Donde duerme Totoro

Hoy es veintiséis. ¿Cuántas veces habré empezado una entrada así? Los veintiséis ya no me parecen especiales, los veo como unos días iguales a otros; son, al fin y al cabo, unos días más del año. No tengo conciencia de mi misma, la vida se me hace eterna últimamente y sin embargo me embarga una sensación de proximidad a la muerte que me aterra. ¿Dónde estás ya? Podría ser feliz en tus brazos pero estás tan lejos que a veces me parece una estupidez pensar que puedo verte un día de estos. Es algo ilógico. ¿Y si me dijeras que me quieres de nuevo, una vez más? Nada pasaría, sería como tantas otras veces que lo has hecho, ya no me resultaría especial pese a sentir el vello erizarse cada vez que tus labios articulaban esas dos palabras. ¿Aún me amas?¿Aún somos los mismos que ayer?¿Serías capaz de mover cielo y tierra por verme un día más? Puedes ser quien quieras ser, eres dueño de tu alma en la que por lo que parece quieres estar solo. Ámame, comparte mis sentimientos, siente que somos un

Y entonces aparecerá en tu vida alguien que encenderá las luces que otros apagaron.

Sí, he vuelto; sí, iré a la feria; no, no tenía ganas de volver. Podría haber muerto allí, con sus tardes frías y lluviosas y sus estrambóticos precios. La única razón por la que aún quedaba un ápice de mi ser queriendo regresar está ahora lejos, sin poder verle, resignándome por completo un año más a que no podré quedar con quien quiero esta semana. Aquel sitio se me antojaba de lo más surrealista, ferviente de actividad, presas de un continuo vaivén de dinero y personas, era un paraíso terrenal consumido por grandes empresas, quería pertenecer a ello, claro que nada es para siempre, como consecuencia aquí estoy, escribiendo sobre una isla que está más lejos de lo que me gustaría y sólo con ganas de dormir eternamente.

Sigo aquí. Soy una consumista y eso me gusta, no puedo evitarlo. Paradas y paradas de metro atosigan el subsuelo de esta ciudad. Allí, chinos; aquí, indios. La comida suele estar buena, siempre que no sea inglesa. Vamos al British, a seguir comprando cosas para sentirnos bien con nosotros mismos. Por supuesto yo me incluyo en ese grupo... (Se te echa de menos).

Te necesitaba, te necesitaba más que nunca, que me dijeras que todo iría bien y que sólo eran cinco míseros días. No, esta entrada no va dedicada a ti, no me permitiré el lujo de ser más importante que nadie, tan sólo quería que me dijeras que nada iba a cambiar, todo estaría donde lo dejé cuando volviera, y tú con ello. Pero es inevitable, todo cambia y pese a ser yo la pesimista, lo cierto es que me deprime oírte hablar sobre lo que va a pasar porque me da la sensación de que no podré irme tranquila sabiendo que al bajar del avión estarías esperándome, cada vez tengo más la impresión de que no lo harás, y me da miedo. Eres la viva imagen de los celos, y eso estando conmigo no sirve de mucho, tan sólo para hacerme sufrir... Quédate con tu orgullo, yo hace mucho tiempo que lo perdí.

Hace un año y un par de meses escribí algo parecido a lo que voy a escribir ahora. Todo el mundo está tan ilusionado, tan alterado, tan emocionado con el viaje, todos... menos yo. Creo sinceramente que esto no tiene arreglo, jamás sentiré esa alegría hiperactiva que cautiva a todo el mundo los días previos a un viaje, más bien todo lo contrario, me deprime horrores, quizás porque me empeño en pensar que el significado de que nos vamos es que tenemos que volver, con lo cual todo habrá terminado y ya no habrá nada por lo que emocionarse en lo que queda de curso. Soy una pesimista terminal, cada día lo tengo más claro. Un día, dieciséis horas y cincuenta y ocho minutos para que el avión despegue y yo con estos pelos...

