Yago (parte 2)

Y después... pues ahí seguías, en 1º lanzándonos naranjazos mutuamente y en 2º... ahhh, ni puta idea de dónde te metiste, te perdí por completo, pero ahora estás aquí, como mi hermano mayor (realmente me suena muy raro decir eso) o como persona que se cambió de sitio porque decía que así le llegaba mi olor (?!?!?!)... ummm, no, mejor como hermano, tú vete a darle por culo a Laura que yo no quiero problemas.
Dicen las malas lenguas que ahora me importas más que Miguel, lo cual es cierto y es falso a la vez... me explico, últimamente me llevo mucho mejor contigo por si no lo has notado, con lo cual subes escalones (no creo que entiendas lo de los escalones, pregúntame si quieres cuando hablemos) y estás casi a la misma altura que Miguel, también es verdad que él no hace nada por subir, sólo se enfada conmigo... o lo finge, lo cual es peor, así que terminas siendo más o menos igual de importante que él.
No es que Miguel me importe menos, es que tú me importas más.

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