I'm better off dead

Hoy no aguanto a nadie. Ni a mi madre, ni a la profesora de francés, ni al de tecnología. Tampoco a Rafael y sus continuas disputas con los vecinos de la calle, ni quiero mirar hacía la izquierda cuando paso por la farmacia para saludar a Juan. No quiero comprar el pan en el horno san Miguel, no quiero discutir si quiero o no ir a un parque de atracciones por Halloween, porque no aguanto a los que están en mi contra y, a decir verdad, tampoco a los que están a mi favor. No aguanto a Irene y sus peleas de almohadas a cámara lenta, y ni por un momento me hace ilusión subir a buscarle un disfraz. No aguanto el aburrimiento que me supone estar toda la tarde encerrada en casa, ni el hastío que conlleva ni a mi madre diciéndome que meriende. No aguanto a mi madre, sus comentarios que no vienen a cuento, sus continuas preguntas-indirectas, su manía de darme de comer hasta la saciedad, su excesiva preocupación cada vez que me ve algo menos normal de lo que debería estar y, sobre todo, no aguanto que se empeñe en pensar que me pasa algo cuando no me pasa o no quiero contárselo.
Hoy no me aguanto ni a mi misma, así que imagínate a ti.

Comentarios