Try again
No sé si era para mí. No sé si esa frase iba a mí, nunca se me dieron bien las indirectas. Vamos a ponernos en el supuesto de que sí, que te referías a mí (si al final me equivoco todo lo que diga a continuación va a quedar fatal pero lo diré igualmente).
Gracias. Primero y ante todo, gracias. Nunca me había parado a pensarlo pero es cierto. Son muchos años. Muchísimos. Pero nunca demasiados.
Segundo (y esto es lo más importante), te equivocas. Ay, dios, no paro de pensar en lo mal que voy a quedar como al final esté en un supuesto erróneo, pero aun así (y sé que esto no es lo que debería hacer, pero hoy he pasado un día bastante malo y aunque debería decirte todo esto en persona -o por wasap, que es lo más cercano que podemos tener ahora mismo- no lo voy a hacer, al menos no ahora) debes saber que te equivocas. Que no se ha acabado. Que ha sido un bache y yo estoy dispuesta a levantarme y volver a demostrarte cuánto significas para mí, aunque nunca lo haya hecho demasiado porque es lo que tienen tantos años, que al final este tipo de cosas parece que quedan ímplicitas pero de vez en cuando hay que recordarlas. Y sí, sé que en este caso ha sido un error estúpido mío por ser una maniática controladora. Y sé que soy estúpida por ello. Pero estoy organizando un viaje a Madrid el próximo mes y me duele pensar que igual no puedo verte por esta tontería, y no estoy dispuesta a tolerarlo. Así que, en el caso de que ya no mires esto demasiado y/o sigas enfadada conmigo, te hablaré cuando la fecha se vaya acercando y te pediré perdón por escrito de nuevo.
Pero no estoy dispuesta a tirar tantos años de maquinación contra la monarquía por la borda. Porque sé que te voy a necesitar y quiero estar a tu lado si me necesitas. Porque tenemos que debatir sobre 13 Razones. Porque ahora mismo no puedo soportar más tristeza en mi vida y el hecho de perderte sería demasiado.
Gracias. Primero y ante todo, gracias. Nunca me había parado a pensarlo pero es cierto. Son muchos años. Muchísimos. Pero nunca demasiados.
Segundo (y esto es lo más importante), te equivocas. Ay, dios, no paro de pensar en lo mal que voy a quedar como al final esté en un supuesto erróneo, pero aun así (y sé que esto no es lo que debería hacer, pero hoy he pasado un día bastante malo y aunque debería decirte todo esto en persona -o por wasap, que es lo más cercano que podemos tener ahora mismo- no lo voy a hacer, al menos no ahora) debes saber que te equivocas. Que no se ha acabado. Que ha sido un bache y yo estoy dispuesta a levantarme y volver a demostrarte cuánto significas para mí, aunque nunca lo haya hecho demasiado porque es lo que tienen tantos años, que al final este tipo de cosas parece que quedan ímplicitas pero de vez en cuando hay que recordarlas. Y sí, sé que en este caso ha sido un error estúpido mío por ser una maniática controladora. Y sé que soy estúpida por ello. Pero estoy organizando un viaje a Madrid el próximo mes y me duele pensar que igual no puedo verte por esta tontería, y no estoy dispuesta a tolerarlo. Así que, en el caso de que ya no mires esto demasiado y/o sigas enfadada conmigo, te hablaré cuando la fecha se vaya acercando y te pediré perdón por escrito de nuevo.
Pero no estoy dispuesta a tirar tantos años de maquinación contra la monarquía por la borda. Porque sé que te voy a necesitar y quiero estar a tu lado si me necesitas. Porque tenemos que debatir sobre 13 Razones. Porque ahora mismo no puedo soportar más tristeza en mi vida y el hecho de perderte sería demasiado.
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