Sigues ahí

Cierra... cierra... ¿por qué demonios no te cierras? Por favor, déjame ya en paz, no tengo carne como para rellenar el hueco que ocupas, por mucho que me abrace a mi misma, por mucho que llore, no puedo estar más tiempo así, con escalofríos y dolor general. Vamos, no va a volver, no merece la pena, ciérrate  y deja que siga con mi vida, como si todo lo que pasó nunca hubiera ocurrido.

Comentarios