Calla

-¿Pero qué te pasa?¿No era esto lo que querías?¿No era lo que necesitabas para ser feliz?¿Por qué no lo eres entonces?¿Por qué tienes que torturarte siempre?
+Al fin y al cabo esto no entraba en los planes, nunca se nos fue de las manos así, no era parte del plan.
-Todo muy cierto, ¿y qué más da? Mejor que mejor, ¿qué más quieres?
+Quiero no sentirme así, tan desconfiada. No soy capaz de creer lo que pasa, ni siquiera estoy segura de lo que siento... Es cierto, luego lo veo y toda duda (o casi) que pueda haber se desvanece, pero mientras tanto es una lucha continua entre la razón y el deseo, la rutina, lo cotidiano. Lo echo de menos.
-Sabes que todo tiene arreglo.
+¿Y qué gano yo aparte de unas cuantas semanas llenas de lágrimas?
-Eso lo sabes tú mejor que nadie.
+No, él me quiere, no voy a hacerle eso, no quiero hacerlo, le quiero.
-Juras que te quiere pero desconfías, dices que lo quieres pero dudas de tus sentimientos... ¿Sabes?, yo creo que las personas demuestran realmente lo que sienten por otras cuando no pueden estar juntas, ¿o acaso no lloraste tú lo suficiente por él como para no ser consciente de ello? Hace un mes estabas encoñada porque te habían hecho daño y ahora dices estar locamente enamorada de ese mismo chico, ese que ahora dice amarte como nunca ha amado a nadie. No suena demasiado creíble. Lo tienes todo ante tus narices y no eres capaz de darte cuenta.
+No tengo porqué escucharte, no lo necesito. Sé lo que hay y lo que no puedo tener aunque me duela, hay que hacer sacrificios. No pienso escucharte, no me atormentes más.

Comentarios