Patitos

Y fue por eso por lo que no funcionó. Porque estar allí los tres, fingiendo que éramos amigos, no era posible, sólo que no nos habíamos dado cuenta todavía. Porque no podía olvidarle, y ellos tampoco. Y tuvo que decirlo ella para que lo supiera, eso es muy cruel. Era importante, más de lo que cualquiera podría imaginar, pero no lo sabía, así que no tenía forma de contraatacar. ¿Era ése nuestro destino? No, el destino no existió ni existirá, fue todo culpa de la ignorancia. Entonces, ¿qué más daba? Así podíamos seguir pero no estábamos bien, el cariño no puede soltarse así como así, y menos aún si eran ellos. Y así estuvimos hasta que nos dimos cuenta de que no podíamos seguir.

Comentarios