Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2012

Hoy es 30

Y lo cierto es que no tengo palabras para expresar lo que siento.

Te cambio una hamburguesa por conversación

Aquí estoy, sola en mi cumpleaños. Con muchas, muchísimas ganas de llorar, es normal, ¿no? Ya está todo dicho, ya no queda más que hablar, ya sólo quiero olvidar. Olvidar tus labios, tus ojos, tú... Sólo quería decírtelo para no tener que pensar más en ello, para poder pasar página, ¿por qué me besaste entonces? Ahora sólo ha pasado una media hora y no hago más que pensar en ello, no puedo olvidarlo, ahora menos que nunca. ¿No te encanta como finjo que todo me resbala, que lo superaré, que sólo es una etapa más de mi vida? Puede que lo sea, pero formas parte de ella, no te mentí ni mucho menos al decir que me importabas, me importas más de lo que puedes imaginarte.
Y ahí, en el horizonte, se oteaba un atisbo de esperanza.

Todos sabemos más de lo que decimos

Pero qué cara de niña buena. Quién creyera que realmente eres tú.

BFFL

Lo extraño es que por un momento tuve la sensación de que lo habías dudado. Siempre vas a serlo, es inevitable.

Malditas canciones

Imagen
Dijiste que lloraba demasiado. Que era imposible. Yo creo que el amor es imposible. No estoy inspirada pero tengo tantas cosas que decir... Dos cuerpos intentando crear una armonía mediante los movimientos sistemáticos de sus dedos presionando teclas de un piano... qué hermoso.

Nanananana

No recordaba lo triste que era esa canción hasta que decidí torturarme de nuevo y volver a escucharla. Pero no he podido terminarla, puede conmigo. Y un simple "vuelve a tocar esa canción" de hace un año puede hacer que ahora sea el peor sonido que pueden escuchar mis oídos. Y miento, porque todos sabemos que me gusta torturarme, porque no me gusta que esto esté pasando.

Volved al piano

Unas notas de river flows in y you. Un escalofrío por la espalda. No consigo pasar página. No quiero hacerlo.

Placer

Imagen
Todos lo tenemos a nuestro alcance y muy pocos son conscientes de ello.

Es que...

Es que ya no sé qué hacer para olvidarte. Aquí, a las dos y veinte de la madrugada, muerta de sueño y sólo se me ocurre leer tus pensamientos para torturarme de nuevo. Cuánto te echo de menos cuidándome estos días, que me sorprendieras volviendo para almorzar, que me cambiaras la toalla húmeda en un intento inútil de que me bajara la fiebre, tengo mocos y te echo de menos. Pero tú tienes tantas chicas en las que pensar... Aunque al menos puedo asegurarte que la belleza y la gilipollez sí pueden estar separadas. Mírame, no soy guapa y soy gilipollas, tachán. Aquí, en la cama, con un pijama nuevo que seguro me habrías quitado hace unas horas de haber estado aquí. Pero no estás, ya nunca estarás. Es que ya no sé qué hacer hacer para olvidarte, para sacarte de mi mente y que nunca volvieras a poder entrar.

Estás loco

Me vuelves loca.

Y es que ya ha pasado casi un año

Desde la primera vez que te vi en otro entorno, y los recuerdos siempre hacen mella. Y después de todo sigo preguntándome si acabará algún día esta tortura.

Un gato blanco en la escalera

Por supuesto que nunca me querrás, eso lo tengo asumido desde que te regalé aquellos dos chicles, desde que me contaron como eres, desde que te conocí. Pero, ah, ilusa de mí, el deseo de amar me ciega, ¿qué hago yo aquí pensando que puedes sentir algo por mí? Seriedad, por dios... Podrías tener a prácticamente cualquier chica que quisieras y fuiste a fijarte en la que sólo tenía ojos para uno; uno que no eras tú. ¿Qué posibilidades tengo yo entonces si soy lo más opuesto a ella que jamás haya existido? Es evidente que ninguna. Cosa que también tengo muy clara, por favor, si sólo soy una chica más en este mundo, para nada especial, pero eso no quiere decir que no me duela saber que ni siquiera tendré una oportunidad de enamorarte.