Donde duerme Totoro

He aquí mi duda... ¿por qué todo el mundo se empeña en enfadarse conmigo?¿Tan malísima amiga soy? Porque, sinceramente, no creo que lo sea, aunque también es verdad que no veo más allá de mis narices. Sé que lo de la bipolaridad es una cualidad difícil de tratar, pero no creo que sea para tanto... o sí, quién sabe. No me gusta estar así, nada, y (aunque parezca lo contrario) intento evitarlo, ser siempre la chica alegre y pava que se supone que tengo que ser, pero de vez en cuando no puedo evitar tener puntos raros.

Decidme...           ¿Volveré a querer?                             ¿Podré conseguir algo que se aproxime a la felicidad? Decidme...     ¿De verdad merezco a alguien?                 ¿Tan horrible soy? Decidme... porqué la vida es tan injusta.

Laura le ha escrito una entrada, yo no voy a ser menos. Esta chica hippy, rara, pija, cani y republicana a más no poder es la chica con la que más tiempo he pasado. Pero por culpa de cierta persona a la que no quiero nombrar (Ángela de Castro Fernández) estábamos siempre peleadas por ella. Hasta que nos dimos cuenta de que no tenía sentido, y empezamos a estar juntas, la cosa es que ella se iba y yo me quedaba, no tenía derecho. Pero da igual, ahora por fin nos estamos volviendo a ver con más frecuencia y pese a que ha terminado saliendo con un chaval que no la merece, sigue siendo igual de genial (aunque seguro que Alberto la termina convirtiendo en una borracha fumadora...). Vete al peo, Celia, ¿a quién se le ocurre salir con ese chico? Si es que... no tienes vergüenza. Por cierto, a ver cuando coño matamos de una vez al rey, que nuestro plan estaba perfectamente coordinado.^^

Sí, lo recuerdo perfectamente. Tendría unos dieciséis años. Era un chico no muy alto, con el pelo oscuro y unos ojos verde pistacho tan profundos... Tenía un año menos que yo y nunca me había visto, pero sabía que algún día se fijaría en mí... no lo hizo. Conoció a una chica de su edad, y yo aún le recuerdo pasear feliz con ella. Era una chica preciosa, la más guapa que había visto en mi vida, ¿por qué tendría que hablarme? Yo era un chaval friki como otro cualquiera, y ella era mi mejor amiga, pero nada más. Nadie entendía nuestra relación, éramos polos opuestos. Un día ella me besó, sin más, y me pidió perdón. No dije nada En un instituto puedes encontrarte con todo tipo de personas. Todos los días hacíamos lo mismo. Nos sentábamos en el banco más próximo a la entrada y comentábamos el estilo de ropa y de vida de cada uno. En especial me fijaba en una pareja que todos los días entraba cogida de la mano, hasta que un día apareció él sólo, y después ella. Aquel chaval daba re

Hace semanas que no hablo contigo y sin embargo me entero de ciertas cosas... chungas en su mayoría. Por ejemplo lo muy cruel que fuiste al mentirme, porque aún me querías, y sabías como me sentiría si me decías una cosa así. Que no sabes como me mataste emocionalmente, cualquiera podía decírtelo, me sumí en mi propio caos por tu culpa, porque te convenció el pesimismo de que no había nada que hacer, todo había acabado, y eso dejó entrever lo peor de ti. Si todo el mundo fuera como tú, las relaciones no existirían, no podrían existir. Todo son etapas que se superan, y si una de las mitades no es capaz de continuar (o más bien no quiere continuar, aun con ayuda) es muy difícil que una sola parte pueda con todo. Y aun así yo lo intenté, quería arreglarlo, te quería demasiado como para dejarte marchar. Más tarde me di cuenta de que si tú creías que no valía la pena arriesgarnos una vez más, no tenía yo porqué sufrir lo que nos tocaba a los dos, y sin embargo seguía sufriendo, porque por m

Lloré hasta sentir las lágrimas secarse en mis dedos. Lloré hasta respirar hondo y darme cuenta de que ya nadie me hacía bien. Lloré hasta entender que estaba sola y desprotegida. Lloré hasta sentirme completamente inútil. Lloré, porque comprendí que nada era capaz de hacerme sentir viva. Lloré porque sentí tu ausencia, esa que hasta hace unos meses nunca había sentido. Y fue así como me ví de nuevo en esta habitación tratando de recordarte, recogiendo los pedazos de tu boca, armando tu risa y sepultando otras voces, para poder entre ellas distinguir tus susurros; y sin querer entenderlo, cuando ninguna de las fichas encajaba, entendí que te había perdido. Lloré, porque sólo tenía viejos recuerdos, algunas imágenes borrosas de las que casi no distinguía tu lejana y triste mirada. Lloré hasta verte al lado mío, secando con tanto amor mis lágrimas, tratando de aliviar mí llanto. Lloré, porque de alguna manera me estaba resignando a seguir cada minuto y cada segundo sin tu

Realmente no se merece esto. No se lo merece. Él vale mucho más y no hago más que darle puñaladas traperas sin querer (lo cual es algo paradójico). Pero ¿por qué?¿de verdad os merece la pena... os merezco la pena? No, no y mil veces no, no tiene sentido... Merecéis algo mejor, mejor que yo, que sólo soy una puta rompecorazones que va por la vida deprimida, así que... debería morirme, ¿no?

