Al destino le falta información

La amarga victoria del enemigo me rompe el corazón de hielo cada vez que olvido que aquellas palabras fueron para ella y las vuelvo a leer para recordarme a mi misma todo aquello, como un castigo divino. Las únicas palabras en las que he visto de verdad un sentimiento de amor y deseo que jamás podrá compararse a cualquier otro, sería una locura abrumadora. El mundo se merece una mejor visión de mí; él también, lo triste es que no voy a cambiar, no dejaré que el pánico al rechazo me corrompa y que una simple llamada haga que me derrumbe por completo.
Nos reclaman urgentemente en un lugar al que ninguno podemos llegar.

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