Sólo quiero preguntarte una cosa... sólo una...
¿De verdad no me conoces como para saber lo que iba a pasar si me contabas una cosa así?
No, en serio, es que, aparte de parecer que no hemos hablado en la vida, no confías en mí, ¿por qué iba a importarme que te guste él? Realmente no tiene sentido, incluso aunque aún estuviéramos juntos, me habría dado igual, uno no puede elegir de quien enamorarse, no iba a enfadarme por ello, ni a ponerme celosa ni nada, pero parece que tú te montas tus paranoias y tus rollos y sólo confías en eso, más que en lo que te digo. Pues vale, haz lo que quieras, intenta ligártelo o lo que te dé la gana, pero piensa por un instante lo que significa esto. No es por él, es por el hecho de que me dijeras que soy tu mejor amiga, que confiabas en mí, que me lo contabas todo, y ahora me encuentro con que absolutamente todo el mundo lo sabía menos yo, y no precisamente desde hace poco tiempo... realmente no sé que pensar, es una putada que no me conozcas porque quiero pensar que yo sí te conozco a ti, e intento escucharte lo máximo que se me permite ya que tienes ese complejo de automarginación y de pensar que nadie te escucha, que nadie te comprende, que toda tu vida es un infierno... ¿crees que a los demás no nos pasa? La vida es un infierno para todo el mundo, y nunca nadie nos va a comprender, somos tus amigos y decías que no te escuchábamos... puede que Antonio y Miguel no, pero Yago, Laura y yo sí, al menos creemos que sí, y aun así quieres más, pues ya no sé que podemos hacer, o por mi parte ya no puedo hacer más, lo siento si no ha sido suficiente.

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