No se puede vivir...

Te conocí y pensé que podría haber una brecha de esperanza, no la primera vez que te conocí, por supuesto, sino cuando empecé a creer que podías ser algo más que un simple chaval.
Esta es la primera entrada que te escribo y tú ni siquiera sabes de la existencia de este blog, conoces lo mínimo indispensable sobre mí, pero si me conozco como creo conocerme, sé que habrá muchas más. Bien porque avancemos o bien porque jamás salga nada a la luz. En ambos casos, seguiré sintiendo lo mismo. Y es que he soñado contigo, cosa nada frecuente a estas alturas, y el pensar en ti hace que dos mariposas me reboloteen por el estómago; algo estúpido, por supuesto.

Comentarios