No, deja de mentir

Todo sigue siendo lo mismo. Sigo pensando en ti cada día, y sobre todo cada noche, porque ya no sé a quién mentiste, ¿por qué la noche antes de irte me dijiste que me amabas cuando no era cierto?¿Por qué lloraste por mí? Caí como una tonta de nuevo en tus juegos, creí que cuando volvieras seguirías queriendo estar conmigo y yo te aceptaría gustosa cuando ni siquiera quisiste antes de embarcar en ese avión. No me gusta que me mientan, es lo que más odio en este mundo, y si todo aquello no era cierto, pues nada, no habría pasado nada porque me dijeras la verdad, habría llorado más, pero ya está, las cosas no se arreglan con la mentira. No me quieres, lo acepto, ya lo he hecho muchas veces; me echas las culpas de todo, vale, tus palabras ya no me afectan como antes (no quiere decir que no me sigan haciendo daño), pero no te atrevas a decir que no te quise, no te atrevas a decir que no te amé, porque fuiste lo más importante para mí durante mucho tiempo, y tú no fuiste capaz de entender que no eras lo único en mi vida que podía hacerme feliz. Así que sé feliz, pero no pretendas que sea tu amiga después del daño que me has hecho, después de tus mentiras, algo así no se olvida de un día para otro.

Comentarios