Antonio dice que no lloraría si se muriera, que no me importaría si se cambiara de instituto... es completa y absolutamente mentira. De verdad, reflexiona y piensa de quien estamos hablando... ¿yo, no llorar por ti? Ja, que chispa tienes, si lloro hasta con las películas de miedo, ahora encima tendría un motivo. Me pasaría con cualquiera, no eres una excepción, escribí esa entrada a Miguel porque me había pasado todo el rollo ese, pero realmente da igual la persona. No pienses que te estoy perdonando, ni mucho menos, sólo quería contarte esto.

Hace meses, años, lustros, milenios... eones que no hablo de Paco. Pero hoy me ha dado una idea, una malvada idea que junto a Laura B. llevó a cabo. Ésta consistía en describir la "química" (lo siento Laura J. pero es que tenía que usar palabras textuales) que hubo entre Alberto y yo cuando nos besamos. La química que sólo entienden ellos, sólo fue un beso, joder, un puto beso, ¿qué tiene eso de quimicoso? Nada, absolutamente nada. Montaros todas las paranoias que queráis, no me afectan, muajaja.

No debería decir estas cosas, sólo lo empeoraría todo, pero da la sensación de que si no lo digo voy a explotar, y no quiero cargarme nada, además de que ya no hay vuelta atrás, o al menos no lo parece. Eres nuestro amigo, te queremos, por eso nos enfadamos cuando dices que no quieres quedar con nosotros, porque parece que no te importamos, cada vez estamos más seguros de ello. ¿Qué querías que hiciéramos?¿Decirte que nos daba igual todo lo que decías? No, no vamos a mentirte, no nos daba igual, queríamos que quedaras con nosotros, queríamos que vinieras a la playa, por dios, iba a quedarme sólo para ver la procesión en la que salgas (que aún no sé cual es) y tú nos tratas tan mal, siempre... que duele demasiado. No sé cómo lo he hecho para no ponerme a llorar en lengua, y Laura B. igual. Sé el daño que le has hecho, que la usas para contarle todo, incluido cosas malas y eso le pasa factura, le pasaría a cualquiera. Pero, ¿sabes qué?, se nos pasará, dejaremos de estar enfadados, todo

¿Por qué me hiciste eso?¿Por qué me mentiste? Sabías que estaba enfadada contigo, aunque fuera por una estupidez sin sentido, pero te pasaste haciéndome creer toda esa sarta de mentiras. Parece que no me conocieras, ¿desde cuándo entiendo yo a la gente, si ni siquiera me entiendo a mí misma? Terminaste haciéndome llorar, por miedo a que te fueras, a perderte para siempre, no quería admitir que todo aquello podía tener algo de verdad, pero realmente creía todo, palabra por palabra. Grave error. No aprendo de mis errores (de los cuales tengo una laaaarga lista), lo cual es potencialmente problemático. ¿Qué iba a hacer yo sin ti?¿Sumirme en la misera, en una depresión (otra) o directamente morirme de asco? Supongo que una mezcla de las tres, porque tendría la certeza de que no querrías volver, ni por mí ni por ninguno de nosotros, no quería que fueras el próximo Jesús, pasando de ser mi mejor amigo a no hablarme. No. Otra vez no, no podría soportarlo. Conocerías a una valenciana guapa y

Nota: esta entrada la iba a escribir ayer, pero por culpa de algunos no pude, así que aunque lo escriba en presente, fue ayer (ni idea de porqué explico estas cosas...). El año pasado, en primavera/verano/otoño/parte del invierno, había días en los que por la mañana, desde la litera, me asomaba a mi cuarto. Lo inspeccionaba a fondo para terminar fijándome en el solitario futón. Nunca sabré porqué lo hacía, pero siempre esperaba poder encontrármelo abierto y con quien-vosotros-sabéis (¬¬) durmiendo en él. Lo hacía prácticamente todos los fines de semana desde el 1 de mayo, creyendo inútilmente que había vuelto a pasar la noche con él pero que no recordaba nada. Se me terminó pasando la manía, me di cuenta de que era una estupidez, si hubiera dormido conmigo me acordaría y nunca recordaba nada, y nunca estaba allí. Hoy lo he vuelto a hacer. He vuelto a asomarme desde la litera a mi cuarto para ver si había alguien acostado en el futón. Pero había una diferencia. No quería que fuera qu

Sé de quién es la culpa. Y de quién no lo es. Todos estos viernes sin plan, sin meta, sin nada, aburridos en una casa o en la calle sin poder decidir un camino... ¿una mala racha? Puede, pero hay algo más. Algo que nos diferencia de antes, de los viernes de hace un mes o dos. No, no me refiero a eso... no, a eso tampoco. Puede que algunA (nótese la A mayúscula) lo sepa, pero realmente no puede ser todo culpa de una sola persona... ¿o sí?

