La experiencia es un grado

No me hago la víctima. Otra cosa no, pero soy fuerte en lo que a esconder mis sentimientos se refiere. Puede que tú no me creas, puede que no vuelvas a creerme en lo que te queda de vida, pero es que me da igual. No tengo que responder ante ti por nada, no tengo la culpa de los problemas de tu vida y mucho menos soy alguno de los calificativos (por llamar de una forma más sutil a los insultos) que me has dicho. Cariño, puede que, como dicen algunos, seas el que haya salido ganando en este asunto, pero yo, por mucho que llore estos días, saldré adelante sin ti y probablemente seré más feliz de lo que lo fui contigo, que aunque ahora me parezca una meta inalcanzable, después no lo será tanto, lo digo por experiencia.

Comentarios