¿Puedes pedirme que deje de respirar?

No. Si lo hicieras por mucho que intentara complacerte no podría hacerlo. Es lo mismo. Mi vida es esto, el sitio donde está todo lo que he sentido desde hace dos años, el sitio que me pasaba horas cambiando porque no me gustaba el color de la letra. No me pidas que deje de hacer algo que me apasiona. Llámame cobarde, pero no puedo hacerlo. No me pidas que sea diferente por ti, si hay algo que no está bien dímelo, pero no te impongas, por favor. No me pidas que cambie, si me quieres los defectos vienen incluidos en el paquete. Eres la única persona con la que puedo ser yo misma en todos mis aspectos, supongo que también en los malos, creí que me aceptabas tal como era, sin necesidad de cambiar nada. Te justificas diciendo que tú lo has cambiado todo, pero has cambiado porque tú has querido, no porque yo te lo haya pedido, para mí eres tan perfecto como antes. Si no quieres compartir mis aficiones como yo no quiero compartir tu religión, al menos déjame que lo disfrute.
Y si no quieres leer, no leas, tampoco te puede costar tanto.

Comentarios