Tú te vas y yo me quedo, hago el bachillerato de tecnología, voy con los primos a Italia, conozco a algún chaval nuevo de aquel instituto al lado del nuestro algo rarito, nos liamos, empezamos a salir, y a los quince años me digo: qué distinto hubiera sido todo si no se hubiese ido a ese sitio de cuyo nombre no quiero ni consigo acordarme , mientras tú piensas lo mismo abrazado a la chica que aún te trae loco, que por un casual la encontraste porque la muchacha en realidad era una agente secreta que investigaba los posibles puntos donde podía haber una conspiración para matar al Papa, y como en ese sitio hay muchos creyentes pues era sospechoso porque en esa época era raro encontrar un pueblo con gente joven y que más de la mitad fueran católicos (ahora, quince años después, el Cyberpapa ha sometido a toda la humanidad y él se dedica a comerse los cerebros de los ateos, y los agnósticos son sus siervos). Así que ella se fue allí a investigar y te vio allí rezando un rosario, total que

Oh, qué bonito; oh, me dan ganas de llorar. Seamos sinceros, te quejas de vicio, pero después de todo este día es especial y por lo tanto no puedo ni pegarte ni reprocharte nada. Espero que lo leas al estar en informática, por tanto te preguntarás cómo mierda he hecho para publicar la entrada el día de tu cumpleaños si ni siquiera me he conectado. Misterios de la vida, muajaja... Querías una entrada, aquí tienes una entrada, toda tuya, para ti, ponle copyright si quieres. Es posible que lleves razón, que no te escriba porque no sé qué escribirte, qué quieres que te diga, las palabras escritas están bien pero a ti prefiero decirte las cosas a la cara, si no me da la sensación de que no es real, que todo es una máscara ficticia de algo que no sentimos, no sé si me entenderás... Aun así, es que... ¿qué decirte que no sepas?, si ya te lo he contado todo, ya sabes todo lo que pienso, ¿qué más puede haber?, no quiero repetirme, eso es algo que siempre me ha dado mucho coraje, así

Todo es cierto, ¿qué más quiero? Aquí todo es distinto... No, ni mucho menos es comparable, cierto es que allí también me lo pasé genial, sobre todo en segundo, pero la verdad es que esto no lo cambiaría por nada. Tampoco pretendo convencerte de que lo cambies todo de repente y te vengas sólo por lo que yo te diga, ni mucho menos, no quiero influir en tu decisión. Pero, sinceramente, creo que te vendría bien, después de todo tengo la sensación de que ambas estamos buscando lo mismo pero con un año de diferencia. Cambio. Aun así y respondiendo a esa súplica te diré que después de feria hay un día de fiesta que vosotros no tenéis. Quién sabe, a lo mejor aparezco por allí sin avisar... En fin, por un momento deberías dejar de pensar tanto en los demás y pensar qué quieres tú, y sobre todo decidir pronto. Esa sólo es mi opinión, después de todo...

Hacen el amor mientras suena la canción de aleluya de fondo. Sé que no es lo mismo pero salen en Watchmen, y después de haber leído como seis veces lo mismo terminas asociando cosas. Últimamente todo tiene que ver con el sexo. Estoy empezando a preocuparme.

Oh, no, por supuesto que no. No iré a verte el domingo. No quedaremos en el metro, ni me pondré el vestido azul con rayas blancas (o blanco con rayas azules) que por algún extraño motivo estoy deseando ponerme con los tacones beige que compré hace dos días. No me pintaré los ojos de azul y negro ni me pondré rojo channel en los labios. No iré hacia allí sin el iPod para hacerme la interesante y que no se me enreden los cables, no estaré apoyada en una señal esperando verte aparecer para arrojarme a tus brazos en cuanto te viera venir hacia mí. No esperaré un comentario tuyo que nunca llegará en el que dijeras lo guapa que estoy, porque aunque ocurriera no dirías nada parecido. No te miraré esperando un beso que tú, como mala persona que eres, intentarás retardar para mantenerme con las ganas. No te diré que te quiero con toda mi alma, que te he echado de menos más de lo que debería, que nunca se me había hecho una semana tan larga. No, no pasaremos una tarde agradable dando paseos por

¿Me amarías igual que a ella si te hablara en francés, si por un momento supieras que todo puede acabar en unos días? Dime, ¿sentirías lo mismo si fuéramos a un baño a hacer el amor hasta morir de placer?¿Podrías compartir más cosas conmigo si fuera cristiana, si estuviera bautizada y pensara que el Papa es una persona importante?¿Querrías estar más tiempo a mi lado si supieras que al día siguiente no vas a volver a verme?¿Te resultaría más atractiva si fuera una rubia despampanante con una sonrisa impecable y perfecta? Dime, ¿me amarías más si fuera ella?

