¿Por qué te tengo miedo?

¿Por qué hoy no puedo pensar con claridad? Quizás sea la ingente cantidad de agua salada que he bebido en estos últimos dos días. Pero ¿por qué me da un vuelco el corazón al pensar en leer lo que sea que quieres decirme? Hoy no es mi día. Llevo toda la tarde escuchando canciones tristes y yendo de triste por la vida y siguiendo un estúpido juego que no significa nada. ¿Por qué, entonces, me dan miedo las consecuencias que éste pueda acarrear? El uno entre paréntesis sigue ahí y yo no quiero abrir la pestaña. Espero que nunca vuelvas a leer este blog, aquí no pasan cosas buenas. Espero que no estés leyendo esto, sería darle importancia. NO. No me digas nada, no me leas, no sigas, no me sigas el juego, siempre termino haciendo esto, no puedo hacerlo más. No.

Comentarios