Tú, niño, espérame para ir a francés

-¿A ti te gusta el manga? No te imaginaba de esos...
-Pues sí me gusta, para que veas.
Y a la semana nos preguntan si estamos saliendo, y ambos estallamos en risas. Lo cierto es que me siento afortunada porque he conseguido que dejes de asustarme por las esquinas sin siquiera pegarte, lo cual para mí es una gran hazaña. Y se me sigue olvidando invitarte a quedar los viernes...
Te imaginaba diferente desde el primer momento en el que hablé contigo, pero diferente en otro sentido, después descubrí que el diferente que yo había imaginado no era el sentido de diferente en el que te diferenciabas del resto del mundo. Y eso es asín, Cabesa...
Después de tanto lío como tuve en el primer trimestre con mis antiguos amigos, la verdad es que reconfortaba tener un amigo que confía en ti y que no se enfada por tonterías. Así que por eso y por dejarme los deberes más de una vez... gracias. Y todo ese rollo empalagoso te lo imaginas tú porque yo no estoy para idioteces tiernas, que sabes que te tengo mucho cariño pese a no decírtelo demasiado.