Me guardes un sorbito

Y dime realmente que es lo que quieres que haga. Te tiras una hora y media riéndote de mí por un chat y después te enfadas. Y pretendes que me quede impasible, como si no pasara nada. Sí que pasó, no seremos más que amigos, aunque no querrás ni hablarme después de todo. Pues ya está, no puedo hacer nada por cambiarme. Llámame gilipollas, estúpida, lo que te dé la gana, pero no me hundas más de lo normal, a este paso voy a llegar pronto al centro de la tierra.

Comentarios