¿Me quieres? Demuéstramelo dejándome vivir

Para decirlo fisnamente, estoy que no me quepo en la pelleja.

Dios, fue leer el blog de Yago y me partí el culo con su entrada criticando continuamente a Antonio. Vale, hasta ahí bien. Después miré el gmail. Miguel, como muestra de su rápido (y encantador) desenfado, me invitó a su blog. Sí, no había sido tan feliz en bastante tiempo. Leyendo, leyendo, cada palabra, cada frase era una muestra de mi grandioso error, sólo por intentar que Antonio no se enfadara me dejaba hacer de todo, cuando no es que me apeteciera mucho que digamos (por no decir nada). Con ese chaval no puedo estar, y no lo estaré, ya que me ha dicho que le retire la palabra y ha acabado con nuestra amistad. Pues, ea ea, a diferencia de él, yo tengo más amigos, y aunque no los tuviera, no me cegaría el quererlo todo en un preciso momento o pensar que voy a quedarme sin amigos. No. La vida no es un récord que hay que superar, sólo tienes que vivirla. Se sufre, duele, lo sé, lo he vivido más que nadie, quizá por eso me siento tan culpable al decirle tantas veces que no a Antonio. Pero no puede obligarme a quererle, ni evitar que pueda querer a otro.
Sabias palabras de Yago al decir que soy un espíritu libre (y friki) que nunca jamás de los jamases podrá controlar.