirarte todo el día corriendo pradera arriba, pradera abajo, bañándote en un río con el agua congelada (lo cual es lo mejor que puedas echarte a la cara), escalar por

Estoy leyendo un libro (el segundo en tres días) y da qué pensar. Es ñoño, lo sé, es la biografía de un chaval de dieciséis años que se enamora locamente de una chavala y follan todos los días. Lo raro es que me recuerda un poco a la primera etapa que tuvimos cada uno (en diferentes años pero bueno...) (y no me refiero a la parte de follar). Según lo que me ha contado, el año pasado no hacía otra cosa que no fuera pensar en mí, y a mí (ya no tanto) me pasa lo mismo. Es lo que le pasa también al chaval. Para él la vida era esperar hasta volver a estar con ella, y a veces se le hacía insufrible tener que esperar. Para mi desgracia me identifico completamente, es muy jodido tener que admitir que no vas a poder verlo hasta el día siguiente o cuando sea. No verlo en verano es la mayor de todas las angustias, pero del dolor se aprende, por lo menos yo he aprendido, no mucho, pero algo sí. No puedo depender de él para todo. Le quiero, ya está, no tiene porqué significar nada más. Una cosa es

-¿En qué piensas? -Que soy un cagao. -Amm... lo sé... -Es que... joder, esto es un puta mierda, todo es una mierda... al carajo... te quiero. -Joder, eso se avisa... jajaja. ·    ·    · -Tengo que decirte una cosa... -Pues dímela. -Es que me da cosa... -A ti te dan cosa demasiadas cosas. -Puff... espérate, aquí no puedo, cuando salgamos a lo mejor. [...] *PUM* -Jeje... ¿Sabes una cosa? -¿Qué? -Te quiero. - ... (sonríe).

Vamos juntos por la calle, después de salir del instituto no se sabe muy bien porqué. Quiero cogerle la mano, hacer que se pare y besarle, pero no lo hago, no quiero que se sienta incómodo. Estamos en una calle de escalera muy empinada, como las de los pueblos que hay en las montañas. No hay gente, ni tampoco coches, lo habíamos dejado todo en el instituto y sus alrededores. Cada vez anda más lento, me cuesta seguir su ritmo, parece agotado. Voy dos pasos delante suya, y de repente me coge la mano. La tiene ardiendo, como siempre, y yo congelada. Me mira con cariño y me dedica una sonrisa, mientras seguimos yendo cuesta arriba lentamente, pero daba igual, no tenemos prisa. Llegamos a una iglesia con grandes escalones de piedra rodeándola, está en medio de una plaza. Decidimos sentarnos en uno de los escalones más altos y empezamos a hablar. Ninguno hemos abierto la boca desde que salimos, y sin embargo ahora es tan fácil conversar, las palabras fluyen a veces sin sentido, formando fras

Eres mi primer y único amor, siempre has estado a mi lado, aunque no nos habláramos, aunque ni siquieras nos miráramos a la cara, terminé enamorada de ti, por el simple hecho de llegar a conocerte tal como eras, no creerme lo que todo el mundo piensa de ti, que eres serio, saborío, sin sentido del humor y buen dibujante. Me atreví a cavar algo más hondo, y no eres la persona que todos piensan que eres. No eres serio, ni mucho menos, estás siempre riéndote, aunque no nos demos cuenta, aunque no haya una sonrisa en tu boca, la risa no tiene porqué estar representada así, siendo feliz se sonríe, y tú lo eres, pero no te das cuenta, lo tienes todo. Eres un sensibleras empedernido cuando te pones, llegas a unos extremos de franqueza que pocos son capaces de alcanzar, aunque hay veces que tanta sinceridad puede afectar a otros, pero en general es algo bueno. Saborío... quién lo iba a decir, yo que creía que eras el gilipollas más gilipollas del mundo, y resultó no ser cierto, solo hace falt