Rutinas

Lo cierto es que me pierdo. Ya no somos los mismos, ya no sé de qué rollo va cada uno. Siento no poder cumplir la promesa, esa en la que decía que nada cambiaría, y por mucho que lo haya intentado los vientos no eran favorables y por tanto terminé dejándome llevar para dejar de sufrir por algo que no merecía la pena. Algo tan tonto como unas cuantas simples y burdas amistades. Que sí, que os quejaréis, pero yo ya no puedo hacer más, intento crear planes comunes a todos pero si hay alguien que sobresale a los gustos principales no podemos hacerlo todo alrededor de él.
Nunca fui una buena amiga. Siento que a algunos pueda perjudicarles.

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