Hoy es Navidad y ayer fue Nochebuena

Anoche vino Papá Noel a casa de mi tía Carmen. Era un Papá Noel curioso, tenía una extraña melena negra cayéndole por la espalda, una barba algo doblada para un lado, una barriga un pelín deforme y la voz algo menos varonil que de costumbre. De todas formas, cogió uno por uno a todos mis primos por orden de edad, desde el más pequeño hasta el más mayor antes que yo, preguntándoles insistentemente si habían comido lentejas. Nunca me gustó que Papá Noel nos visitara, me daba mucha vergüenza tener que acercarme a que me diera un regalo que nunca me gustaba mientras toda, absolutamente toda mi familia me observaba para gritar en cuanto hubiera cogido el paquete (porque claro, como se lleven más de cinco segundos sin pegar un grito yo creo que explotan). En fin, que por algún extraño motivo anoche deseaba que llegara mi turno, poder reírme a carcajadas cuando me preguntara si había comido lentejas y, sobre todo, que me diera un regalo que no me gustara y hacerle toda la fiesta del mundo.
Sin embargo, después de David ya no fue ninguno más, me calificaron de "mayor" para que me den un regalo en Nochebuena. Supongo que ahora mismo estoy algo traumatizada por ese cambio social que he tenido sin previo aviso, nada que pueda importar, después de todo supongo que tienen razón... aunque yo no me siento mayor para nada.

Comentarios