¿Londres?

Hace un año y un par de meses escribí algo parecido a lo que voy a escribir ahora.
Todo el mundo está tan ilusionado, tan alterado, tan emocionado con el viaje, todos... menos yo. Creo sinceramente que esto no tiene arreglo, jamás sentiré esa alegría hiperactiva que cautiva a todo el mundo los días previos a un viaje, más bien todo lo contrario, me deprime horrores, quizás porque me empeño en pensar que el significado de que nos vamos es que tenemos que volver, con lo cual todo habrá terminado y ya no habrá nada por lo que emocionarse en lo que queda de curso. Soy una pesimista terminal, cada día lo tengo más claro. Un día, dieciséis horas y cincuenta y ocho minutos para que el avión despegue y yo con estos pelos...

Comentarios