Aún quedan tantas cosas que decir...

No es tan complicado después de todo, ¿no?
Después de todo siempre es lo mismo, un maldito círculo vicioso, que hace daño, es inevitable.
Y ya las cosas nunca podrán volver a ser como antes, porque nunca existió un antes.
Así que lloro, por lo que he hecho, por lo que los demás piensan de mí, porque no soy más que una persona cualquiera que se cree especial, que cree que lo suyo es más importante que lo de los demás, porque no me merezco vivir, y lo sé...

Comentarios