Ni de coña (espero)

Y dice "aunque sean muy canis, son simpáticos", y yo tengo ganas de morirme, porque a partir de ahora irá a mejor para él y a peor para mí. Chicas, chicos, canis, pijas, cursis, da igual, el caso es que son simpáticos, y yo quería que todo le fuera mal y pudiera así acordarse de lo bien que se lo pasaba con nosotros, por muy cruel que suene. Terminará prefiriendo la nueva clase, terminará haciéndose amigo de alguna chica rara, y terminará por enamorarse de ella, es inevitable, por mucho que se empeñe en negarlo. Y yo, terminaré cayendo en los brazos de Alberto.

Comentarios