Pastillas disfrazadas de lacasitos

No tengo inspiración. Ninguna. No sé si es por la música, por el día o por las puñeteras pastillas de hierro. Estoy hasta el coño de las pastillas. ¿Eso desde cuándo animan, si lo único que hacen es quitarme el hambre? Y después dicen que tengo que comer más. ¡¡Las pastillas!! Que me quiten las pastillas, que sólo me drogan. Mamá, ya que me drogas, hazlo bien, joder, cómprame marihuana o algo por el estilo para que me suba el ánimo, no unas pastillas que te quitan el hambre. No. Definitivamente no son buenas, ni para mí ni para nadie, y encima las camuflan para que parezcan lacasitos, dando la impresión de que puedes morderlas y dentro habrá chocolate. NOOO. Sólo hay que tragárselas con un zumo de naranja cuando estás recién levantado, con el sueño pegado a la cara y ves esa copa naranja con la pastilla al lado en el lavabo, al lado del cepillo. Y piensas "¿quién me mandaría a mí tener esta dotación genética?".

Comentarios