Éste es uno de esos momentos en los que pienso ¿cómo demonios puedo moverme?¿Qué pasará después de la muerte? La nada... es demasiado abstracto para mi minimizado cerebro. ¿Qué haré cuando tenga veinte, treinta o cuarenta años?¿Seguiré pensando que soy joven? Y cuando vaya a morir, ¿tendré miedo o será rápido? Éste es uno de esos momentos en los que temo a la muerte, al pensar que van a pasar infinitos años y no volveré a sentir nada, todo pasará volando, da mucho miedo pensar en el olvido, o en las oportunidades desaprovechadas. Después veo a una persona mayor y no puedo evitar ponerme en su lugar. Flácida, bajita, gorda... y sola. La soledad es uno de mis mayores miedos. La simple idea de pensar que puedo pasar mi vida sin nadie a mi lado me aterra. ¿Qué podría hacer yo en este mundo sin nadie que me diera cariño o que me reanimara en los momentos de depresión? Cada vez estoy más convencida de que ese es mi destino, estar sola de por vida sin hacer nada de provecho. Pero claro, yo

No tengo inspiración. Ninguna. No sé si es por la música, por el día o por las puñeteras pastillas de hierro. Estoy hasta el coño de las pastillas. ¿Eso desde cuándo animan, si lo único que hacen es quitarme el hambre? Y después dicen que tengo que comer más. ¡¡Las pastillas!! Que me quiten las pastillas, que sólo me drogan. Mamá, ya que me drogas, hazlo bien, joder, cómprame marihuana o algo por el estilo para que me suba el ánimo, no unas pastillas que te quitan el hambre. No. Definitivamente no son buenas, ni para mí ni para nadie, y encima las camuflan para que parezcan lacasitos, dando la impresión de que puedes morderlas y dentro habrá chocolate. NOOO. Sólo hay que tragárselas con un zumo de naranja cuando estás recién levantado, con el sueño pegado a la cara y ves esa copa naranja con la pastilla al lado en el lavabo, al lado del cepillo. Y piensas "¿quién me mandaría a mí tener esta dotación genética?".

Sólo soy una persona que se arrepiente de todo lo que le hizo a un mal novio cuando ya es tarde para arrepentirse.

Hay una cosa que siempre me ha fastidiado de todo el mundo, pero que no puede evitarse... la gente cree saber de ti más que tú mismo, y por ello se da el derecho a decirte qué es lo mejor para tu vida. Me cuesta mucho tomar decisiones, como a casi todos, pero más odio que intenten tomarlas por mí, o que ordenen creyendo que hacen lo mejor. Sí, es con buena intención, eso ya lo sé, yo misma lo hago de vez en cuando, pero creo sinceramente que es algo que podríamos ahorrarnos, y evitar así muchos enfados, rencores y todo tipo de sentimientos chungos patata.

Estoy harta de llorar por un chico que no merece nada de mí. Y, por mucho que me duela, estoy segura de que si me dijera que todo ha sido una broma cruel me abalanzaría a sus brazos por saber que aún me quiere. Pero las cosas no son infinitas, y los momentos se acaban, las horas, los días, todo acaba, incluido el amor. Si es cierto, ¿cuándo demonios me va a tocar a mí? Creo que ya he sufrido lo suficiente como para que alguien se apiade de mi alma y me haga olvidar... no, olvidar no, sólo ser indiferente. Poder pensar en algo de hace uno o dos años y no sentir nada, no tener que ponerme a llorar o a reír por haberlo recordado. Ya he tenido suficiente, ya he aprendido la lección, no se puede querer a alguien tanto, ¿qué más tengo que hacer para no volver a soñar con él? Parece una daga clavada de por vida en mi puto corazón... ¡Si ni siquiera tengo corazón! Me pregunto si realmente está mejor con ellos, si nos veremos dentro de cuatro años, si en algún momento cambiaré su nombre por el

¿Qué me pasa?¿Por qué con ella es diferente? La vi, no sabía que venía hacia mí a hablarme o lo que fuera, pero la vi y la evité. No estaba segura de que fuera ella, mi miopía a veces me hace malas pasadas, pero su chaquetón verde moho es muy característico. No entiendo porqué no puedo perdonarla, después de todas las putadas que me han hecho los tíos y a los dos días ya estaba feliz como una rosa. Pero esta vez no. Será el hecho de que sea una chica en vez de un chico, o que me dé coraje que le diera miedo decírmelo, o vete tú a saber qué, pero es tan difícil mirarla y aguantarme las ganas de decirle muchas cosas, algunas hirientes, otras no, pero no le gustaría ninguna. Bueno, si todo es cierto, no te precipites, el chaval es un gilipollas, eso parece que ni tú, ni yo ni nadie vamos a poder cambiar.