El día que todo cambió

Pues el caso es que anoche yo era feliz hablando de mi futura pérdida de la virginidad y llamando a este muchacho medio fumado (por no decir enteramente). Espiamientos, mensajeamientos, ¿pero es que no teníais nada mejor que hacer? En fin, yo era feliz hasta que soñé contigo. Contigo, no con él, contigo, un sueño en el que todo parecía un día normal, tú pasabas de mí y yo intentaba llamar tu atención. Nunca había soñado contigo, ¿por qué tenía que cambiar? Ahora tengo miedo.
Ayer fue un día distinto, un día de cambios, con mensajes subliminales en los -0'33 periódico, árboles por los que me echan la bronca, ayer fue el día en el que todo ha cambiado, fue veintiséis, y los veintiséis son especiales.

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