Personas mayores frikis de la informática

Es extraño (ya empezamos...), quiero mirarle. Desde aquella tarde hiciste algo que ahora no consigo entender, ahora, después de haberte evitado durante las dos primeras semanas de clase, lo único que quiero es que volvamos a ser los mismo de antes, desconocidos que de vez en cuando congeniaban, personas que hablaban de todo, amores incondicionales a profesores de biología... absurdo, todo es absurdo, raro, extraño (por dios, esto parece la canción de Maldita Nerea) y no quiero quería que cambiara, ¿quién me mandaría a mí confesarte mi supuesto amor pasado, y mucho menos querer, o hacerme la vana ilusión de estar contigo? Yo quería quererte, después de todo me hice tantas falsas esperanzas al saber que seguiríamos juntos. Evidentemente, no sirvió de nada, y ahora te veo con el pañuelo palestino verde, tu perilla y tus pendientes y me pregunto si en alguno de esos múltiples encuentros casuales en medio del pasillo me mirarás. Al final terminaré chocándome contigo y no me reconocerás, triste... patético, cruel, no soy una cría y lo sabes, que tú quieras tratarme como tal no es justo, y por lo visto también irremediable.

Comentarios