Esas cosas se hacen por las personas que se quieren

¡Ay, au, afuuu! Duele, ciérrate, agujero negro, no quería volver a verte por aquí, no tenía porqué volver a verte, pero aquí estás, oprimiéndome el estómago y haciendo que una vez más se me acelere el corazón por una falsa ilusión. Decía Juan que yo tenía esperanza, pero con esas palabras ya no pude más, aunque siga teniendo la dedicatoria, aunque siga poniendo esa frase por la que mataría, ya no es a mí, se acabó y ¿sabes qué? Me da igual, ¿por qué no ser felices? Sé que dije que no volvería a escribirte pero necesito que me leas ya que no quieres escucharme. Ahora mismo estás en la misma maldita situación que yo, ¿por qué no intentas arreglarlo?¿Por qué te empeñas en pensar que todo es horrible? Todo tiene su parte buena y su parte mala, y, vale, para qué nos vamos a engañar, no nos dio tiempo a tener parte buena... o puede que sí, después de todo, no me arrepiento de haber ido aquella noche a tu casa obligada, no me arrepiento de haberte dicho que te quiero... eso sí, de lo único que me arrepiento es de no habértelo dicho en persona cuando tuve la oportunidad, pero ya que estamos así, ella, sea quien sea, seguro que termina eligiéndote a ti.
Porque antes prefiero que tú seas feliz sin mí a que seas infeliz conmigo, y si hace falta que vaya allí y le meta dos hostias para que se entere de quién es mejor, lo haré.

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