Antonio (o profesor Layton)

Hablo mucho de él, pero nunca lo he criticado, y criticar se me da bastante bien.
Es genial, sencillamente genial. Ese chaval cuenta los peores chistes con más gracia del mundo, y se empeña en ser un perfecto caballero... y lo mejor de todo, me quiere.
Soy muy lenta en ese aspecto, y por mucho que los demás lo dijeran yo no me daba cuenta, todo era parte de un juego, no había nada real... hasta que me lo dijo. Empecé a plantearme muchas cosas por su culpa, y por su culpa sigo sin saber nada.
Un beso. Los besos no arreglan las cosas, eso me ha quedado muy claro, sólo las empeoran.
¿Qué más decir? Yo también le quiero. Joder, le besé, eso no se hace con alguien a quien no quieres pero... sigue faltando algo.
Ese agujero negro del pecho no es un agujero negro, sino una supernova, algo que lo abarca todo y más. No puedo con esto.

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