Truth be told I miss you

No sé qué hacer. Dios mío, el aburrimiento me supera. Esta tarde será distinto, lo sé, pero ahora, sin tener nada que hacer más que escuchar música y hablar con Ángela de sus líos, no podré aguantar mucho más.
Normalmente no me importa aburrirme, en realidad me gustaba de vez en cuando pero ¿qué me pasa? No puedo dormir, no puedo pensar, no puedo hacer nada, y lo malo es que me importa, con lo bien que se está sin hacer nada. Pues no, ahora tengo que joderme y sentir cómo mi mundo se derrumba poco a poco por falta de actividad. Realmente es para no pensar. Todo este ajetreo que usurpa mi vida es para no tener tiempo de pararme a pensar más de lo necesario. Pero me gusta pensar, me gusta mucho, perderme en mi mundo durante horas y horas, abstenerme de la humanidad, inventar historias, recordar... recordar muuuchas cosas...
Pero, a base de no pensar más de lo necesario, o en su defecto pensar en cómo has cambiado, que si te viera dejaría de quererte, porque por mucho que lo niegues te has vuelto un cani que se junta con las catetas (y no me digas que no después de que Naomi te haya invitado a su cumpleaños) y que estás fatal con el pelo corto... mira que te lo dije veces, pues sigues sin hacerme caso.

Comentarios