Siempre nos quedará el cine

Estaba soñando con aquellos tres días. Podríamos haber estado tres días en la playa juntos... juntos... juntos... parece que es imposible. Por lo visto tienen una "reunión familiar". Seguramente ni siquiera se lo dijo. Mi madre me lo contó y se me quebró la voz al decir "vale" con esa indiferencia que me caracteriza cuando hablo de él con ella, y que esta vez me ha costado entonar. En cuanto salió se me calleron dos lágrimas de cocodrilo. Estoy intentando contenerme para no romper a llorar otra vez, y por ahora está ganando la opción de llorar. Tenía tantas ganas, estaba tan ilusionada. Ya me doy cuenta de que lo de ilusionarse no sirve de nada y lo hago demasiado a menudo. Falsas ilusiones. Podría hacer una lista de ellas, y sería muy muy larga.
Joder, es que... me importaba un carajo mi primo, se suponía que también iba a venir, me daba exactamente igual si venía o no, es más, prefería que no viniera, pero era la excusa perfecta, y es el otro quien no viene. Él, el chico más importante de mi vida y parece que lo hacen a propósito, que no quieren dejar que estemos juntos.
Nadie puede imaginarse lo mal que me siento, y aunque crean que sí es que no, a no ser que les pase lo mismo que a mí, lo cual dudo mucho. Lo único que quiero es tirarme en alguna esquina a llorar y que nadie me pregunte que me pasa, pero aquí estoy, sin derramar una sola lágrima excepto antes. Es tan duro, tan difícil no caer en la tentación... pero no lo haré, no quiero llorar por algo que no tiene arreglo, siempre quedará alguna oportunidad.

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