A un paso del TOC

Mañana es san Valentín (joder, estoy que me salgo). Nunca me gustó especialmente, por eso de que es una vil estrategia de marketing como otra cualquiera. Pero mañana quiero formar parte de ella. Jamás he tenido pareja el día de san Valentín, el año pasado fue un desastre total y absoluto abrumado por un viaje en avión que pareció interminable y este año no voy a permitirlo. Quiero que todo sea perfecto, quiero pasar el mejor día del mundo (de momento) con él, y quiero que todo sea como debe ser, consumamos, derrochemos, hagamos plan de siesta, me da igual, pero haz que sea perfecto. Si lo consigues, si haces de mañana un día que no pueda olvidar aunque tenga alzhéimer, prometo no pedirte nada más en todos los días de mi vida, prometo hacer cualquier cosa por ti, prometo intentar hacerte feliz durante el tiempo que me resta hasta la muerte, prometo ser tuya por y para siempre (sí, soy una posesiva) y todo lo que quieras. Me da igual, pero mañana es san Valentín y quiero... necesito que sea perfecto.

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