Ahora no, antes sí

Todo es por su maldita culpa... hace tres meses y casi medio me hubiera dado exactamente igual que hubiese venido o no al teatro, y hubiera preferido mil veces que no se quedara en mi casa a dormir, pero ahora... ahora estoy aquí, delante del ordenador. Ya no tengo los ojos rojos de llorar, pero los tuve esta mañana, igual que muchos días en los que me acuerdo de cualquier chorrada que no podré hacer con él si se cambia de instituto, si no le digo que sí a su proposición, o simplemente le recuerdo a él, su sonrisa, sus ojos, todo. Jamás admitiré que odio que sea como es, tan perfecto, y sin embargo con gustos tan raros como para fijarse en mí, la última chica del mundo de la que la inmensa mayoría del mundo se enamoraría.
Pero está él, ajeno a las opiniones de los demás, le da igual todo. Le encuentro tan cerca, tan pronto. Muchas veces creo que no es cierto, que no puede ser verdad, pero después hablamos y cuando tiene que irse corriendo siempre dice hasta mañana... y también "te quiero", entonces me doy cuenta de que es cierto, que no miente, que idiotez, ¿verdad?

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