No era tan difícil después de todo, ¿no?, quién te iba a decir que tenía razón, que todo era verdad, que no era complicado. Una simple palabra y todo se acabó, ya no hay más que hablar... ahora que lo pienso lo cierto es que me apena un poco, me gustaban esas conversaciones, aunque ahora tendré que negártelas todas, no te vayas a creer ni una palabra de lo que dices, que sepas que la mataré.

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