¿Cuánto me costaría un suicidio rápido y sin dolor? Ahora mismo sólo tengo diez euros y un poco de calderilla, pero puedo conseguir más si con ello dejo de sufrir. Sufrimiento inevitable. Pero qué de cosas hay inevitables, no creo que sea verdad. Ayer tardé dos horas en dormirme de tanto deshidratamiento. Echo de menos tantas cosas... ahora no tengo nada, nada, nada... ¿en eso puedes convertirte?, porque, sinceramente, querría estar la primera en la cola. Mentir no está bonito y tú lo sabes.

1. Imagino que cortamos, lo cual hace que llore aún más. 2. Entonces lo primero que se me ocurre hacer es mirar el tuenti y por un casual él aparece. 3. Le hablo y le pido por favor que quedemos, que es importante, que lo necesito. 4. Él acepta y quedamos en vernos en el callejón donde siempre nos despedíamos en un cuarto de hora. 5. Me pongo el vestido azul con rayas blancas, me pinto un poco los ojos para que no se me note tanto el llanto inmaduro de antes y salgo corriendo hacia allí. 6. Él ya está esperándome allí pese a haber llegado antes de tiempo y, aunque esté muerta de vergüenza, en cuanto me acerco lo suficiente le abrazo. 7. Por supuesto no entenderá nada e intentará separarse de mí, pero yo le agarro más fuerte y le pido por favor que me deje estar así, a lo cual él acepta y me abraza también. 8. Al final nos separamos y yo, al mirarle, siento un deseo irrefrenable de besarle, por lo que voy acercándome poco a poco a sus labios. 9. Él, extrañado, se aleja de mí, a

La mujer Papa. Es la película que estoy viendo ahora mismo. Me viene a la perfección, me hacía recordarle una vez más. Posiblemente la semana más eterna de mi vida. Ahora estoy aquí, la película acaba de empezar de nuevo para acabar, pero necesito escribir esto. Que fui tan estúpida como para pensar que a lo mejor había escrito algo, unas palabras, que denotaran que me echa algo de menos. Lo que me encontré me ha hecho llorar. Por supuesto jamás volveré a llorar como lo hice en su día, lo máximo han sido dos lágrimas, una por mejilla. Pero es algo, y aunque a veces me crea más fuerte de lo que realmente soy, en realidad estoy perdida en un mundo desconocido para mí, y la única persona que tenía en la que podía recogerme y sentirme querida sé que no es mía, al igual que yo no lo soy para él. Ambos decimos amarnos locamente pero ambos mentimos. Que si sentimos algo el uno por el otro, de eso no cabe duda pero no se puede amar a dos personas a la vez, la palabra en si misma dicta que sólo

Lo cierto es que me pierdo. Ya no somos los mismos, ya no sé de qué rollo va cada uno. Siento no poder cumplir la promesa, esa en la que decía que nada cambiaría, y por mucho que lo haya intentado los vientos no eran favorables y por tanto terminé dejándome llevar para dejar de sufrir por algo que no merecía la pena. Algo tan tonto como unas cuantas simples y burdas amistades. Que sí, que os quejaréis, pero yo ya no puedo hacer más, intento crear planes comunes a todos pero si hay alguien que sobresale a los gustos principales no podemos hacerlo todo alrededor de él. Nunca fui una buena amiga. Siento que a algunos pueda perjudicarles.

Tu le sais, tu sais que je t'aime, tu sais que je suis tombée amoureuse de toi depuis la première fois que je t'ai vu. Bon, tu ne le sais pas parce que tu ne m'as jamais parlé. Mais tu sais français et moi aussi. Tu t'es moquez et moi aussi. Moi, je t'aime et toi, tu ne m'aimes pas mais ça peu m'importe parce que je ne vais te revoir une autre fois et pourtant mes propes sentiments n'importent rien, et ta chemise bleu avec des lignes blanches est très jolie. Et toi aussi. Je t'aime. Toi non plus.