Decir un nombre sería demasiado vergonzoso
1/3/11
Esto no es parte del diario. Es... una carta. Pero tampoco es una carta. Es una especie de testimonio, algo para decir cómo me siento después de lo de esta tarde.
Le creas o no, me pillaste con Laura B. y Patri delante, y no sabía qué hacer. Nadie lo habría sabido. Te dicen que no te quieren delante de dos amigas, no puedes ponerte a llorar sin más. Me sentía fatal, quería tenerte al lado y poder haberte metido una hostia... y después haberte abrazado. Sé que esta no es como las otras veces, no voy a volver a gustarte, puede que sea mejor, aunque tú no lo notes, has cambiado, ese chico dulce y amable que tenía por novio antes ha desaparecido para dar pie al pasota en el que te has convertido. No te lo reprocho, ahora eres popular, te vas con tus amigos a beber y todo eso pero dime... ¿de verdad te gusta más eso que nosotros? Supongo que sí, se te ve feliz, y más seguro de ti mismo.
¿Y sabes qué? Con el tiempo a mí también me irá bien. Si ahora me dieras una oportunidad y quedáramos el viernes, seguro que aceptaría. Nunca llegarás a valorar lo enamorada que estoy de ti. Y personalmente creo que no me mereces sino me quieres. Era la única que se preocupaba por ti. Resultaría cargante, lo sé, pero sólo intentaba hacer lo mejor... fíjate para lo que me ha servido. Tú viviendo tu vida tan feliz y a mí me cuesta escribir.
Sólo decir que lo siento por todos esos meses de 1º y 2º en los que pasaba de ti, por no haberme llegado a decidir si salir contigo hasta mucho después, por todas esas veces en las que la cagué abismalmente, por todas las indecisiones, por aquel beso a Miguel y Antonio, por ser tan llorica y tan infantil, por no valorar lo que tuve y que ahora no tengo... lo siento. Y también decirte que no te guardo rencor por haberme dicho eso, que los 150 besos mal contados, aunque pasados, siguen estando ahí, y compensan un poco.
Supongo que es la última carta que te escribo, a lo mejor la última vez que te hablo... no sé que decir, me duele demasiado el pecho como para pensar, así que adiós.
Esto no es parte del diario. Es... una carta. Pero tampoco es una carta. Es una especie de testimonio, algo para decir cómo me siento después de lo de esta tarde.
Le creas o no, me pillaste con Laura B. y Patri delante, y no sabía qué hacer. Nadie lo habría sabido. Te dicen que no te quieren delante de dos amigas, no puedes ponerte a llorar sin más. Me sentía fatal, quería tenerte al lado y poder haberte metido una hostia... y después haberte abrazado. Sé que esta no es como las otras veces, no voy a volver a gustarte, puede que sea mejor, aunque tú no lo notes, has cambiado, ese chico dulce y amable que tenía por novio antes ha desaparecido para dar pie al pasota en el que te has convertido. No te lo reprocho, ahora eres popular, te vas con tus amigos a beber y todo eso pero dime... ¿de verdad te gusta más eso que nosotros? Supongo que sí, se te ve feliz, y más seguro de ti mismo.
¿Y sabes qué? Con el tiempo a mí también me irá bien. Si ahora me dieras una oportunidad y quedáramos el viernes, seguro que aceptaría. Nunca llegarás a valorar lo enamorada que estoy de ti. Y personalmente creo que no me mereces sino me quieres. Era la única que se preocupaba por ti. Resultaría cargante, lo sé, pero sólo intentaba hacer lo mejor... fíjate para lo que me ha servido. Tú viviendo tu vida tan feliz y a mí me cuesta escribir.
Sólo decir que lo siento por todos esos meses de 1º y 2º en los que pasaba de ti, por no haberme llegado a decidir si salir contigo hasta mucho después, por todas esas veces en las que la cagué abismalmente, por todas las indecisiones, por aquel beso a Miguel y Antonio, por ser tan llorica y tan infantil, por no valorar lo que tuve y que ahora no tengo... lo siento. Y también decirte que no te guardo rencor por haberme dicho eso, que los 150 besos mal contados, aunque pasados, siguen estando ahí, y compensan un poco.
Supongo que es la última carta que te escribo, a lo mejor la última vez que te hablo... no sé que decir, me duele demasiado el pecho como para pensar, así que adiós.
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