Quiero una casa blanca para pintarla de colores

Mundo, prepárate, te quedan meses y meses que verme escribir sobre la mierda que es la vida, lo feo y sinsentido que es el amor y lo mal que me siento. Puede que ahora mismo tenga el corazón algo (venga, admitamos pulpo...) roto y me cueste pensar con claridad, aparte de que estos cambios de temperatura tan bruscos no pueden ser buenos... y la deshidratación tampoco. Qué familiar me suena todo esto, los ojos rojos, el temblor, la lucha interna por no llorar, y yo que pensé que tardaría algo más en volver esta mierda de sensación. Como odio que me dejen. En fin, es la tercera vez, creí que a la tercera iría la vencida pero de nuevo la vencida he sido yo, para variar. Me duele la nariz de respirar tan fuerte...
¿Cómo será esta vez? Tengo la corazonada de que va a ser peor, pero en fin, todo sea por el bien ajeno, es lo que dicen, si quieres a alguien, tienes que hacer lo mejor para esa persona aunque signifique no poder estar con ella. O algo por el estilo, el caso es que yo te quiero y por esa regla de tres sabía desde hace mucho que tendría que dejarte marchar porque tú tampoco pudiste aguantarme, y no te lo reprocho. Después de todo has sido el que más ha tardado en darse cuenta de lo infantil que soy y eso es algo que se merece un premio como una casa (de grande).
Te quiero, y por eso sé que es lo mejor, y lo mejor no soy yo ni de lejos, nunca lo he sido para nadie ni lo voy a ser.

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