Día D, hora H, minuto M y segundo S

No nos hacían falta espías, no necesitábamos vuestros consejos. ¿La verdad? Que aquel que os dijimos ser nuestro primer beso no es del todo cierto. Beso, sí; pero no el primero. El primero fue esta tarde, en un lugar indefinido entre el parque de María Luisa y los Remedios, después de una tarde basada en mentiras a parientes cercanos sobre identidades y la búsqueda sin ímpetu resultado de Imaginary. Pero todo daba igual, estábamos los dos y todo era perfecto, perdón por decir esto, no os digo que desprecie lo que hicisteis, sólo que no era necesario, aunque no fuera el día D, siguió siendo perfecto porque después de todo estábamos allí y aún quedaba mucho tiempo que estar dando vueltas sin sentido por Triana.

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